Tanto decir que el tema de los derechos de autor (inflexible ante el ciudadano, sumiso ante las empresas, al revés que los contratos de trabajo) era esencial para combatir la piratería…
Digo yo que no es el único al que se le ha ocurrido la idea…
Y mira que precisamente las asociaciones promotoras de los derechos de autor hacen tanta ostentación de luchar contra la ilegalidad… y luego le meten puros a chavales que se fotocopian las leyes de Maxwell… Qué contradicciones, ¿verdad?…
Los peones negros es un movimiento concienzudamente convencido de que el atentado de Madrid el 11 de marzo de 2004 fue en realidad un atentado pensado por el partido de la oposición para hacerse con el Gobierno. En particular señalan al presidente Jose Luis Rodríguez Zapatero, al que de paso le echan en cara su blandura al respecto del asunto de la inmigración ilegal.
El 11-M como golpe de estado ha dado pie a una de las escasas conspiranoias (conspiración + paranoia) que ha dado España. La gracia de las conspiranoias es que cada pequeño detalle se subraya como una espectacular revelación.
Esto, sin duda, apoya las hipótesis de los peones negros. Y tal vez da pie a que haya editoriales de tebeos metidas en el ajo. Seguiremos investigando…
Gran logro. Por algo los ingenieros lo han elegido como símbolo.
El símbolo de los ingenieros industriales es el regulador de watt, una maravilla de la mecánica que auto regula su funcionamiento. Al aumentar la velocidad, los brazos se elevan, lo que tiende a frenar la pieza. En consecuencia, el sistema tiende a mantenerse estable.
Me ha recordado mucho al regulador de Watt esta espectacular invención: una máquina para ayudar a los niños a salir en los partos, aprovechando la fuerza centrífuga. Vean:
También he decir abiertamente que de los Python me hacen gracia las cosas más nimias. Y eso incluye sus pequeñas aportaciones en etiquetas.
Por alguna razón no incluye las portadas de los LPs. Así que les pongo aquí mi favorita:
El riesgo comercial se somete al chiste en la portada para «Another Monty Python Record»
Bola extra: Me quedé de piedra cuando lo ví. El actor que interpretaba a Manuel en Fawlty Towers pide dinero por las ramblas de Barcelona, montando un avestruz falso y ostentando un cartel de la serie. Las vueltas que da la vida.
Pie de foto original: «Joaquín, cayendo por las escaleras. En plena proeza.»
Un joven actor sevillano consigue batir el récord Guinnes de tirarse de cabeza por la escalera más larga, en la ermita del Cristo de Bielva
A muchos les parecerá una locura y a otros una temeridad, pero Joaquín Ortega, un actor sevillano de 31 años, consiguió ayer en Bielva superar el récord Guinnes de tirarse por la escalera más larga. No sólo se tiró, sino que lo hizo sin romperse la crisma. Tras la proeza, sólo algunos pequeños dolores musculares y el previsible aturdimiento después de rodar por 134 escalones.
Ha explicado que un amigo le dijo que en Cantabria había un sitió fantástico para lograr su hazaña. Sus primeras palabras tras el batacazo, de 24 segundos, sonaron a revancha conseguida: «No podía dejar que el récord lo tuviera un inglés». Y no sólo eso, estaba dispuesto a repetirlo.
Esto es la españolidad. Eso de inventar nuevos motores energéticamente eficaces y cosas de pensar, eso que lo hagan los de fuera. Pero ganarnos a tirarnos rodando por unas escaleras… vamos, hombre… aaa por eeelloooosss oooeeeee…
Pese a que seguro que viene de muy, muy, muy antiguo, desconocía la multiplicación mediante intersecciones de conjuntos de lineas paralelas. Vean el método en el vídeo inferior:
Este otro video es quizá un poco más claro. Véanlo siguiendo este link. Bola extra: Otra forma de multiplicar números grandes (menos gráfica pero también relacionada con las diagonales) es la multiplicación mediante látices, que se sacó de la manga el maestro Fibonacci en el siglo trece. Vean:
La capacidad del intelecto humano para hacer tangibles elementos abstractos (por llamarlos así) nunca termina de impresionarme.
La música, antes de que las guerras apisonaran los estilos
Si recuerdan cuando les hable de Richard Cheese, pueden guardar mucho de lo dicho para Max Raabe. También hace adaptaciones de canciones conocidas internacionalmente, también lo hace a un estilo muy determinado, y también tiene un gusto y un talento sobresalientes para realizar esas transformaciones.
Pero mientras Cheese reduce toda la música a Sinatra, Raabe hace una transformación más compleja.
Max Raabe toma como centro de su mundo musical el momento exacto en el que se escinden la música clásica y la música popular: el momento del vodevil. Cuando compositores de formación clásica comenzaban a construir canciones creadas específicamente para el disfrute y la memorización de los asistentes. Esa época en la que las canciones que más éxito tenían eran repetidas una y otra vez al final del espectáculo para ayudar a los asistentes a aprenderlas de memoria, antes de los discos y los reproductores de mp3
La capacidad de Raabe de reformular las canciones de éxito con los instrumentos y los recursos de la época es sencillamente sobresaliente, y dibuja un universo alternativo en el que la música europea no fue apisonada por la enfermiza promoción de los Beatles.
Un mundo alternativo en el que se siguió construyendo a partir de Maurice Chevalier y Quintero-León-Y Quiroga. Donde Lily Marlene era una canción para cantar por la calle. Ahora suena decadente porque fue arrasado. Pero no se dejen engañar.
Estos de google no saben en qué brenjenal se meten…
Ahora en Google Earth ya no les basta con las fotos del mundo actual, sino que han creado un apartado para poder ver, desde el aire, mundos del pasado. Las ciudades tal y como eran, las cordilleras tal y como las entendían los cartógrafos del pasado.
Ahora además de las tres coordenadas espaciales, Google earth empieza a jugar con el tiempo.
Va a haber muchos nacionalismos -eslovacos, austrohúngaros … y unos cuantos de los que tenemos por aquí- que querrán meter el codo cuanto antes. El pasado ya no es lo que era…