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ENTREVISTA CON FRANCISCO IBÁÑEZ

Acontecida el Jueves 29 de Febrero de 1996

Realizada por Raúl Minchinela.

Transcrita por David Cuartielles


Francisco Ibáñez nos ha proporcionado alguna de las mejores escenas de nuestras primeras lecturas. Nadie puede negar que ha desarrollado un estilo personal e intransferible, ni que sus personajes han pasado a ser iconos de la cultura de masas nacional: Mortadelo puede vender gafas, promocionar impuestos estatales y aparecer en todo tipo de idiomas y continentes. Ibáñez, ese rey Midas del tebeo, accedió gustosamente a conceder esta ENTREVISTA en EXCLUSIVA para CONTRACULTURA. Disfrútenla.


Cc: Hay una cosa que me da mucho miedo y es que cada vez que te he escuchado entrevistado en radio o en televisión parece que te fuercen al arquetipo de persona divertida.

F.I.:No, no, eso no existe en absoluto.

Cc: Vaya, menos mal...

F.I.:Muchas veces lo que esperas en general es el tío cojonudo que te vas a reír con él y tal ... y no, eso ni mucho menos, ¿eh? El dibujante de historietas no es el clásico 'Chouman', no, ni muchísimo menos.

Cc: Es que esto va a ser bastante más relajado, espero ...

F.I.:Exactamente; y aquello de en casa del herrero cuchara de palo... ¿sabes? Muchas veces dice mi mujer: "Coñó, en la historieta pareces ser muy divertido, pero aquí hijo mío ..." Sencillamente eso, dice la verdad.

Cc:¿Cual es el tipo de humor que defiende Fr.I:?

F.I.:¿El que defiende? Bueno, el que hago concretamente, sin meterte en política ni sociedad ... lo mío es el humor blanco, lo clásico del Gag que te hace no reír, no revolcarte de risa, pero si pasar un rato agradable. La mejor recompensa del tipo de cómic que yo hago es la carta que te llega a veces, no de los niños -que son muy agradecidos- sino del señor mayor, el arquitecto, el médico, el ingeniero ,lo que sea, que dice: "... mira, después de un día lleno de problemas, cuando tengo la cabeza a punto de estallar, me cojo una página de las tuyas y me lo paso divinamente, y me duermo con ella, más relajado ..." Esa es la mejor recompensa que yo tengo, ahí va exactamente el tipo de historieta que yo tengo.

Cc:¿Todo vale para hacer reír?

F.I.:Depende de como se trate, claro. Ahí hay un ejemplo mío: cualquier defecto físico puede ser sangriento en sí mismo y puede tener gracia. Es lo que ocurría con el Rompetechos; yo he recibido muchas cart... bueno, no muchas, alguna carta de lectores, diciendo que no estaba bien que hicieran gracias de un tío que estaba medio ciego y, claro, yo a ese lector tenía que contestarle que no era que yo hiciera burla sangrienta de ese defecto puesto que el propio autor está en el mismo caso, que si va por la calle y le quitas las gafas, tiene que volver a casa de la mano.

Cc: Que nosotros sepamos, no has probado con cosas tipo teatro, cine ... ¿ser cómico ofrece ventajas, o es pura comodidad?

F.I.:No, bueno, yo muchas veces he pensado "pues podía escribir algo, podía hacer alguna cosilla, intentarlo", pero ocurre que tienes las veintiséis horas del día atareadas completamente en hacer esto. Y, como era una cosa que sí, pues te gusta, por aquello de decir que no me da tiempo y tal,... pero yo podía haber cogido cualquier otro tema, hasta el momento dado en que llega esa terrible carta del lector que dice: "esto no hay quien lo trague, esto no gusta, es un rollo ..." y tal. Cuando llega ese momento hubiera pensado: "la vena se ha terminado por este lado, vamos a ensayar por otro...", pero mientras sea todo lo contrario, mientras el público siga adicto al Mortadelo, al Filemón ... pues yo continúo con lo mío, porque a mi me gusta hacerlo, claro. Aunque, en determinados momentos, yo odie mi propia creación, mi propio personaje... pero lo odio cordialmente, mira, luego se me pasa.

