Muñecos de orgullo y satisfacción
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Supongamos que es usted un periodista de La Voz de Galicia, tal vez Olivia Ares. Supongamos que escribe usted una crónica relatando que el programa de televisión «Los Lunnis» es candidato a los premios Emmy norteamericanos.
Para ilustrar la noticia, en lugar de acudir al supuesto archivo gráfico del perioódico, acude a la internet y en la guarta posición de Google le aparece una hermosa estampa lo suficientemente grande como para quedar bien en escena. Usted no está muy familiarizada con los Lunnis, le suenan un poco las caras y tal, así que la imagen tiene pinta de ser completa -¡todo el reparto junto!- e ilustrativa -¡todos vestidos de gala! ¡a tiempo para los premios!-. El detalle de los brazos humanos no es importante, porque uested es periodista, y de los buenos, y le da igual cómo sean realmente los peluches de los que está hablando. Usted lo entrega a imprenta y sale esto:
O sea, que publicas la foto-cachondeo sobre el montaje fotográfico cutre que fue la felicitación navideña de los Reyes -una de muchas versiones que se hicieron y que ya fueron destacadas en este, su blog-.
La cuestion es… ¿ven lo que sucede cuando le aplicas a la casa real lo que le pasa al resto de campos, es decir, que al periodismo de oficio igual le da ocho que ochenta, y confunde el cómic con los libros para críos, y mezcla bastardeo con reggeton e igual le da que los Lunnis tengan o no el cuerpo de peluche?
Esto es periodismo de oficio. Vean la próxima vez que en su diario favorio, o en su emisora, o en su televisor hablen de juegos de rol. Hasta el cuello.
Bambino y Vesania son los autores del proyecto monárquico «Leonor Sordomuda«.