El final de la nobleza baturra
Martes, 13 de enero de 2009
Miguel Servet:
Una lección que a los maños nos gusta mucho sacar a la luz
pero que al parecer no tenemos nada aprendida.
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se mostró a favor de la decisión de TUZSA de no admitir la campaña promovida por la Unión de Ateos y Librepensadores, que comenzó ayer en Barcelona con el lema ‘Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida’. El máximo responsable municipal calificó la iniciativa de «anacrónica». «Me suena como del siglo XIX. Eso de empezar a hacer manifestaciones de si usted cree o no cree en Dios, es algo que debe estar fuera del debate político. Carece de sentido», dijo.
Y luego que Zaragoza tiene fama de ultraconservadora y facha ( desde luego, la academia militar ayuda lo suyo a esa imagen, claro). Tanto pelear diciendo que los zaragozanos sabemos qué es vivir en el ahora… y nos viene lo que han podido leer arriba.
Censurar levantando las manos y diciendo que se es neutral. Los maños, que tanto mentan a Miguel Servet.
Un medio público -los autobuses- censura a su gusto lo que debería estar al alcance de quien lo pueda pagar. Y luego se quejan de que haya pintadas.
Un representante de la ciudadanía que dice que el tema religioso es una discusión anacrónica (¡anacrónica! ¿Qué periódicos lee este señor? ¿Se piensa que el conflicto de oriente medio es por el billar?), pero que no tiene el coraje de decir cuál es la solución de esa «discusión hace tiempo resuelta». Que no tiene nobleza para decir cuál es la verdad.
Qué sonrojante la posición del alcalde, representante de los zaragozanos. Causa el mismo pudor que dan esos oficinistas que se callan en los juicios en los que se acusa de acoso sexual al jefe. Se calla por miedo a no conservar su empleo. Y no se limita a callar, sino que se regala, porque hace ostentación de su silencio. El equivalente del antipaladín oficinista que se pavoneaba testificando «si es que se visten como golfas». Permitiéndolo, bendiciéndolo, compartiéndolo.
Estos son los anacronismos españoles, dice. Tapar las vergüenzas con el mantón del Pilar. Qué sonrojo.
Zaragoza, como toda España, es mariana (recuerden los asaltos en la guerra civil: «al hijo lo que queráis, pero a la madre ni tocarla»). Es mariana, sí. Pero si algo ha distinguido a los zaragozanos, es ir con la verdad por delante. A riesgo de que les llamen brutos. Jugar con las cartas levantadas.
La pilarica es un icono que no necesita ni mentir, ni amordazar a nuevos Miguel Servet. Es un icono que viene de la mentira, pero que es el nuestro. Como para otros los Centauros, o los Grifos, o Mickey Mouse, o Rómulo y Remo.
No requiere acallar consintiendo la injusticia. No requiere mentir diciendo «soy neutral» mientras se tapa la verdad y se consiente acallar a los sinceros.
Qué vergüenza. Se acabó la nobleza baturra. Ahora, al decir que soy maño, me colocarán con estos.
Que no nos juzguen por nuestros dirigentes (porque si es así, vamos dados). A nivel institucional, la imagen de ultraconservadora de Zaragoza es tristemente merecida. Eso sí, nos queda el consuelo de saber que los zaragozanos no somos así (o al menos eso me gusta creer).
Comentario de XCAR Malavida — enero 14, 2009 @ 11:32 am
Nadie va a ponerle con esos, Raúl, por el hecho de ser maño. Sería como ponerme a mí con carcas como Miró i Ardèvol por el hecho de ser catalán. Y este no fue alcalde, pero sí concejal de Barcelona.
Comentario de C. Rancio — enero 14, 2009 @ 2:00 pm
¡Qué difícil es decidir el voto en una elecciones! Cada vez es más complicado votar contra alguien… ¡es que hay tantos!
Comentario de latro — enero 14, 2009 @ 3:37 pm
No hombre, no es lo mismo lo de los buses (si hay o no hay) con lo de oriente medio (hay, pero yo se como es y tu no).
Lo de oriente medio no es de religión tampoco. Al final es por dinero (perdone que insista, pero estoy bastante descreído en que haya otra motivación mas allá que la económica para la guerra, la revolución, el terrorismo y cualquier agitación de masas. Al principio parece otra cosa, pero al final, siempre es la economía)
En todo caso, Belloch es bueno para lo que es, que es para liarse la manta a la cabeza y hacer cosas que como no sabe que son imposibles, va y las hace.
Para lo demás, no deja de dar una imagen un poco de zumbao que sale por peteneras. Y en esto, lo ha vuelto a hacer. Para empezar ¿Tu te crees que es de recibo tildar lo de los autobuses de debate político? ¿Político de que?
En fin.
Miralo en otra perspectiva: Aragón siempre se ha enorgullecido de ser la parte bruta del subrrealismo… ¿No crees que esto va por ahí? No lo interpretes en literalidad, hombre, que así harás mucha mala leche.
Comentario de Fernando — enero 14, 2009 @ 7:52 pm
RSS suscripcion a los comentarios de esta entrada. TrackBack URI
Deja tu comentario
Debes identificarte para comentar.