Ciencia recreativa: levitación
Jueves, 11 de enero de 2007
En este hermoso experimento, el barco de papel de aluminio flota en el aire en un milagro que la conferencia episcopal concedería sin lugar a dudas (recuerden aquí los sospechosos milagros que le concedieron a un inquietante santo reciente). Por supuesto, no es un milagro. Milagro es lo que quieren esos señores. Todo lo demás es ciencia.
El «truco» aquí reside en el hexafluoruro de azufre, un gas más denso que el aire -y por tanto un serio enemigo de los mineros, que pueden encontrarse «piscinas» de gas venenoso-. Con eso en la cabeza, el comportamiento del barquito es lógica aplastante. Lo hermoso del conocimiento: no es fácil construirlo, pero una vez que lo asimilas, es imposible olvidarlo.