He practicado mucho últimamente la pintura abstracta, extremadamente
abstracta, sin pincel, sin pintura, sin lienzo. Sólo la pienso.
Tengo la colección de conchas más grande del mundo. La guardo
en todas las playas del mundo. Igual la habéis visto.
Mi reloj adelanta tres horas y no puedo arreglarlo. Así
que voy a irme a vivir a Nueva York.
Me gusta patinar por el otro lado del hielo.
Hay un interruptor en mi casa que no hace nada. De vez en
cuando lo enciendo y lo apago para asegurarme. Ayer me llamó una mujer desde
Alemania. Me dijo: “Basta ya”.
Tengo un mapa de los EE.UU.... tamaño real. Dice: “escala
1km=1km”. Pasé el verano pasado desplegándolo. También tengo un mapa escala
real del mundo. Casi nunca lo desenrollo.
Qué pequeño es el mundo, sí, pero no me gustaría tener que
pintarlo.
No puedes tenerlo todo. ¿Dónde ibas a meterlo?
Cuando muera, voy a donar mi cuerpo a la ciencia ficción.
Fui al banco a pedir una tacita de dinero. “¿Para qué?”,
me dijeron. Dije: “para comprar azúcar”.
Fui a un banco que decía: “operaciones bancarias 24 horas”,
pero no tengo tanto tiempo.
Acudí al museo donde guardan todos los brazos y las cabezas
de las estatuas que están en todos los otros museos.
Una vez fui a un museo donde todas las obras estaban hechas
por niños. Todos los cuadros estaban pegados con imanes en puertas de frigorífico.
Fui una vez a un cine para coches, pero fui en taxi. La
película me costó 10.000 ptas.
La última vez me echaron del cine por llevar mi propia comida.
Yo aludí que los precios en los bares de dentro son intratables. Además, hacía
mucho tiempo que no me hacía una barbacoa.
Hay una tienda de pizzas cerca de mi casa que sólo vende
porciones. Si te asomas por la puerta trasera verás a un tipo lanzando al
aire un triángulo.
Fui a una verdulería de 24 horas. Cuando llegué allí, el
tipo estaba cerrando la persiana. Le dije “¡Eh, el letrero dice ‘Abierto 24
Horas’!”. El dijo: “sí, pero no seguidas”.
Fui el otro día a una tienda de ropa y se me acerca un dependiente.
Dice: “¿puedo ayudarle?”. Digo: “sí, ¿tenéis algo que me guste?”. Dice: “¿Qué
quiere decir con si tenemos algo que le guste?”. Digo: “Tú has empezado esto”.
Ayer hubo un apagón en unos grandes almacenes. Veinte personas
quedaron atrapadas en las escaleras mecánicas.
Por navidad, le regalé a mi hermano papel para envolver
regalos. Fui a caja central y pedí que me envolvieran para regalo el papel
para envolver regalos, pero con otro papel para que mi hermano no supiera
cuándo dejar de desenvolver.
Tengo en casa una chimenea-microondas. Ayer pasé la tarde
frente al fuego en dos minutos.
Hoy me he equivocado al llamar por teléfono... La otra persona
me dice “diga”; le digo “hola, ¿puedo hablar con Carlos?”; me dice “eh...
no creo... sólo tiene dos meses”; le digo “bueno, esperaré”.
Me iba a grabar en cinta un par de vinilos que me dejaron
pero puse los cables al revés. Borré todos los discos. Cuando se los devolví
a mi amigo me dijo “eh, estos discos están en blanco”.
Me he leído el diccionario. Creo que es un poema acerca
de todo.
Estoy escribiendo una autobiografía no autorizada.
He escrito unos cuantos libros para niños... no a propósito...
Acabo de salir del Hospital. He tenido un accidente de lectura
rápida. Me encontré con un marcador de página y salí volando por la habitación.
La gente de mi edificio está loca. El tipo que vive encima
mío diseña bolas de pelo sintéticas para gatos de cerámica. La mujer que vive
enfrente intentó robar unos grandes almacenes armada con una pistola de poner
adhesivos de precios. Dijo “deme todo el dinero de la caja, o le bajo el precio
a toda la tienda”.
