La pasión por no ser denunciado
Viernes, 28 de octubre de 2005
Les propongo una visita a la web Arte Ilegal, que incluye obras de gente como el cantante David Byrne o el grupo The Residents. Es representativa del momento actual por varios motivos:
El equipo Crónica tenía las ideas muy claras y siguen frescos, frescos
b- La galería se remite específicamente a torear un miedo completamente actual: el miedo a los abogados. El miedo a las demandas, a los juicios, a vernos abocados en un proceso legal que peude acabar con nuestra economía o con nuestros huesos. El miedo a los abogados es una cosa ajena, norteamericana, que hemos adoptado via medios. Lo miramos y nos es familiar e incluso arriesgada, pero sólo si dibujamos el supuesto peligro de jurisprudentes enrabietados. Toda la galería de arte ilegal es uin canto al recortador de abogados, una variante del recortador de vaquillas, que también vale tanto más cuanto más se arrima.
c- Nos sentimos menos cercanos a un guerrero del antifaz sobre el Guernika, que a una visible variante de Mickey rogándonos que no le denunciemos. Hagan la prueba con sus congéneres. Si es necesario, utilicen el término «arriesgado» para que lo apliquen a una u otra obra.
Estamos viviendo una época en la que la creatividad se ocupa tanto, o más, de no ser perseguida como de sorprender y entretener a los congéneres. Y acabamos valorando más al mickey que al guerrero. Al menos funciona con las personas cercanas a las que les comparo «arte ilegal» frente a las obras del equipo crónica.
Los abogados han entrado por las pantallas de la tele en el arte contemporáneo. Quizá en breve, arte se definirá como «la habilidad para no ser tocado por un letrado». Guantes blancos para miedos ficticios.