Cc:¿Cuando propondrán a Francisco Ibáñez para el Cervantes?

F.I.:(risas) Yo nunca he querido premios, porque ocurría tiempo atrás, hace bastante tiempo, en nuestro antiguo régimen, que en cuanto una revistita de estas de humor recibía un premio nacional, esa revistita duraba cuatro días, se iba a hacer puñetas inmediatamente. Yo le cogí una cierta fobia a lo del asunto de premios. Para mi el premio de verdad es, sencillamente, lo que te decía antes, esa carta del lector mayorcito, o esa mirada del niño que cuando estas firmando ejemplares por la geografía española ves que te viene con una ilusión en la cara para que le firmes su ejemplar y te mira y lo coge y hasta te pone el dedo encima para al día siguiente poder decir: "... lo vi y era él y lo he tocado ...". Ese es el verdadero premio, lo demás no importa.

Cc:¿Cómo comenzó Ibáñez en el negocio de los tebeos? ¿Cómo aterrizó?

F.I.:Yo empecé muy tempranito. Yo tuve mi primera recompensa con cinco o seis años; no, no es broma, yo hice un dibujito entonces ... ¿Sabes aquellas revistas que tenían páginas de colaboración de los lectores? Que mandas un dibujito y si te lo publican y si es bonito te dan un premio... entonces, envié a una revista que se llamaba 'Chicos' que se publicaba en Madrid y, sí, me lo publicaron. No se el premio que me dieron, me parece que fue cinco duros del año cuarenta, un verdadera fortuna ... y se sigue prácticamente sin darte cuenta. Es una cosa que la llevas dentro y surge espontáneamente y no puedes ir a ningún aula, a ninguna universidad a seguir ninguna carrera, porque no existe; pero, sin embargo, tu has de seguir tu propia carrera trabajando y perfeccionando sin descanso, hasta que consigues publicar.

Cc: Hay un periodo de aprendizaje y un periodo en el que las cosas empiezan a funcionar desde el punto de vista del propio autor. ¿Cuando te dijiste a ti mismo: 'ya estoy empezando a funcionar, ya estoy dejando de aprender'?

F.I.:Es que yo eso quisiera poder decirlo algún día. Mira, yo siempre digo que puedo ser un gran historietista y estar bien considerado, ser prácticamente el número uno del país, pero yo seguiré diciendo aquello de "a mi lo que me gustaría es saber dibujar", sencillamente. Porque yo no soy dibujante, entiéndeme, yo soy un historietista del conjunto, un señor que hace dibujitos más o menos aceptable y un guión más o menos aceptable; unidos las dos cosas puede resultar un producto magnífico. El lector que coge una historieta nuestra no quiere ver una obra de arte, para eso se va al Prado; le interesa ver una serie de cosas que le entretengan, le hagan pasar un buen rato ... yo en ese punto creo que estoy perfectamente.

Cc: Es sabido que en Bruguera se fusilaban de mala manera revistas extranjeras, que se copiaba barbaridad, etc ¿A quién copiaba Ibáñez?

F.I.:Había temporadas en que era casi obligado, o sea, la propia editorial ya empezaba por fusilar formatos y tal. Mira, aquella famosa revista que fue el DDT, que duró muchísimos años, que tenía muchísimo éxito, no era más que una copia de una revista argentina que se llamaba 'Rico Tipo':la misma forma de portada, el mismo cuadrito arriba,...; entonces había un director que comercialmente era magnífico, ahora bien, artísticamente tenía sus manías y, en un momento dado, aquel hombre consideraba que el dibujante que estaba de moda era fulanito de tal y ese estilo habían de seguirlo todos. Lo cual era un error, porque ocurrió en el caso mío, cuando los personajes ya estaban introducidos y tenían su gloria y su fama, entonces, a los que venían detrás les pedían imitar el estilo Ibáñez, lo cual era estúpido, porque yo vi muchachos que podían haber despuntado, pero que se perdían al imitar un estilo que no era el propio. Esto era una estupidez: cuando ya se olvidó todo esto, es cuando Mortadelo cogió de verdad un verdadero empuje hacia arriba.

