Literatura oculta
Miércoles, 26 de abril de 2006
Vagando por el mundo del cifrado y de las formas de esconder textos me he enamorado de la obra del belga Fred Eerdekens, que construye piezas de formas aparentemente arbitrarias pero que con la iluminación apropiada muestran palabras, o mejor dicho, proyectan una sombra que es evidentemente una palabra.
Es la forma más escultórica, más visualmente aleatoria, de la literatura encriptada. En las antípodas de los microfilms que viajaban por la europa del telón de acero, Eerdekens juega directamente a la sorpresa, a un juego tipográfico que tal vez sólo les gusta a los que -como yo- se fascinan en ocasiones con la forma, y no el significado, de las letras.
La encriptación gráfica como juego de luces. La literatura oculta, a un haz de luz de distancia.