Bettie Page es la modelo más importante de este siglo. Sé que esto sorprenderá a muchos (especialmente a los pajilleros terminales empeñados en forrar sus carpetas con Schiffers, Mascós y demás sonrisas del momento) pero hemos de rendirnos a la evidencia. Hay más fotos de Bettie que de Monroe y Crawford sumadas. Y además una colección de libros de arte (Taschen) tiene un tomo dedicado exclusivamente a ella. Pásmense.
Bettie Mae Page nació en Nashville, Tenesee, el 22 de abril de 1923. Con problemas familiares (padres separados a los diez años, a la muerte de su padre fue ingresada en un orfanato) y excelente estudiante (dirigió el periódico del instituto, formó parte del grupo de teatro), tardó en aterrizar en el mundo que la haría famosa. Intentó en vano un contrato en Hollywood, se fue a San Francisco, se casó, se mudó a Pittsburg, el matrimonio se rompió y al final aterrizó en Nueva York al final de los años cuarenta. Allí comienza a dar clases de interpretación, y comienza a posar para "camera clubs" bajo el seudónimo de Betty Page (de ahí la confusión entre ambos nombres). En 1951 era una modelo entre tantas, pero, a finales de ese mismo año (y Dios la bendiga por ello) conoció a Irving Klaw.
Los hermanos Klaw (Irving y Paula) realizaron con ella sesiones fotográficas bondage y spanking (atada y azotada en directo), que, junto a los tacones de aguja infinitos, fueron la marca de fábrica de la factoría Klaw. También comenzaron a rodar cortometrajes ("Betty & Her High Heel Shoes", "Betty gets Bound and Kidnapped") destinados a la venta por correo: Bettie era la modelo más solicitada por los clientes. Y de ahí pasaron a los largometrajes: "Strip-O-Rama", "Varietease" (¡Bettie bailando la danza de los siete velos!), "Tease-O-Rama" (clásico de culto donde los haya: Bettie comparte pantalla con la incomparable bailarina de striptease Tempest Storm y su danza del desierto). A estas alturas, Bettie estaba en la cumbre de su carrera. Las fotos, las películas y los tebeos acrecientan su fama. En 1955 Bettie es la Playmate de Playboy en su número de diciembre tras desmentir affaires sentimentales con su propietario, Hugh Hefner. Y ahí vino la debacle.
A finales de 1955 los Klaw fueron denunciados por el senador de Tenesee Estes Kefauver y afrontaron cargos de obscenidad. En medio de todo el proceso, Bettie, aún esperanzada con llegar a Broadway, actuó en teatros veraniegos y muestras de escuelas dramáticas. En 1957 hizo un poco más de "camera club", se fue de Nueva York y desapareció sin dejar rastro.
En los años posteriores fue olvidada hasta ser redescubierta a mediados de los setenta, en una dinámica que hoy mismo se mantiene: se siguen vendiendo revistas y cromos y posters y camisetas con su efigie, y ha terminado siendo un icono. ¿Por qué? Sólo tienen que ver las fotos adjuntas. Esa sonrisa. Bettie era capaz de sostener un látigo y guardar ese gesto de "luego te traeré un tazón de leche". Hay una Bettie para todos los gustos: la Bettie látigo-atada-azotada, la Bettie salvaje de las fotos de la jungla (esos bikinis de piel...) y la Bettie dulce y hogareña. Su aspecto vulnerable pero siempre controlando la situación. Las fotos de Bettie Page son pura poesía para los ojos y para las hormonas.
Sus películas y sus fotografías, largo tiempo perdidas, fueron apareciendo paulatinamente desenterradas de archivos privados. En 1993, la película Tease-O-Rama fue redescubierta en el almacén de David Friedman (rey de la exploitation cinematográfica), se comercializó en video y llevó al hecho más sorprendente de todos: ¡Bettie Page fue encontrada ese mismo año vivita y coleando! Así que podemos encontrar biografías de Bettie Page publicadas este año convenientemente autografiadas por la protagonista.
Así pues, la historia continúa.