El otro día tuve un apagón en casa y tuve que usar el flash
de mi cámara para poder ver. Hice un bocadillo y saqué cincuenta fotografías
de mi cara.
Verónica y yo vivimos en una casa que funciona con electricidad
estática. Si quieres encender la batidora, tienes que frotarte globos contra
el pelo. Si quieres cocinar, te tienes que sacar el jersey muy, muy rápido.
Tengo mi casa en la mediana de una autopista. No es molestia,
excepto que tienes que salir de casa a 120 Km/h.
He conectado las luces de freno al acelerador. Piso a fondo,
los coches de atrás frenan, y ya me he ido.
He cambiado los faros de mi coche por luces de discoteca.
Ahora parece que sólo me muevo yo.
Toco la armónica. Sólo puedo tocarla yendo en coche muy,
muy rápido y sacándola por la ventanilla. Me han arrestado tres veces por
ensayar.
Le puse un motor nuevo a mi coche, pero olvidé sacar el
viejo. Ahora corre a 800 Km./h. La armónica suena *que te cagas*.
Estuve viendo las 500 millas de Indianápolis, y sigo pensando
que si hubieran salido antes no tendrían que ir tan deprisa.
Tuve que para el coche un rato. Las ruedas empezaban a marearse.
Tengo un contestador automático en el coche. El mensaje
dice: “estoy en casa ahora, pero puedes dejar un mensaje y te llamaré cuando
salga”.
El año pasado me recorrí el país en coche. Ibamos dos, y
nos turnábamos para conducir... cada medio kilómetro. Sólo teníamos una cinta
para escuchar en todo el viaje. No recuerdo cuál era.
Me gusta coger autoestopistas. Cuando suben les digo “ponte
el cinturón; quiero intentar algo. Lo vi en los dibujos animados, pero creo
que puedo lograrlo....”
Estabamos en Utah cuando nos arrestaron por no cruzar en
verde. En el juicio nos declaramos “quizás”. Le pregunté al juez si sabía
la hora, la sabía, y dije “no hay más preguntas”.
Cuando me aburro me gusta irme a un barrio periférico, ocupar
un excelente lugar de aparcamiento y contar cuántas personas me preguntan
si me voy a ir.
Yo fui piloto de líneas aéreas. Me despidieron porque siempre
me dejaba las llaves en el avión. Me pillaron en una escalera de seis metros
con una percha en la mano.
Un amigo mío practica la acupuntura-vudú. No tienes que
ir a la consulta; simplemente vas por la calle y de pronto... oooooh... qué
bieeeen...
Me gustaría cantar una canción sobre una antigua novia.
Se titula: “La encontrarán cuando sople el viento porque no pienso barrer
las hojas hasta primavera”.
Odio cuando se me duerme el pie durante el día porque eso
significa que yo voy a estar despierto toda la noche.
Estuve intentando soñar despierto, pero mi mente no dejaba
de vagar...
Mi compañero de cuarto tenía como mascota un elefante. Luego
lo perdió. Está ahí, en el apartamento, en algún rincón.
Me compré un perro el otro día. Le puse de nombre “quédate”.
Llamarle es muy divertido: “Ven aquí, Quédate” “Ven aquí, Quédate”... se volvió
loco. Ahora me ignora y sigue tecleando.
Le puse unas lentillas a mi perro que tenían dibujitos de
gatos. Le quité una y aún está corriendo en círculos.
Hay una separación muy fina entre estar pescando y estar
de pie en la orilla con pinta de imbécil.
Si no eres parte de la solución eres parte del precipitado.
(Mostrando un vaso de agua) Lo he mezclado yo mismo: dos
partes H y una parte O. No me fío de nadie...
Dicen que el cuerpo humano es 98% agua. Estamos muy cerca
de ahogarnos (coge su vaso de agua del taburete) ...me gusta vivir al límite...
He comprado un poco de agua en polvo, pero ahora no sé qué
añadirle.
Me dieron a luz mediante cesárea. No es algo de lo que os
podáis dar cuenta fácilmente, quitando mi manía de salir siempre de las casas
por la ventana...
