El bastardismo es tan inmediato en el oido como en el ojo

Los que en los noventa pronosticaban “el pop se comerá a si mismo”, acertaron en la receta pero fallaron en las consecuencias. Este lema proponía que, dado que las canciones pop repiten esquemas constantemente, tarde o temprano aparecería una canción que acumulase todas esas buenas ideas perpetuamente recicladas, colapsandolas. Los pinchadiscos encontraron el método experimental cuando decidieron que no bastaba con poner una canción detrás de otra y se esforzaron en encajar velocidades, incluir muestras del tema próximo, superponer partes de una canción sobre la siguiente. El extremo fue conseguir que una canción se montara sobre otra completamente, durante toda la extensión de ambos cortes, como dos medias naranjas. Sumar dos canciones para conseguir una.

El pop bastardo consiste, en su forma más simple, en encajar la voz de una canción sobre la base instrumental de otra. El efecto se incrementa cuando son dos canciones de estilos muy distintos, y brilla especialmente cuando una de las canciones es un tema célebre y respetado mientras que el otro es un tema considerado de usar y tirar, de pop-chicle. El nombre de bastardo le viene al pelo, porque los abogados de las canciones originales reniegan insistentemente de los hijos, aunque no hacen ascos en fabricar fotocopias de sus hijos ilegítimos. La música bastarda lleva un lustro siendo la última moda en música, pero una moda que no se quema: pocas piezas llegan a las tiendas y rara vez se escuchan en las radios.

El pop bastardo encontró su detonante con el “Golpe de genio” con el que Roy Kerr (alias Freelance Hellraiser) unió “Hard to Explain” de los Strokes con la voz de “Genie in the bottle” de Christina Aguilera. Los originales iban destinados a públicos diametralmente distintos, y la suma final, contra todo pronóstico, tomaba lo mejor de ambos bandos y producía una gema mejor que las canciones originales. Ese fue el detonador, pero la bomba explotó en Bélgica, donde los hermanos David y Stephen Dewaele, tras el seudónimo-protesta de “demasiados djs” aplicaban el concepto del pop bastardo a emisiones enteras, más allá de la canción individual. Sus imprescindibles programas “Anunciado en Radio Soulwax” reescribieron las reglas del pinchadiscos. Sus sumas de los punks Stooges con las raperas Salt’n’Pepa o los rockeros Nirvana con Beyoncé Knowles y sus Destiny’s Child, son rompepistas contrastados. En tiendas solo se puede encontrar el volumen 2 de “As heard on Radio Soulwax”, por motivos legales; en el aspecto comercial el estilo ha demostrado funcionar muy bien.

Dos casos ilustran el éxito comercial del pop bastardo. Uno es la suma de Girls on Top “We don´t give a damn about our friends”, que tuvo un eco extraordinario. Los dueños legales de las piezas originales vetaron la pieza, pero permitieron que el grupo Sugababes grabara su versión, con una producción diseñada para que la pieza fuera indistinguible del original bastardo. La fotocopia -intenten diferenciarlas con el oído-, un plagio legal de una mezcla ilegal, encabezó las listas de ventas en toda Europa. Más significativo fue “Grey Album”, con el que DJ Danger Mouse rehacía completo un disco del rapero Jay-Z con trozos extraídos exclusivamente del álbum blanco de los Beatles. El disco es extraordinario, pero fue decretado como impublicable. Activistas de la red organizaron el “martes gris” en respuesta a lo que consideraban un ataque a la libertad de expresión: el álbum tuvo cientos de miles de descargas. La empresa discográfica, por su cuenta, decidió rehacer el álbum a su manera emparejando al rapero con el grupo Linkin Park, con un resultado notablemente inferior.

Bowie hace concursos para se bastardeen sus temas. Beastie Boys cuelgan en internet las voces limpias, listas para mezclar. Todos los autores de éxitos bastardos han sido llamados por artistas mundialmente famosos, desde Madonna a Paul McCartney. Todo son finales felices, excepto para ustedes, que no pueden cruzarse accidentalmente con estas canciones que autores y crítica adoran. Dan ganas, como en los tiempos del primer rap, de poner el radiocasete a tope en los parques, para decirle al público paseante lo que se está perdiendo. En la internet pueden buscar estas piezas maestras que no pueden comprar, a tiempo de reconocer, dentro de dos décadas, lo que sonará en los documentales después de “música de los noventa”. Aún hay tiempo de reacción. Necesitamos a los pioneros que hermanen a Morente y Bunbury y Fernando Esteso. ¿Voluntarios?

TOP 5 CORTES BASTARDOS

1- Freelance Hellraiser (Roy Kerr)
“Stroke of Genius”
(“Hard to Explain” de the Strokes + “Genie in the bottle” de Christina Aguilera )
(incluida en radio soulwax vol 1)

2- 2 Many DJs (David y Stephen Dewaele)
”Smells like Booty»
”Smells like teen spirit” de Nirvana + “Bootylicious”, de Destiny’s Child
(incluida en radio soulwax vol 1)

3- Go Home productions (Mark Vidler)
”Ray of Gob”
”God save the Queen” de Sex Pistols + “Ray of Light” de Madonna

4- Osymyso
Introspection
(Centenares de primeros acordes de canciones conocidas)

5- DJ Matt Hite
Model Goes Missing
«The Model» de Kraftwerk + «Miss You» de Everything But The Girl + «Owner of a lonely heart» de Yes
(eficacia probada sobre aquellas personas a las que los cortes anteriores les han parecido ni fu ni fa)

TOP CINCO ALBUMES BASTARDOS

1- 2 Many Djs
”As heard on Radio Soulwax vol.1”

2- Dj Danger Mouse
”Grey Album”
(“White Album” de Beatles + “Black Album” de Jay Z)

3- 2 Many Djs
”As heard on Radio Soulwax vol 2”

4- Richard X
”Presents His X-Factor Volume 1″

5- Party Ben
Sixx Mixx– el programa semanal de pop bastardo que sobrevive en 2005

Para los modernos el pop bastardo está pasado.
Hay que ver a qué velocidad se aburren de las cosas. Luego salen los hijos como salen.

Nota final: Como demuestra su último paso por la barcelonesa Razzmatazz, Los hermanos Dewaele -alias 2 Many Djs- han abandonado definitivamente el movimiento bastardo. Eso si, no tuivieron inconveniente en anunciar la soirée como «Radio Soulwax Presents». Actuaron como Soulwax, y comenzaron a pinchar como 2 many djs a las cuatro y media. No sonó ni un solo corte bastardo antes de largarme por aburrimiento. Han dejado solos a Party Ben, con su chute semanal de la radio que no existe, la fina mesa de mezclas de Go Home Productions, y unos cuantos centenares de destellos sueltos, todos demasiado dispersos. Hemos perdido a los primeros pero quedan madera para cortar. Crucemos dedos.