Spaceman: Mi escultura favorita
Miércoles, 24 de mayo de 2006
La vi expuesta en la calle, en Rotterdam, creo que en 2000, y me enamoré de inmediato.
Spaceman es una escultura modélica: expresa en tridimensional tanto la carne como el espíritu de lo propuesto. En el caso de este astronauta, tan importante como el piloto que llegó a la luna es esa neblina, esa distorsión con la que recibíamos sus movimientos. Y es hipnótico ver a escala humana, más grande que tú, esa misma imagen, en tridimensional, con esa misma textura de conexion defectuosa.
Spaceman está construido con perchas soldadas sobre un positivo de plástico, que luego es eliminado. Los brazos libres de las perchas generan esas infinitas rayas horizontales que funden la escultura con su decorado. Así se crea una distorsión óptica permanente, física, tangible, asombrosa de puro sencilla. Desde hace un lustro que vi la escultura no he podido olvidarla. Así que cuando he encontrado la web del autor David Mach, y aquella escultura que de tan efectiva parecía imposible, me he visto en la necesidad de compartirla con ustedes.
Les aviso que la web de Mach es una tortura para mi firefox: todo son alertas innecesarias y probables errores de programación. Que una mala web no les afee la escultura.