Como desandar el camino de la higiene
Jueves, 27 de abril de 2006
Con estos dispensadores con David Hasselhoff (un hoax no comercializado), el uso de jabón descendería hasta unos niveles tercermundistas en sólo minutos. Así de simple es el cerebro humano.
Pueden preparar así los baños del restaurante de las próximas bodas a las que asistan. Notarán, en las manos de los demás, un olor ácido durante el baile. Se llama dignidad.