Testigos de primera línea
Martes, 17 de abril de 2007
En la Vanguardia de hoy, titulaban a cinco columnas: «EEUU vive sobrecogido su mayor matanza en un campus».
La portada incluye un inserto destacado con foto a color de un leridano. La noticia que habla de él, ocupa cuatro columnas en página cuatro y tiene como encabezamiento: «El leridano Albert Larregola, estudiante de Empresariales, explica cómo vivió las horas trágicas».
Pueden leerla aquí. Este es el pantallazo:
Les copio y pego del texto: «La verdad es que me quedé durmiendo. Tenía clase a las nueve de la mañana, justo en el edificio de al lado de donde se produjo el tiroteo, pero me acordé de que una hora más tarde repetían la misma asignatura, así que opté por despertarme a las nueve y media (…) cuando se estaba preparando para dirigirse a clase recibió un correo electrónico de la universidad diciendo que todas las actividades quedaban suspendidas y que los alumnos permanecieran en sus casas (…) optó por quedarse en casa y vivir los acontecimientos por la televisión».
No sé si se les ha quedado la misma cara de sorpresa que a mí. Les condenso todo lo anterior:
en portada de La Vanguardia de Hoy, destacado con el titular a toda página: «Un leridano pasó las horas críticas… sobando».
En próximas portadas: gente que estaba durmiendo mientras subió el petróleo, ciudadanos echando una cabezadita cuando se incendió el teatro del Liceo y gente a la que el inicio de la guerra EEUU-Irak les pilló en la cama. O sus equivalentes del futuro.