Cc: Sin embargo, si que ha habido rentabilidad, Sacarino es una especie de Gastón Lagaffe vestido de Spirou, o al revés, un Spirou actuando como Gastón Lagaffe, es decir, que, a pesar de todo, lo ha sacado de ahí ¿no?

F.I.:Esto era de la época del boom de los cómics belgas, cuando sacamos los cómics este parecido a tal, es parecido a cual,... como consecuencia de aquello si que se hizo el botones este. Pero aparte mira, sin que se me dijese nada, conseguí meter personajes que han tenido mucho más éxito que el botones, como eran, por ejemplo, Gotera y Otilio, Rompetechos, que a la gente le gustaban más que el Sacarino este.

Cc: A finales de los 60 el Mortadelo inicial sufre un cambio de estilo importante, ¿fue tan brusco como parece?

F.I.:Bueno, el cambio de estilo se produce continuamente. Lo que pasa es que el que lo va siguiendo un día por otro no se da tanta cuenta. Pero si tu coges de cualquier época una historietita del año sesenta y coges otra del año setenta, verás una diferencia bárbara. Y si coges a un personaje cuando nace y lo coges diez años después, la diferencia es, todavía, mayor. Siempre va evolucionando, aunque sea de una forma completamente inconsciente. Quizás la principal evolución del personaje fue cuando se dejó de hacer la típica paginita que era un chiste hinchado, el sistema antiguo de Bruguera: había que esperar a la última viñeta para que aquello te hiciera gracia entonces tu te metías toda la página para llegar a ese rábano al final y no valía la pena. El cambio fue cuando yo dejé de hacer ese tipo de historieta y pasé a poner una nueva cosa cada dos o tres viñetas -situación cómica, sketch, gag, o como te de la gana llamarlo- ...aquello atrajo mucho más a la gente, ese cambio de personaje que al principio era un disfraz y luego se convirtió en transformista, la forma de hablar del personaje y, últimamente incluso, el meter al personaje en todas las situaciones que aparecen normalmente en la prensa, por ejemplo meter a Mortadelo y Filemón a que expliquen que rábanos es eso de Maastrich, ... eso, aunque sean los mismos gags, por aquello de estar metidos en un tema de actualidad, da una cierta frescura al personaje.

Cc: Vuelvo a la pregunta de antes .... ¿Cuando Mortadelo comenzó a funcionar, supongo que a partir de las historias largas, recibió el respeto de los autores o sólo a nivel empresarial? ¿La gente con la que trabajaba en Bruguera vio a Ibáñez un poco mejor a partir de éxito que consiguió con Mortadelo?

F.I.:No, bueno, tienes que darte cuenta de una cosa, dentro de la profesión, o sea, nosotros nos vemos muy poco, y quizás por eso estamos muy bien avenidos. Los autores, tanto cuando estábamos en Bruguera, como donde haya sido, nosotros los dibujantes, los compañeros de profesión, a lo mejor nos vemos una vez a la semana, cuando hacemos como la modista que mete la ropa en el pañolón y se la va a llevar a donde trabaje, pues nosotros exactamente lo mismo, metemos las páginas en la cartera, vamos a la editorial, en aquel momento coincides con otros compañeros dibujantes y lo que hacemos es celebrarlo y nada de respeto ni puñetas, ir al bar y contar chistes y hacer el burro y el trabajo se queda allí. Por eso te digo que estamos todos muy bien avenidos, quizás si trabajáramos todos, codo con codo, y tuviéramos aquello del sistema de hacer la gran empresa, la gran oficina ... quizás tuviéramos nuestros piques y nuestras cosas, pero esto no es en absoluto.

Cc:¿Cuando nació el estudio Ibáñez? ¿Desde el principio? Ibáñez tenía sus ayudantes ...

