Ya dicen los médicos que hay que medirse con los dulces
«En 1827, se había celebrado un convenio con Francia bajo el nombre de Declaraciones Provisionales, que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos países. A través del barón Deffaudis, embajador francés, los comerciantes franceses avecindados en México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en Paris con alarma. Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se había comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado con treinta mil. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de Guerra de los Pasteles. Adicionalmente ese mismo año, un ciudadano francés fue fusilado en Tampico, acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre los dos países.»
El maestro Chris Ware, además de fabricar los tebeos más hermosos (recuerden esta entrada anterior), ha creado esta animación ilustrando el programa de radio This American Life para televisión.
El grafismo es puro Ware y la historia es conmovedora. Está en inglés. Vean el vídeo aquí.
Según este vistoso folleto barcelonés, somos unos descreidos porque somos niños y porque crecemos y porque tenemos la maldita manía de estudiar y de trabajar y de dormir.
Y no les falta razón, porque no hay como haber estudiado para darse cuenta de que ni las estrellas son puntitos en una esfera que cubre la tierra plana, ni los dinosaurios son una bromita celestial para ver si somos fuertes en nuestra fé.
Que la culpa es nuestra. Hombre. Y un poco también de Galileo. Pero además echarle la culpa al crecer y al dormir, es extraordinario.
Bola extra: «la religión es una perversión nociva del razonamiento en la que la solución a los misterios del mundo caben en una pegatina para el coche» . (¿quién fue el genio que dijo eso?)
Los informativos ya han decidido que las cosas que verdaderamente nos van a cambiar la vida, como las fuentes de energía y los avances en comunicación y los caprichos de los hipermillonarios, no entran en sus programas. Todo es política, fútbol, ladrones, violaciones e intentar convencernos para que vayamos al cine a ver la tontería familiar de la semana o al teatro a ver a bailaores y bailaoras, que entran en los telediarios a tutiplen, para mi asombro. En el minúsculo espacio que queda se dedica casualmente a las curiosidades tontas.
En el imparable deseo de crear noticias de relleno en los informativos para ese minúsculo espacio, las últimas damnificadas son las dos chicas de arriba. Me explico. Un grupo de «expertos» ha identificado a Lisa Gherardini como la modelo original de la Mona Lisa. Y han buscado en su arbol genealógico y al parecer las únicas descendientes vivas de la supuesta mona lisa original son estas dos chicas: Natalia e Irina Guicciardini Strozzi.
Como ven, todo un caso que no produce ninguna mejora (al contrario que, no sé, la cremallera, el ipod, el botón de «cerrar puertas» de los ascensores…), pero que está relacionado con una cosa como de moda y que apasiona a las mujeres cuarentañeras -que son, como saben, el único público que consigue que un escritor pueda ganarse la vida con la literatura-. Vamos, una noticia de relleno para microespacio absolutamente de libro. Con perdón.
¿No les parece un método de lo más curioso para crear nuevos concursantes de, por decir algo, gran hermano vip?
«Hay un buen número de servidores realizados por aficionados al libro Guinness que enumeran los récords que consideran más asombrosos. Algunos de ellos se han centrado en aspectos que no aparecen –o no los hemos encontrado, que ya son ganas ponerse a leerlo entero- en la edición española. Tal vez no sean ciertos -aunque apostamos a que sí- pero reflejan estupendamente el espíritu competitivo, de superación y de disfunción siquiátrica que representan los candidatos a aparecer en el catálogo de los excesos. O más bien, de los defectos. Ojo al parche.»
En este extenso artículo encontrarán la extraña historia de los records Guinness, la curiosa filosofía que los sustenta, y un nutrido catálogo de récords inauditos, registrados pero nunca incluidos en las ediciones impresas del libro.
Una mirada al lado más extraño de los informativos en tiempo de vacacaciones, y un vistazo a las vidas de personas dedicadas a logros poco normales.
Seguro que se van a divertir. Atentos a la conexión entre el Santoral y el libro Guinness. Lean el texto aquí.
«Si vas a luchar… con máscara es mejor». Un mensaje del gobierno del estado mexicano de Aguas calientes.
La alusión al condón y la protección de la salud en forma de máscara de luchador mejicano y protección de la identidad. Que el enfundarse no significa ser menos viril. Ni menos rudo. No es un desrespeto a la tradición sino que es parte de una identidad propia fuertemente arraigada. Y así todo. Todas esas lecturas y más, en este cartel impagable.
A la vez, profundamente bizarro, y profundamente celtibérico.