Canciones, versiones y perversiones
Martes, 4 de julio de 2006
Una actitud tradicional ante la música -o mejor dicho, ante el mercado musical- es contemplarla como una novedad permanente, fascinarse frente a la última entrega, y pensar con cierta frecuencia que tenemos en nuestras manos una obra tan buena que sobrevivirá -gracias a nuestra fé- durante generaciones. Esta es la perspectiva del oyente adolescente de radiofórmula, y la del coleccionista compulsivo que ronda los cuarenta años y escribe en varias revistas de música. Sí, tienen la misma dolencia, por sorprendente que parezca.
Todas las demás perspectivas, complementan a esta: el mercado musical como reciclaje permanente, la versión y reversión como forma de salir del bucle, la versión como liberación del apieza musical, la perversión como creación de nuevas formas mutantes. Huelga decir que yo estoy en este segundo grupo.
Curiosamente, ambos grupos se hermanan con la existencia del nutridísimo Blog Puritan Blister, que cada dos días reparte un menú con platos para todos los bandos . A saber:
- media docenita de versiones,
- media docenita de canciones bastardas,
- y una decena de temas originales de interés.
En suma, prepara tres veces por semana las casetes-de-amigo que siempre esperábamos en la universidad.
Puritan Blister. Canciones, versiones y perversiones. Dosis para hermanar los bandos musicales modernos. Suban el volumen.