F.I.:Ah, bueno, eso si. Mira, hace una temporada, tampoco una temporada larga, que yo hacía mis veinte páginas semanales. Eso cuando, fuera del país, hay gente que sólo hace un par y eso ayudados de otros que les hacen el guión y los fondos y ... Yo me lo hago todo solo, y lo peor de todo, el guión. Aquello que te sientas en la silla y si ya has empezado, pues mira sale inmediatamente, y si tienes una nubecilla en el cerebro pues tardas más, y si tienes un cirro-cúmulo pues puedes tardar lo tuyo ¿no? Yo he tenido que hacerlo todo, prácticamente. La máxima ayuda que he podido tener no es el clásico negro que hay en literatura que escribe la novela y luego la firma otro, no, yo he tenido todo hecho -el guión, dibujos, todo hasta la última rayita, hasta el último punto,... - y he cogido a un señor que dibuja muy bien, pero que no tiene esa capacidad para narrar y me ha ayudado en la última fase de la historieta, el pase a tinta, nada más. Eso quisiera yo, alguien que desde el principio te va a ayudar.... no, no se dan en absoluto. Sin embargo, en Bruguera, en la última época, cuando yo ya rompí con ellos, hasta tenía algún pleito pendiente, ellos cogieron una serie de gente: uno hacía el guión, otro lo dibujaba alápiz, otro la pasaba a tinta ... imagino que otro la leía, porque el resultado fue nefasto, era horrible. Con la nueva editorial yo he procurado retirar del mercado aquellas páginas que no estaban hechas por mi, ni pensadas por mi, y que sólo queden aquellas que yo he iniciado y terminado aunque sean antigüedades. Yo no me arrepiento, para mi tiene un valor. Ahora bien, es completamente distinto las cosas hechas por terceros a las hechas por uno mismo.

Cc: Llevas veinte años con historietas de éxito y no tienes entintadores, o bien esa gente que te rellena los bocadillos, que hagan cosas que te quitan tiempo y que, en realidad, puede hacer otra gente ...

F.I.:No, no, lo que te he dicho antes. Sólo para el tramo final. Por ejemplo, en portada y todo eso, yo no recurro a segundos, porque se presta a muchas cosas que a mi me gustan, por ejemplo, por los detalles en segundos y hasta cuartos términos, que les gusta al público y porque yo también me recreo con esas cosas.

Cc:¿Guardas los originales...?

F.I.:Ahora sí, antes no, en la época de Bruguera no. Se lo quedaban todo, eran propiedad de la editorial los originales, los dibujos, los guiones y hasta el propio dibujante. Por suerte aquello ya pasó.

Cc:¿Alguno de tus secundarios ha conseguido ser conocido por derecho?

F.I.:Bueno, si, ha habido alguno que sí hacía sus cosas aparte, alguna historieta y tal. Ahora, que fuera un boom dentro del mundo de la historieta, no ha pasado nunca.

Cc: A Carlos Giménez, en una entrevista del 72, le preguntaron:"qué te gustaría ver en tebeo", y contestó: dijo "una fábula dibujada por Ibáñez", porque le encantaba como dibuja Ibáñez los animales. No has probado distintos tipos de historieta... ¿Por falta de ofertas? ¿Por falta de interés?

F.I.:Mientras tu personaje está arriba, no puedes dedicarle tu atención a otra cosa. Sería una estupidez abandonar al personaje que atrae a una cantidad de público tremenda. Cuando estaba en la otra editorial, precisamente, que no hacía sólo al Mortadelo, sino también al Gotera, al Sacarino, al Rompetechos, la 13 Rue del Percebe -que se apartaba completamente de lo que era una historieta- y luego hacía una serie de páginas de chistes sobre algún tema determinado ... Entonces era un trabajo bastante variado y no tenías la monotonía del propio personaje. E incluso dentro de un mismo personaje, como buscas siempre temas y escenarios distintos, tampoco es tan monótono como parece.

