Señales aguafiestas. Más, aquí.

Una nueva definición de «papel mojado»

Las noticias científicas me apasionan, pero no suelen asomarse por este blog porque tengo la necesidad de dejar las ideas claras cuando escribo, y en muchos casos no soy capaz de entenderlas yo mismo. Así que suelen acabar en el fondo del cajón y las que afloran son las tonterías habituales. Que uno da para lo que da.

Ha llegado a mi buzón este aparato para escribir en el agua -o para realizar dibujos, que es lo mismo- y no he podido evitar mostrarselo. El informe el ingles sobre el experimento está aquí. De momento ya han definido las combinaciones para todas las letras romanas y unos cuantos kanji japoneses.

Las aplicaciones, en general, me dan miedo. El artículo habla de usarlo para el cine, en lugar del 3D. Yo solo veo dos para el mundo de hoy: publicidad en las playas (ya la vimos en la arena) y textos laudatorios del último triunfo del yate del Rey (Bribón). Pero soy un cenizo.

Esto es líquido cuando quiere

Otro elemento de investigación que me ha obsesionado recientemente es la armadura en spray. Del mismo modo que el cinturón de seguridad de los coches se vuelve rígido con un tirón, la sustancia se vuelve rígida cuando un elemento muy veloz (pongamos, una bala) lo aplasta. El informe está aquí.

Mi obsesión por estas prácticas tiene que ver con lo inasible, supongo. Es la diferencia entre lo físico y lo químico, entre los objetos de escala humana, y los de escala molecular. Con un cambio de tamaño, todo se escurre entre los dedos, como letras de agua sobre guantes en spray.

Al hilo del conflicto Israel- Líbano, vean esta potente portada de The Independent.

Yes significa sí. La parte de la derecha es lo que Mariano Rajoy llama «Naciones Unidas».

El Partido Popular español apoya la parte blanca, porque el Líbano acoge a un grupo terrorista peligroso.

O sea, que España debería haber bombardeado las ciudades francesas, privándolas de agua, luz y alimentos, cuando Francia era santuario etarra.

Movilizándome a mí como soldado. Ya veo por donde me vienen. Muchas gracias.

Me he quedao con mi cara

Esta capacidad de mantener la misma expresión bajo cualquier condición me parece excepcional.

Sólo los deportistas de puntuación (patinadores artísiticos, gimnastas, nadadoras sincronizadas) tienen esta constancia. A medio camino entre la parálisis y el deporte.

El blog Adlo propone adaptar Watchmen a la ortografía de los móviles: «1 prro mrto en la klle sta mñn». Pulsen la imagen para ver la página de prueba:
Si no han leído Watchmen (1986), pregunten en su librería favorita o insistan en su biblioteca más cercana. Veinte años no es nada.

La defensa de la belleza absoluta y omnipresente lleva a la frustración: no te conformas con nada, y crees que el universo está en tu contra.

Y te trastorna tanto que bajas los estándares estéticos de tu propia pintada.

(Echen la cabeza atrás, pónganse el dorso de la mano en la frente, y levanten la otra mano): belleza, ven a mi…

Pixies Dixit.

Las versiones son siempre enriquecedoras (*). Y en ocasiones, una versión va más allá de el acercar a las vibraciones propias un tema ajeno. En particular, el ejemplo que les pongo, consiste en aplicar a un tema ajeno vibraciones también ajenas. Me explico.

Matthew es un chaval con buena mano para identificar arquetipos musicales y con cierta fijación por la discografía de los Pixies. Y ha hecho un doble mortal: ha versionado canciones de los pixies, tal y como las habrían versionado grupos famosos. Es como una persona que imita a un personaje que a su vez imita a un personaje, pero añadiendo aplicaciones imposibles (Jimmy Hendrix murió antes del nacimiento de Pixies).

Matthew’s celebrity Pixies es una buena escuela para ver qué tenían de especial los interpretes (cada uno de ellos, Prince, Sinatra, Bee Gees, … crearon su propio estilo arquetípico) y la fuerza de las composiciones originales por mucho que las deformes.

Hey, interpretada por Prince

No. 13 Baby, por Elvis

Vamos , por Jimi Hendrix

Mr. Grieves, por Bob Marley

River Euphrates, por Tina Turner

Levitate Me, por The Beach Boys

Wave Of Mutilation, por The Bee Gees

Monkey Gone to Heaven, por Frank Sinatra

Auténticos gusanos de oreja. Entran, y se quedan. Contagio o adicción, juzguen ustedes.

(*) incluyendo, por ejemplo, este atroz atentado sobre un medley de Queen.

Disneylandia es un triste trampantojo de papel maché comparado con esta hermosísima librería infantil de Beijing.

No, no exagero. Es la diferencia entre lo que se supone que es bonito y lo que es bonito.

Como siempre en este blog, pulsen las imágenes para ampliarlas.