Mis vacaciones. Redacción.

Este blog vuelve de su letargo, después de perderme una temporada por la península italiana, en unas vacaciones de mochila y cuesta, en las que, en palabras de Ortega y Gasset, «las catedrales y los castillos eran las piezas mayores que nos cobramos».

No todo van a ser tebeos de Diabolik, Dylan Dog y Valentina.

Estaba en esas, tirado en una cama de sucesivas pensiones, mirando una televisión que nunca esperas en las habitaciones baratas, cuando apareció este videoclip del grupo musical italiano subsonica:

Me pareció una estupenda metáfora de las vacaciones, tal y como las entiendo. El videoclip quiere ser un video de vacaciones, un reflejo de periplo cámara en mano, dispuesto a ser recalentado cuando peinemos canas. En ese video una pareja está de vacaciones a Praga mientras se desencadena algo similar al fin del mundo.

Fuori e’ un giorno fragile
Ma tutto qui cade incantevole come quando resti con me

Pero pese a que el mundo termina, pese a que de alguna manera les rodea el apocalipsis, ellos continúan sus vacaciones, y se hacen retratos junto a meteoritos incandescentes y toman como truenos los cristales que explotan del «Ginger y Fred» de Frank Ghery y Vlado Milunic.

Cuando el apocalipsis te coge en casa, tu mundo se derrumba. Cuando te coge fuera, es parte del decorado ajeno («alieno») que te rodea. Es un extraordinario sobre lo extraordinario. Las vacaciones están por encima del desastre. Cuando el mundo termine, habrá alguien que mirará a cámara y sonreirá en el último momento grabable.

Dos melones generacionales. Hablando en plata.

En los ochenta, todos estábamos en algún lugar donde se emitían cosas como los videos que aparecen en esta galería rusa de videoclips de los ochenta.

Gracias a los rusos, por conservar lo que todos los demás habíamos intentado enterrar. Ahí están las españolas Baccara, que empezaron como bailarinas buscando una oportunidad en el programa 300 Millones, o la italiana Sabrina Salerno, que con su Boys-boys-boys marcó una década en la que las revistas de gran tirada se inclinaban hacia el reto mamario.

Si no me creen, miran la galería de portadas de Sabrina Salerno (elijan galleria-copertine). Para llorar. (¿Se acuerdan de los cinco duros rodantes de clanTV?)

¡¡A jugar!! (Joaquin Dixit)

Odio los juegos de Excel. Primero porque son limitados. Segundo, porque los usuarios de mac o Linux no pueden disfrutarlas. Y tercero, y muy especialmente, porque no tienen opciones varias de respuesta.

En previsión del tercer punto los autores notan en la portada «»atentos a los acentos, las faltas de ortografía y los espacios. Probad varias respuestas, con artículos, sin artículos, variando el orden…», y de pronto ves que han escrito «medianoche» como dos palabras. Vamos que no solo tienes que tener cuidado con tus propias faltas sino que necesitas atinar las de los autores.

Pero aun con todo, los juegos excel de cultura popular que aparecen en la zaragozana web de los icos son divertidos, potentes y juguetones. Los icos es un seudónimo que hace referencia a un popular diminutivo zaragozano, solo aplicable a palabras breves (zaragozanico no, mañico, si).

Cuando estos juegos abandonen este medio mediocre y hagan los tests en formatos menos conflictivos, tendrán mucho más seguimiento. De momento –fuera macs, fuera pinguinos– que los disfruten los que puedan -que espero que no sean pocos-. Y suerte.

Cuando les pregunten , «¿qué estás sacando en claro de No Recomendable, si no sirve para nada?», ahora podrán responder con orgullo: «No quieres saberlo».

Porque si insisten, podrán poner ustedes en práctica las lecciones de esta sugerente autopsia interactiva.

Un elemento de cultura general, tan inevitable como la propia muerte, que nunca se sabe cuándo puede ser útil. Mens sana in corpore desmontado.

Un respeto, que soy tu padre…

La actual temporada de la serie American Dad tiene cosas de veras muy divertidas. Es verdad que de un tiempo a esta parte prefiero a Seth McFarlane frente a Matt Groening (American Dad y Padre de Familia frente a los Simpson; aunque Futurama me gusta más que las tres anteriores) porque le hacen menos caso y puede hacer más animaladas. Y porque vende tantos DVDs que le permiten continuar las series depués de cancelarselas repetidas veces -mientras Futurama se fue a la tumba a la primera-.

En el episodio «All About Steve», los miembros de la familia acuden a un congreso de ciencia ficción. Cuando se levanta bronca, todos los presentes dejan paso al guerrero que les va a defender en la pelea: es el mítico chaval que emulaba Star Wars con un palo de escoba. Es un chiste visual que provoca la carcajada si conoces ese video -o cualquiera de sus múltiples versiones– .

Un paso más arriba, está el capítulo «Con Heir». Allí descubrimos que el padre del protagonista de la serie, que es un facha que trabaja para la CIA, es un espía ultrasecreto. Su aspecto físico, no podía ser de otra manera, es el de Nick Furia, Agente de E.S.C.U.D.O. (los lectores de tebeos vértice me entenderán).

Nick Furia es el arquetipo marvel del personaje macarra, curtido y flemático. Como si James Bond hubiera crecido en un barrio periférico y tuviera que coordinar a gritos un taller de chapa y pintura.

Estaba a mitad de risas cuando se descubre que el personaje que nos han vendido gracias a la careta de Nick Furia es en realidad un ladrón redomado. En ese momento, el protagonista de la serie dice que va a entregar a la ley a su propio padre. La respuesta:

«No puedo ir a la carcel. Ya sabes lo que me harían en el agujero del ojo»

Espía y pop, Furia tuvo unos momentos de esplendor deslumbrantes en manos de Steranko

PD: En contraste con las hermosas imágenes de arriba pásmense viendo a David Hasselhoff -piloto de KITT el coche fantástico y observador de turgentes nalgas vigilantes de la playa- caracterizado como Nick Furia. Pintarle canas en las patillas, por lo que se ve, se salía de presupuesto.