Cc:¿Los álbumes de 44 páginas, fue una decisión tomada por tu cuenta, o tuviste que discutirlo con la editorial?

F.I.:No, esto venía impuesto ya, por la comercialización del artículo, porque es una costumbre, no se porqué, en toda Europa, que los álbumes sean de 44 páginas, me parece que tiene algo que ver con el tamaño y el número de hojas,... es una cuestión industrial buscando el mejor resultado con el mínimo coste.

Cc: Esta usted presente en muchos idiomas...

F.I.:Si, he traducido, se ha publicado en toda Europa, también en sudamérica, incluso en algún país de esos africanos que fueron de dominación europea, bajo el ámbito de Francia, Bélgica ... Donde más éxito ha tenido es en Alemania, ha tenido un éxito loco. Esto es una de las cosas que también se discutían allí en la antigua editoral, que cuando yo les decía que vendiesen fuera, igual que los de fuera hacen con nosotros, me respondía el señor director que el humor noruego, etc., no tenía nada que ver con el humor español, a lo que yo le respondía que el humor es bueno o malo, distrae o no distrae, que los cómics eran como esos clásicos de Harold Lloyd o del Gordo y el Flaco, que gustaban en todas partes. Y efectivamente, cuando se consiguieron colocar los primeros Mortadelos, los demás fueron como rosquillas.

Cc: Sin embargo, traducir Mortadelo al Alemán debe de ser un infierno, hay cantidad de juegos de palabras ... por ejemplo, Rompetechos lo considero casi imposible, ¿no?

F.I.:Precisamente, ese que nombras, a pesar de lo que gusta, no se ha podido publicar fuera porque, claro, no son solamente juegos de palabras -a los que se puede buscar similitudes y se pueden aprovechar- sino que, como eran confusiones con rótulos de calles, establecimientos, etc., esto ya era imposible de hacer. Fue un personaje que, a pesar de ser uno de los que más gustaban, no pudo salir del país por culpa de eso. Ahora, en cuanto a los demás, mira, en primer lugar yo procuro hacer el menor número de juegos de palabras posibles y, si hago alguno, es respetando que va a tener su transcripción en el idioma del país en el que se va también a publicar. Y, sobre todo, encontrar en cada país, en particular para el caso de Alemania, un traductor que no se limite a la traducción literal, sino que él, a su vez, pueda, en su propio idoma, encontrar algo que tenga su gracia. Yo no entiendo el alemán y entiendo que habrá cosas que estarán diametralmente opuestas a lo que yo he dicho inicialmente, pero están dichas con gracia, ¿no? Creo que una historieta de un país que se publica en otro, el 50% del éxito de la historieta en ese otro país es del traductor.

Cc: O sea, que no supervisas las traducciones, dejas el hijo y que lo traduzcan como buenamente puedan ...

F.I.:No entiendo ni torta.

Cc: No se, ¿tiene cierta conciencia de ser más apreciado fuera que dentro de España?

F.I.:Yo no me quejo, aquello de no soy profeta en mi tierra, yo no lloro nunca, no soy labrador. Yo nunca digo lo de "ay, si estuviera allí ..." Y sí, se que en Alemanía están teniendo un éxito tremendo, quizá incluso más que aquí. Yo voy allí una vez al año, cuando hacen la feria de Francfort, a firmar ejemplares y todo eso y, años atrás, se celebraba la aparición del número cincuenta millones. Allí se llaman 'Clever und Smart' y tuvieron un éxito loco, lo que no quiere decir que si yo hubiera estado en Alemanía las cosas hubieran ido mejor, ni mucho menos. Yo ni me quejo, ni lloro, ni tengo el pañuelo en el ojo nunca.

Cc: Se da una imagen de que Ibáñez esta un poco relegado, porque vende. Un ejemplo, en cierta enciclopedia del cómic se ponen ejemplos de prácticamente todos los autores, menos de Ibáñez.

