Necesitas un culo nuevo, necesitas una nariz nueva. Publicidad de humillación al consumidor. Próximamente en su civilización más cercana.

repite lo que funciona

¿Cuántas veces hemos visto la misma película? ¿Cuantas veces hemos vuelto a ver esa película que nos gustó? ¿Y si sumamos todas esas películas que se hicieron copiando voluntariamente la original, en ritmo narrativo y en modulación de los actores? ¿Cuántas veces hemos entrado en un cine sabiendo antes de ver la peli como iba a ser la película (por ejemplo, las de James Bond)? ¿Cuántas veces hemos comprado el billete con el convencimiento, cuando no la esperanza, de que iba a ser la misma película otra vez?

Pues no basta con esas. Esta página web rusa (no entiendo el cirílico, así que me quedo con el .ru de la dirección) muestra que hay películas Disney que, aunque creamos que son distintas, repiten escenas. Es la misma película cambiando de actores. Esta nueva variante, que no conocía, de autoplagio estructural, incrementa el número de repeticiones. Replanteémoslo ¿Cuántas veces hemos visto la misma película? Por lo visto, más veces de lo que muestran nuestros cálculos más pesimistas.

«El futbol es bueno en cualquier lugar»

Publicidad interactiva de un canal de deportes brasileño. Nótese que no dicen cómo vuelves a sacar la pelota de la portería.

Reproducción asistida pero independiente

Hace un par de semanas Javi Marco nos decía en Contracultura que el futuro estaba en los giroscopios, que los nuevos ratones giroscópicos eran la bomba, y la próxima playstation 3 ya ha revelado que tendrá mandos con giroscopios, porque los giroscopios son el futuro.

Más recientemente, el propio Javi nos decía que miráramos con atención esta silla que reconstruye sola, y esta misma semana unos chicos de la universidad de Cornell dicen haber construido los primeros robots que se autoreplican. Una de las grandes bazas de la ciencia ficción en sus primeros balbuceos. El video (a 4xvelocidad) es muy curioso.

Así que tal vez habrá que mirar en el pasado de Marco para saber el futuro. Por lo pronto, he encontrado este video que mezcla las máquinas que conducen de una cosa a otra con los clásicos videojuegos, todo con una textura 3d amateur que entronca con los videos con los que Javier barría en las jornadas de tecnologías avanzadas. Pueden ver el video aqui.

La versión actualizada de los videojuegos, o su perversión con la vida real, o incluso la perversión entre videojuegos -como este espléndido sketch de robot chicken de Donkey Kong contra Halo, o este otro, del mismo programa, versionando Frogger- está alcanzando sus últimas posiciones. Yo no encuentro mi lugar entre máquinas que entran en juegos, máquinas que juegan entre sí, y máquinas que construyen nuevos jugadores. Lo que sé es que las voces que me dicen que el futuro ya está aquí y que se autoconstruye y que el videojuego puede ser un modelo con el que se construye la realidad y no viceversa. Mientras me calmo, paseo junto al río, con los pájaros sobrevolándome y señoras preguntándome direcciones. Mientras, en otra parte, los robots se recomponen y crecen. Todo eso es un juego.

Actualización: John Tones, que es un apasionado de los videojuegos como Javier Marco, nos indica más ficción videojugable: el trailer-trucho de la película Pac-Man, el frogger visto por la serie Seinfield y la vida privada de PacMan.

El superagente 86 en el caso de la bomba que explota

El juego edadepiedra de los picapiedra (la madriza de rocamadre)

El inexplicable (¡nuevo!) juego de los Kennedy
¿Por qué no tuvimos un juego de la familia Flores, que fue definida como «like a Gipsy Kennedy Clan»?

Un juego de detectives con una linea de bajo inconfundible

«LLamando a Superman, un juego de periodismo…»

Hermosa galería de juegos de mesa norteamericanos. A nosotros nos fascinan especialmente los que se basan en programas de televisión, que hay para hartar.

Y no me negarán que jugar a los Kennedy tiene mucho encanto. ¿Con quién lo versionaríamos en España? ¿Qué juego tendría más seguidores: los Ubrique o los Botín?

Futurama 50s, con los chichos a todo trapo

Estoy lejos de ser un apasionado de los coches, pero este modelo tuneado de audi TT es verdaderamente bonito. A medio camino entre el metal-decó de los cincuenta, los vehículos con ruedas blindadas de las películas de accion norteamericanas, y la ergonomía orgánica de nuestros tiempos. No puedes aparcarlo poniendo una rueda encima de la acera, pero para lucir hay que sufrir. Y dar vueltas.