Cuando era un bebé, escribía un diario, Hace poco estuve
releyéndolo. Decía: “día uno: aún estoy cansado por el traslado; día dos:
todo el mundo me habla como aun idiota...”
Un amigo mío tiene un bebé. Estoy grabando todos los ruidos
que hace para preguntarle luego qué quería decir.
El otro día me iba a suicidar, pero no lo debía pensar muy
en serio porque me llevé una toalla de playa.
Un día miré por la ventana de mi apartamento y vi un pájaro
con deportivas que llevaba una chapa que decía “no vuelo a ninguna parte”.
Le dije “¿Qué te pasa, amigo?”. Dijo: “Estoy harto de esto: invierno aquí,
verano allá, invierno aquí, verano allá,... no sé quién ideó esto pero desde
luego no era un pájaro”. Le dije: ”Bueno, me estaba haciendo el desayuno,
vamos, entra. ¿Te apetecen unos huevos? Oh, perdona”.
El otro día vi un creativo de publicidad subliminal, pero
sólo un segundo.
Los factoriales son el único intento para lograr que las
matemáticas llamen la atención.
¿Cuál es la menor edad a la que se puede morir de viejo?
Si fueras a dispararle a un mimo, ¿usarías un silenciador?
Puedo levitar pájaros. A nadie le importa.
Mujeres... no puedes vivir con ellas... no puedes pegarles
un tiro...
Si todas las naciones tienen deudas, ¿dónde ha ido a parar
el dinero?
¿Con qué funcionan las pilas?
Rompí un espejo y me cayeron siete años de mala suerte,
pero mi abogado dice que puede bajármelos a cinco.
Los Stones. Me encantan los Stones. Los veo siempre que
puedo. Pedro, Pablo,...
No importa a qué temperatura está el ambiente, siempre está
a temperatura ambiente.
Tengo dos fotografías muy especiales. Una es una foto de
Houdini dejándose las llaves dentro del coche. La otra es una foto de Norman
Rockwell pegándole a un niño.
El otro día rellené un formulario. Ponía: “en caso de emergencia
avisar a...” y puse “médico”. ¿Qué iba a hacer mi madre?
Me pegué toda la noche jugando al póker con una baraja de
tarot. Saqué una escalera de color y murieron cuatro personas.
El cerebro es un órgano estupendo: comienza a funcionar
en el momento en que te despiertas y no deja de hacerlo hasta que entras a
trabajar.
El otro día adelantaron los relojes una hora y el sol se
confundió. Salió dos veces. Ahora todo tiene dos sombras.
Hay gente que piensa que Jorge es un tipo raro porque tiene
las patillas detrás de las orejas. Yo creo que es un tipo raro porque todos
sus dientes son falsos y aún con todo lleva aparato de ortodoncia. Jorge es
locutor de radio: cuando camina bajo un puente dejas de oírle cuando habla.
El otro día estaba en una aduana y me preguntaron si llevaba
armas de fuego. Contesté “Vale, ¿qué necesitáis?”
Quiero un tatuaje de mi mismo en todo el cuerpo, pero cinco
centímetros más alto.
Yo fui en el primer submarino. En lugar de periscopio tenía
un caleidoscopio. “¡Estamos rodeados!”
Cuando cumplí dos años estaba realmente nervioso porque
había doblado mi edad en un año. Pensé, “si esto sigue así, cuando tenga seis
años tendré noventa”.
Puse café instantáneo en el microondas y casi fue atrás
en el tiempo.
Me gustan las tazas. Me he comprado un juego de café descafeinado.
Vi un cartel en una gasolinera: “se busca empleado”. Debajo
ponía “autoservicio”. Así que me contraté, me nombré jefe, me aumenté el sueldo,
me pagué y abandoné la empresa.
En casa coloqué el aire acondicionado al revés. Se enfrió
el exterior. El hombre del tiempo de la tele estaba muy confundido: “Se suponía
que hoy iba a hacer calor”.
El otro día estaba en una aduana y me preguntaron si llevaba
armas de fuego. Contesté “Bueno, ¿qué necesitáis?”
Hace poco tuve en el casino una larga discusión con el encargado
de la ruleta acerca de lo que cada uno de nosotros entendía como “número impar”.