«corta los hilos que te atan…» dice la camiseta de guifi.net

Las ciudades se pueden tragar sus bibliotecas y sus plazas duras y sus autovías de cinco carriles.

La comarca de Osona (Barcelona) tiene la mayor red inalámbrica libre del mundo, no universitaria o empresarial, que conecta gratuitamente a más de 3.000 personas.

Los habitantes de Osona saben lo que sabemos los ciudadanos y lo que los políticos pretenden que enviemos: que igual que es público el gasto del asfaltado de las calles y el uso de las mismas, tiene que ser público el gasto de la internet. Si la calle que me lleva al ministerio de educación es libre, también lo ha de ser la que me lleva al ministerio.es. Y en ambas calles me encuentro con amigos, venden pornografía, y habitan personas con las que mejorar el mundo.

Y cuando digo público, no quiero decir que se pague a través del ayuntamiento. Sino a no obligar a cada individuo a que pague su metro cuadrado de asfalto, pagando cada uno por separado al de la apisonadora, y al de la hormigonera. Al por mayor las cosas son más baratas y más efectivas. Eso es civilización.

La comarca de Osuna hace lo que «no pueden hacer» ciudades como Barcelona o Madrid, que se dicen solventes. Los chicos del pueblo, aquí, son los más civilizados. Ese que aplaude soy yo.