Actualización: Scary Wo nos dirige a la página web del pope del tuning, Geroge Barris, de cuyo taller salieron joyas como el batmovil, el coche fantástico, el coche de Travolta en Grease, el de los cazafantasmas, el de la familia Munster o el buga de Starsky y Hutch. Entre muchas otras joyas. Pasen y vean.

Ya sé que para ustedes el concepto «química recreativa» está más relacionado con los sicotrópicos que la ciencia nos permite crear en laboratorio para solaz del conocimiento y preocupación del latifundista -porque los agentes del orden aporrean lo que se les dice-. Sé que leer «química recreativa» es pensar en mundos extraños y sensaciones inexploradas. Y, bien pensado, no van desencaminados.

Desde que me leí en la época universitaria el libro «La Flecha del Tiempo», me quedé fascinado con la reaccón química de Belousov-Zhabotinsky, que se comporta de una manera muy curiosa. Cada molécula de la mezcla reacciona y cambia de color de una forma aparentemente inexplicable, pero la visión genérica no muestra puntos de color variando irregularmente, sino que genera dibujos, por decirlo así, contínuos. Es como si cada molécula supiera en todo momento el color de sus vecinas. Tienen videos de la reaccion en esta página, en formatos quicktime y avi.

La reacción Belousov- Zhabotinsky, esa coreografía minúscula de nadadoras a lo Esther Williams, es fascinante. Pero no lo es menos, por pedestre, la mezcla de agua con almidón de maiz, que aparece en el video Youtube que aparece un poquito más abajo. Esa mezcla conforma un fluido no newtoniano, o sea, que no obedece las normas de los demás líquidos, sino que se comporta como a él le da la gana. El recorrido de tres minutos por distintos comportamientos de la sustancia nos muestra que:

Uno: dibuja una textura orgánica al ser vibrada
Dos: cuando se crea un agujero en el líquido (por ejemplo, usando aire a presión) el agujero se conserva
Tres: cuando dos agujeros se acercan, se repelen. No quieren formar un único agujero
y Cuatro: (y esta es una visión fascinante): con el líquido vibrando a ciertas frecuencias, al crear un agujero, el líquido comienza a sacar protuberancias, a modo de dedos, que se van extendiendo por la superficie y que acaban cubriéndola completamente.

Esa última parte, la cuatro, es hipnótica, magnífica, digna de las mejores películas de terror y de ciencia ficción. Júrenme que la van a ver. Y a dormir tranquilamente por las noches.

Las químicas recreativas (la sicotrópica y la de comportamientos extraños) crea visiones inquietantes y nuevas sensaciones. También se puede probar a unir las dos químicas recreativas en un único visionado, pero eso se lo dejo a ustedes.

Tienen otros videos (en color) de esta inquietante mezcla que, como no obedece las normas, parece que está viva. Miren, miren estos tres cortes. Yo no doy crédito. No sé que me he tomado.

Cuando Barcelona se ilumina, y Madrid aún tiene luz y Zaragoza despierta sus farolas

Esta y otras bellezas aquí

El humorista Judson Laipply propone en el video de arriba un recorrido por los bailes norteamericanos en seis minutos. La idea es buena, y en momentos es una auténtica carcajada. Dista mucho de ser redondo. No está, por ejemplo, el clásico molinillo (gran, gran olvido). El Kung Fu Fighting debería ser sustituido por el Hustle, que hizo mucho más furor. Y se echan en falta alusiones a referencias del baile de bar, como el Vogue de Madonna (todos esos cretis parados poniéndose las manos alrededor de la cara…).

En serio, olvidarse del molinillo es imperdonable. Pero el momento Eurobeat es espectacular. Soprendentemente, aparecen dos canciones españolas: los pajaritos, de Maria Jesús y su Acordeón, y la Macarena, de Los del Río. Orgullo patrio y todo eso.

¿Se imaginan hacer este espectáculo con canciones españolas, agitando la cadera (o extendiendo el brazo, que también se ha visto) con paquito el chocolatero, haciendo el molinillo con la gasolina, y haciendo el «izquierda-izquierda, derecha-derecha, adelante, detrás, un, dos, tres«? Ya están tardando. Cualquier aproximación será un éxito. Y aquí hay más material que allá. Sobre todo desde que Georgie Dann impuso un baile por canción. Vayan calentando, antes de que llegue la máquina de bailar.