Permita que me piense la pregunta…
Viernes, 27 de abril de 2007
Al candidato a la presidencia por el principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, le preguntaron en televisión -esa manía de sacar a los ciudadanos haciendo preguntas incómodas– cuánto cobraba.
Mariano escurrió el bulto -como en la práctica totalidad de las preguntas que le hicieron, incluida «qué medidas piensa tomar para que haya clases de colegio en español en las islas Baleares»; número de medidas que apuntó: cero– pero inmediatamente quedó claro que esa pregunta no se iba a quedar sin respuesta. La prensa y la opinió pública apretaban. Don Mariano accedió a responder.
Rajoy ha tardado en contestar esa pregunta… una semana entera.
Ante una pregunta tan directa como «de cuanto dinero dispones», una pregunta que repondemos regularmente al pagar nuestros impuestos, tomarse una semana para responder equivale a tomarte una semana para ver cuánto no tienes más remedio que confesar.
Y la respuesta que ha dado es 8.000 euros mensuales. Lógicamente, las cifras no cuadran. Pero igual es conveniente para su imagen pública.
Teniendo en la calle frases tan conocidas como «si quieres, te lo facturo en negro», probablemente haya una parte de la población para la que el presidente más válido para España, el más unido a la larga raigambre patria, sea el que más ingresos es capaz de convertir en opacos. Quizá para esa opinión pública, fascinados por esa semana de pausa, Rajoy pinta ser un sólido candidato a la presidencia. Tal vez no tanto como su compañero de partido Eduardo Zaplana, pero las cuitas de dentro que las peleen entre ellos.