Entender a Ballard
Miércoles, 30 de julio de 2008
Como sabe William Burroughs, no hay forma de evitarlo: «hablar es mentir; vivir es colaborar«. Sólo podemos salir tal y como hemos entrado. Con el posmodernismo, igual que con las drogas y la pornografía, la única manera de llegar a alguna parte es sumergirte lo más posible, tan inconsciente y abyectamente como sea posible, y luego sentarte y disfrutarlo. Un chute detrás de otro, una compra detrás de otra, un orgasmo detrás de otro; no hay final para la acumulación: «la hora solitaria de la ‘ultima instancia’ no llega nunca» (Althusser). Todo lo que podemos hacer con las imágenes es apropiárnoslas, distorsionarlas, volverlas contra sí mismas.
Todo lo que podemos hacer es tomarlas prestadas y agotarlas: gastar lo que no hemos ganado, y lo que ni siquiera poseemos. Esta es mi definición de cultura postmoderna, pero también es la definición que hace [el banco] Citybank de economía saludable, la definición que hace Jacques Lacan del amor, y la definición que hace J. G. Ballard de la vida en las ruinas postindustriales.
Steven Shapiro, en 1997,
en su rotundo Doom Patrols.
(pueden leerlo íntegro aquí)
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La cita es en homenaje a la exposición «J. G. Ballard: Autopsia del nuevo milenio», actualmente en el CCCB, comisariada por el gran Jordi Costa. Veanle aquí: