You win!!

Estos simpaticos chavales han reconstruido sus pantallas favoritas de Street Fighter con la pizarra de la clase y con las tizas que el profesor les lanzaba para recuperar la atención.

El resultado es bonito y recuerda aquellas pausas entre horas, esos recreos sin nada que hacer, y el resto de reclamos a la imaginación frente al aburrimiento.

Las veces que ustedes y yo habremos esquivado el borrador que venía volando hacia nosotros. Player two.

La eutanasia es la única escapatoria para estos pobres animales:

Lamentablemente, «Por Favor, Mátame» es un (entretenidísimo) libro sobre la música punk, y no un ensayo sobre mascotas con dueños inconscientes.

A ver, esa patita.

Aqui no hay photoshop ninguno. Esto es España, y es real.

Cuando Mazinger Z era el programa más cotizado de la televisión juvenil de este país, allá por el 1980, una constructora planificó una urbanización por Tarragona en la que, a modo de reclamo, colocó un Mazinger Z de 10 metros de altura, para que los niños presionaran a los padres en favor de la compra.

Los Otakus de la UPC se han hecho unas fotitos reivindicando este artefacto que debería aparecer en todas las guías patrias.

Copio y pego la experiencia de mi amigo Nacho, relatada en una famosa lista de correo:

» A ese sitio nos llevaran mis padres de chavales. La
obra no era un homenaje a la serie sino un reclamo de
una inmobiliaria. Mientras los críos flipabamos con el
Mazinger los comerciales intentaban convencer a los
progenitores de que se compraran un terrenito para la
segunda residencia. El resultado fue que la gran
mayoría de familias que se acercaban al lugar ya
tenían su chalecito en algún pueblo cercano por lo que
acabo convirtiendose en un lugar para llevar a los
críos a correr un rato y comerse el bocata de tortilla
de patatas debajo de un pino junto al 124 de la
familia.

Tiempo despues me comentaron que no se llego a firmar
ni una sola escritura de venta. Vamos, peazo negocio
el de los muchachos estos.

No sabía que aún estaba en pie. A ver si me acerco un
día de estos.»

Por cierto, esta foto refleja esas cosas extrañas que sólo hacen los otakus. A mi no me miren.

Bola Extra: ya que estamos con homenajes a décadas pasadas, vean este videoclip que se harta a hacer homenajes a películas eróticas de los setenta. Olé el grafismo y olé el salero.

Qué hermoso, por muy casero que aparente

Si es usted como yo uno de esos que se emboban con los videos en los que una ficha de dominó tira a otra, y van trazando dibujosy caidas y trayectorias y vuelos durante la cascada, no pueden perderse este precioso programa japonés de televisión. En él, una serie de «manitas», con unas herramientas visiblemente caseras (rollos de cinta aislante, libros, lápices, agujas de coser,…) hacen máquinas en las que una cosa lleva a la otra hasta terminar con el logotipo del programa, y una infantil melodía de cierre. Incluso alguno de los montajes se permite el lujo de reproducir la propia cancion golpeando vasos y placas de xilófono.

Los amigos de los tebeos recordarán las prodigiosas máquinas del profesor Franz de Copenhague, los amigos de la animación recordarán los aparatos de Wallace y Gromit, y los amigos de la publicidad recordarán el anuncio del Honda Accord. Los demás, pueden asombrarse a las bravas. Porque no hay alternativa: sólo puedes asombrarte.

Una de las máquinas de Franz de Copenhague, directa del TBO

Siempre es un buen momento para sacar a relucir las versiones Star Wars de Mister Potato.

Los chicos de Ultraplayback ya han alcanzado las mil descargas del temazo «Luke soy tu madre», y su Capitán Minifalda culpa en parte a este blog, que comenta muy generosamente. Algo hay de amiguismo, así que no le tomen muy en ser¡o.

Pero insisto en que tienen que enviar la canción al correo de sus amigos. En lugar de esos powerpoints idiotas con actores cuando eran niños, jirafas a media copulación o chicas en bikini ilustrando titulares de actualidad. Saneen los buzones de aquellos a quienes quieren.

Por si quieren ilustrar la canción con un video, miren el encuentro Luke-Vader que se ha currado Mauro Entrialgo para el anuncio de una gran superficie. Es más corto que la canción, pero incluye las palabras mágicas «Luke-soy-tu».

Zapatos ideales para escritores que autografían ejemplares a sus lectores:

Cómo unir el tropezar y el pulsar Ctrl+Alt+Del…

Huelga decir que no vale para autores que escriben a mano, que dictan a secretarias, o que contratan a negros. Ustedes ya me entienden.

Pero los demás, que se animen. Para una vez que se pasan la tarde firmando, delante de sus seguidores… Un día es un día…

Noto una extraña presencia…

Es dificil acertar con las bolsas. La riñonera es objeto de burla en todas partes. Las mochilas a la venta suelen ser feas, chillonas, de materiales así como si fueras a escalar en cualquier instante, con cuerdas para fijar una colchoneta que nunca llevas. Y luego están cosas más clásicas, como las alforjas,… qué decir de las alforjas…

Como ven, es dificil atinar con las bolsas, de modo que lo mejor es tirar por el camino de enmedio y enloquecer completamente, como el ejemplo que traemos a colación. Una mochila que pretende ser un dragón que llevamos cómodamente posado en nuestros hombros. El llevar un dragón como si fuera un loro de capitán pirata es algo muy tradicional en la literatura de fantasía. En los tebeos es una cosa que de momento está limitada a las chicas, como Kitty Pryde de la Patrulla X, o Chance, de Leave it to Chance. Así que cuando vean a machotes defendiendo la cetrería sáuria, sepan que seguramente son amigos del libro druida y del rol de dados inexplicables.