F.I.:Si, yo también me he dado cuenta, siempre que se habla de Cómic, se recurre a otros autores, pero yo no tengo en cuenta eso porque me imagino que quien habla de Cómic, el crítico, se fija más en la forma que en el fondo, más en el dibujo de una página en vez de en lo que se comunica ... ya te he dicho antes, que, a mí, me gustaría saber dibujar. Es posible que, en parte, se deba a eso. Por otra parte, están también los pecados capitales: la envidia tiene aquí su razón de ser, pero jamás me ha preocupado en absoluto.

Cc:¿Cuando tomaste la decisión de romper con Bruguera y pasar a Grijalbo?

F.I.:Bueno, era un momento en que las cosas estaban muy tirantes; había una serie de formas de explotar al personaje de las cuales al autor no le llegaba nada. También comenzó a pedirse mucho trabajo, y, llego un momento en que vino la ruptura completa y pasé a tener un pleito con Bruguera que se prolongó durante tres o cuatro años ... estuve a punto de comprarme un piso al lado del palacio de Justicia, porque era un continuo ir y venir de Jueces, secretarios ... pero, al final, se arregló todo como tendría que haberse arreglado desde un principio. La nueva editora cogió los fondos de Bruguera, que era Ediciones B y llegamos a un acuerdo, me dieron un beso en la frente, aquí no ha pasado nada ...

Cc: Luego hablaremos del proceso, que seguro ha sentado precedentes; pero estábamos cuando salto a Grijalbo, ¿cómo nació Guai?, o sea, ¿la revista apareció porque Ibáñez se iba de Bruguera?

F.I.:Sí, exactamente, yo no pensé solamente en el personaje, aquel trío de 'De Profesión sin Empleo', también el nombre de la revista: allí saque un versión corregida y aumentada de la '13,RUE', que me gustaba mucho, a doble página, que aunque parecía no dar mucho trabajo, no era así, ya que en cuestión de guión era complicada, cada casilla por separado ... pero, como gustaba al público, pues volví a hacerla. Allí prácticamente lo creé yo todo. Luego venía también mucho del exterior, se compró mucho material belga, muy bueno, pero que aquí, a la larga, no llegó a gustar, no sé porqué. Yo recuerdo cuando era pequeño que se publicaban los cuadernos de 'Roberto Alcazar y Pedrín', 'El Príncipe Valiente', etc, malos de presentación y que se vendían mucho más que las aventuras de Superhéroes que llegaban de Estados Unidos. Otro ejemplo es hacer un viñeta que ocupe el espacio de cuatro, a la hora de la realización cuesta como ocho, pero el público se queja de que se les roba viñetas, que para eso pagan. Hay que tener muy en cuenta el posible gusto del público.

Cc: Ese es otro punto curioso, los personajes creados para Guai, no tuvieron tanta aceptación como los de Bruguera, ¿se le ha ido Mortadelo de las manos, o son los años los que hacen que un personaje sea cultura popular?

F.I.:No: en aquel momento, como era una revista nueva, yo estuve pensando mucho tiempo ¿que hacer allí?, hasta que pensé en eso del Sin Empleo, porque imaginé que sería una cosa que conectaría con el público en general. Fue simplemente eso, hacer algo que estuviera a la orden del día, en la calle, que todo el mundo tuviera ese problema, todo esto claro, como ocurre con el 'Rompetechos', no por el lado malo, sino por el lado cómico.

Cc: La situación Mortadelo es algo que la gente no conoce, no llegó a la prensa. Un personaje que vende, que es tan conocido ... ¿Cómo es que todo el pleito sobre los derechos no es conocido por la gente?

F.I.:Llegó muy poco, si. Lo que ve todo el mundo es la pura Iglesia, la Pantoja, al Barça ... nunca puedes pretender que una revistita como esta, que vende lo que vende, no va más, se haga tan conocida.

Cc: Explica un poco para la gente lo que sucedió en todo el proceso Bruguera.

