Historia del Tebeo, pero bien
Jueves, 5 de enero de 2006
El tebeo es una relación en secuencia de textos e imágenes. Muchos quieren hacer oidos sordos a las consecuencias. Voy a decirlo en telegráfico: la novela es un caso particular del comic (las imágenes no están o se consideran una secuencia de imágenes en blanco); la pintura es un caso particular del cómic. Todo el arte clásico, excepto la escultura, es un caso particular del cómic. El tebeo es una estructura superior que convierte las demás en casos particulares . Los académicos se podrán tirar de los pelos, pero es así. Las subvenciones, eso sí, se las conceden a quienes mantienen lo contrario.
Pero nos da igual lo que piensen los demás y nos alegra encontrar muestras que pongan al descubierto la fragilidad de los académicos perezosos. Y más aquellos que tenían el morro de decir que el cómic sólo tiene 100 años de historia, y que nace en los estados unidos con el bocadillo, alias el globo de los diálogos, ese recurso que hace que en italia al medio se le llame «fumetti».
Pasen y vean. El bocadillo lleva siglos inventado. La narrativa secuencial lleva siglos inventada. Sigue siendo una de las mejores ideas que ha tenido el hombre. Uno de los mejores métodos para expresar ideas de una manera rápida y expresiva, cómoda y portátil. Todo lo que tiene la novela más todo lo que tiene la pintura, más el espacio al que éstas no llegan.
Celebremos los orígenes del cómic. Porque también es cómic todo aquello que sabemos que no es un tebeo. Basta de tratar como el hermano tonto al que es, precisamente, el cimiento que incluye a los demás.