(estraido de la "Enciclopedia del Cine Español", por Bilbaíno Casas. Publicada originalmente por entregas en el diario El Alcázar).
(...) Hablar de la filmografía de Berlanga es desagradable, aunque no tanto como su despreciable ideología. Su técnica para hacer reir a los desalmados -porque maldita a mi la gracia que me hace- es acumular mil y un personajes, a cual más purulento y miserable, en el reducido espacio de la pantalla y revelar sus más sucios instintos con unos diálogos impresentables que ponen en entredicho el espíritu de nuestra floreciente patria.
En sus tramas el leit-motiv (qué apropiado aplicarle una palabra que suena a ruso) es siempre la humillación, preferentemente de los pobres frente a los ricos y los curas. Por otra parte, parece que le divierta la existencia de la censura, a los que regatea alegremente ante la palurda admiración del público. Así pues, muchos diálogos, mucha hiel, planteles amplios, ausencia de protagonistas centrales frente a legiones de secundarios y sobre todo una falta absoluta de personajes positivos son las vitolas que identifican las joyas del señor García.
Esto nos lleva al tan traido "humor negro" de Berlanga, que no es sino el ataque indirecto a todo lo que se mueva y siempre de la forma más cruel, insensible y descarnada posible. Su máxima bien podría ser "todo vale, nada es sagrado, España es miseria".
Asombrosamente, en su pasaporte pone "español".