F.I.:Fue simplemente que, cuando la tirantez se hizo absoluta, cuando no había manera de mantenerlo, pues fue simplemente un trámite para ellos el presentar un pleito para tratar de recuperar los derechos de autor de los personajes. En su día Bruguera tenía la costumbre de coger los personajes y darles su propio nombre a espaldas del autor. Era una cosa que había que aceptar o no trabajabas, sencillamente. Se hizo un pleito, no para recuperar esas marcas y tenerlo colgado en la pared de la habitación sino para poder llegar alguna vez a un acuerdo con otro editor. Ahora que, como el trato entre los editores vino directamente sin pensar en marcas ni nada, se desistió de aquel proceso, se dejó correr antes de que trajera más tiempo, más males de cabeza, más gastos ... y como se había llegado a la finalidad buscada, sin necesidad de tener marcas ni nada ... pues ya está.

Cc: Si que hubo una sentencia y que, además es un punto de referencia para todos los autores actuales. ¿Qué supuso que Bruguera se quedase el nombre y pudiera publicarlo en un revista y tu el derecho a usar los personajes, que te permitió crear la revista 'Yo y Yo'?¿Cómo fue la época del 'Yo y Yo'?

F.I.:Aquello fue también un intento cuando parecía que la solución al proceso era mía. Fue quizá un poco precipitado, luego se vió que por parte de Bruguera se ponían contra él por el hecho de que el proceso no estaba cerrado y había posibilidades de embargos, así que se frenó esperando mejores tiempos. Luego vino el contacto con la nueva editorial y el pequeño trato con Grijalbo por dos o tres años quedó aparte completamente y se pasó a una producción más en serio, más masiva.

Cc: Incluso en los finales de los ochenta, redunda un poco la influencia del proceso en el interés de las historias, ¿no? Incluso firmas distinto, cambias el tipo de letra,... ¿tú te notaste repercutido por todo este proceso?

F.I.:Bueno, lo del final de los ochenta es cuando los tratos con Bruguera iban muy mal. Fue cuando salió toda una cantidad de material hecho por otras personas y hecho de cualquier manera. Esa época estuvo ahí, que se le va a hacer, yo no he conseguido quitarlo todo de el medio hasta ahora, no se si todavía queda algo por ahí.

Cc:¿Qué está haciendo ahora Ibáñez que está tan ocupado?¿Qué se trae entre las manos ahora? Porque después de ver la campaña de Hacienda, cualquier cosa.

F.I.:Mortadelo, Mortadelo y más Mortadelo. No ocurre como en otros lugares, que los historietistas sólo tienen que sacar un par de álbumes de cuarenta y cuatro páginas cada año. Incluso mira el caso de Uderzo (nota: el antes dibujante y ahora autor completo de Astérix), que se ha llegado a tomar más de un año para sacar un solo álbum. Aquí, quizá porque las condiciones del mercado lo exigen, cada dos meses hay que sacar un nuevo álbum. O sea, que hay que trabajar mucho ...

Cc:... también lo agradecemos ...

F.I.:¡Menos mal!, ¡Me ensanchas el alma!

Cc: Tengo oído que hay una especie de revista francesa que trata de grandes autores, "Les Cahiers du Bande Designee" ¿Han tratado sobre Ibáñez?

F.I.:No tengo ni idea. Bueno si, hay una especie de fanzine de alguna editorial que habla de todos los autores de Europa y EE.UU. donde habla de uno de los grandes autores de la época franquista y lo que ha conseguido luego... esto si que lo he visto alguna vez. Ahora, no me preguntes qué revista era, porque no tengo ni puñetera idea, vamos.

Cc: Lo has dicho antes de pasada, pero quizá lo repitas ahora, ¿cual es la situación del cómic en España?

F.I.:Hay crisis de verdad, la verdad es que se comporta como unos dientes de sierra. Antes estaba en todo lo alto, en nuestro periodo anterior, cuando eran épocas de mayor crisis, etc. En aquellos momentos, no se por qué, pero se vendía todo lo extraordinario, los números gigantes, no se si era porque la gente quería distraerse más porque estaba ya hasta las narices de lo que ocurría. Había un montón de dibujantes trabjando aquí en Barcelona pero todos que se han quedado sin trabajo.


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