Tres historias que evidencian la misma
Miércoles, 6 de septiembre de 2006
Una cosa que siempre me ha rondado la cabeza es por qué las series norteamericanas son tan notablemente superiores a las españolas. Es decir, por qué en España podemos hacer una copia más o menos solvente de «Urgencias», pero no podemos hacer un Twin Peaks, ni un Perdidos.
La respuesta es bien sabida: porque en Estados Unidos las series dependen de los creadores, mientras que en España dependen de la cadena. Para entendernos, en España, el responsable y la serie son dos mundos que solo se tocan a la hora de firmar contratos.
Pero para poner argumentos en firme, el otro día me quedé muy gratamente sorprendido con el capítulo «Tres historias» de la serie «House». No he encontrado el video en ninguna parte, pero tienen una transcripción del capítulo aquí.
Es un capítulo de «origen» (al estilo de «el origen de spiderman»), y la libertad que demuestra el guionista para retorcer la historia y mentir y convertir a unos protagonistas en otros pone en evidencia qué es lo que falta en las series españolas. Entendámonos: ninguno de los trucos del capítulo es una gran innovación, todos están más o menos sobados, pero también está sobado el poner adjetivos después de los nombres, y hay gente que los pone bien y otra que los pone mal. Lo importante es que puede ponerlos. Para poder ponerlos tienes que ser tu propio jefe (el responsable de la serie) o tener un responsable con la capacidad suficiente para permitir estas variantes del guión.
A base de no tener responsables, las series españolas no pueden, temen, tienen pánico a salir de la estructura estable y preestablecida. De repetir siempre lo mismo, de la misma manera.
Qué extraño es ver una buena entrega de televisión y sólo poder pensar en las demás entregas de televisión, las locales, las flojas, las atrapadas. No hay salida hasta que los guionistas coordinen las series.