Bajo esta perspectiva, les confieso mi asombro por esta bolsa, primero por la calidad estética, y segundo porque no sé si es elegante, o es una de esas macarradas innecesarias que lucen cantantes al estilo Michael Jackson y dictadores del áfrica profunda. Está en esa extraña nebulosa, entre esos dos extremos, entre el qué bonito y el qué pirado hay que estar. Pónganme dos.

Ahora que ya han vuelto de sus vacaciones, de ese agobio de querer pasarlo bien cuanto antes porque cuando hay varios días hay que divertirse por nbarices o si no nos deprimimos, ahora, digo, es cuando pueden sentarse y leer. Algunos de ustedes pueden leer en vacaciones sin que nadie les tire del brazo. Afortunados ustedes.

No-Recomendación primera: Mondo Brutto num. 35 (128 páginas, 5 euros)

Si no han leido nunca el fanzine Mondo Brutto, pónganse las pilas. En telegráfico: Mondo Brutto es lo mejor que hay. No hay nada más moderno, ni más ácido, ni más ecléctico, ni más divertido, ni más revelador. Cuántas veces me habrá sorprendido una palabra de calle (como cuando escuché que a los metrosexuales se les llamaba Galleteros, porque parecen gay pero son heteros), sólo para descubrir que ya había sido comentada meses antes en un texto de Mondo Brutto. Son así de modernos. Y de exhaustivos. Un mondo Brutto vale para horas de lectura. Para conseguir su ejemplar, pregunten en su tienda de tebeos, o en su tienda de discos. Si les dicen que ellos no se encargan, pueden pedirlo a través de Madrid Comics.

El número 35 es especial reaccionario, y tiene textos sobre la Cope, los Superhéroes Negros, Mujers Locas, La comunidad China en españa y muchas otras cosas.

Yo en particular les recomiendo el artículo de la página 76, «retratando el Mondo Brutto», que pretende explicar la misma existencia de mondo Brutto, y que ha salido de este mismo teclado. Entenderán que si lo he escrito, debo recomendarlo.

No- Recomendación segunda: Fantasmas, de Chuck Palahniuk (300 páginas, 19.50 euros)

La portada no es muy atractiva. Las cosas como son.

Palahniuk es un autor que lee los tiempos modernos con una claridad meridiana, y hace una literatura que, por decirlo así, sólo puede entender el lector de hoy. No pretende provocar como sistemea, al estilo de Houellebecq, ni se esfuerza en ser diferente a los anteriores, como un Foster Wallace. Lo que hace es construir historias a las que conduce la mecánica social moderna, canalizada por las cosas que nos seducen, en particular chicas guapas, actores maquillados y pausas para publicidad.

El último libro de Palahniuk, Fantasmas, es una recopilación de relatos breves articulados a través de una historia que relaciona a los autores (ficticios) de esos relatos. El canal principal no puede ser más contemporáneo, y la colección contiene textos que estoy seguro que van a seguir siendo recitados en décadas venideras. Léanse «Tripas» -el relato más impactante que he leido en los últimos años- o «años de perro» -la típica estruictura con sorpresa con dos saltos mortales fuera de lo común-, y después decidan si pueden permitirse volver a casa sin leer el resto. Palahniuk, de momento, nos nos ha decepcionado con ninguna de sus obras. Bien al contrario, ha creado un culto que considera que esos libros sí molan, y los defienden a muerte. Ustedes no llegarán a tanto, pero pasarán unos ratos estupendos.

Mondo Brutto 35, Fantasmas de Palahniuk, y su mejor sofá. Háganme caso. También válido para viajes largos. Pocas cosas así de buenas.

Ya vale de ponerme verde

Si acuden a los museos, verán que los autores pop no se enteran de nada. No voy a entrar en detalles. Vayan a ver la galería de pinturas de Ron English y verán lo que entiendo por pop de verdad. Pulsen «More Paintings» en cada página de la galería, o vayan viendolas ya ampliadas una a una.

No se pierdan tampoco su sección «protesta mediante vallas publicitarias«.

El nombre de la página, Popaganda, no puede ser más apropiado.

Tú que roes el queso del mundo, ten piedad de nosotros

Si recuerdan la ocasión en que este blog habló de los capicúas gráficos o ambigramas , disfrutarán con el hermoso diseño de esta camiseta francesa que muestra Hate («Odio») o Love («Amor») según en qué lado del espejo mires.

Un efecto muy bonito y muy propio.

21 euros. El espejo lo pones tú.

Comparativa: Para valorar el buen hacer del disñeo mostrado arriba, comparenlo con este otro ambigrama de la combinacion love-hate que se supone cambia de lectura al girarlo. Para más inri, es un tatuaje. Uff.

Actualización: El ambigramista Carlos Carpio ha construido este dibujo que dice «amor» e «y odio» en sendos reflejos.