Corrigiendo las malas costumbres de la ciudadanía
Martes, 17 de febrero de 2009
Claro. Qué es eso de entenderse entre personas. No señor. Entenderse es secundario: lo primordial es marcar las distancias.
En breve: la asociaciones de varones -gastando, a poder ser, dinero de todos, como en el ejemplo de arriba- invitarán a los hombres a comunicarse con el resto de personas haciendo gestos con el pene. Las señoritas tendrán que comunicarse meneando uno de mentira. Dejando las cosas claritas. Porque, hombre, ¡qué vas a comparar tú con la gloria de tener un pene! ¡Con lo largamente documentada que está en la antropología la ostentación del pene! ¡Ese bagaje cultural se debe conservar activo por encima de esas otras cosas! ¿Verdad?
Uff no he podido resistirme a comentar este post.
Le leo desde hace tiempo pero nunca antes había escrito un comentario, pero esque la parábola que usted usa en este post es maravillosa.
Comentario de Alber — febrero 17, 2009 @ 7:38 pm
Cierto, el simil resulta suculento pero, si alguien habla una lengua habitualmente y cambia al ver a un paisano más moreno ¿no es una forma de discriminación? Entendiendo lógicamente que todo el mundo comprende dicha lengua, que es lo que se esta planteando en la campaña. De tal manera podría considerarse un acto integrador y no lo contrario.
Comentario de alex — febrero 18, 2009 @ 10:39 am
O sea que el guiri que viene a España de turismo y le pregunta a un abuelo del pueblo: Where s the pub? Esta haciendo un acto integrador.
Comentario de Alber — febrero 19, 2009 @ 10:31 am
Enhorabuena Alber, has captado mi comentario a la perfección ;-P
Comentario de alex — febrero 20, 2009 @ 10:02 am
Da gusto ver como se autocelebran en la propia fe, como los madridistas en las páginas del diario Marca. Allá ustedes.
Comentario de Raul Sensato — febrero 20, 2009 @ 11:09 am
Vaya, Raul, tu comentario suena a «ahí tienen ustedes la puerta». Igual te hago caso.
Comentario de alex — febrero 20, 2009 @ 11:44 am
No, por dios. Pero sean conscientes: confundir al que llega con el que está es marear la perdiz; confundir al individuo con las instrucciones del gobierno es perder el norte.
Yo ya sé que salir de la fe infusa es complicado. La humanidad tardó dieciséis siglos en darse cuenta de que el aristotelismo no era la via al conocimiento. Y fue con señores estrictos que hincaban bien los codos.
Yo solo digo que, si se celebran en el despropósito (ver inicio de esta intervención), yo les entiendo, pero es cosa de ustedes.
Comentario de Raul Sensato — febrero 20, 2009 @ 2:13 pm
«persigue que los catalanohablantes no cambien de idioma cuando conversan con un inmigrante que les entiende, aunque este hable otra lengua.» lo que me parece genial es esto, la generalitat RECONOCE IMPLICITAMENTE que el catalán medio es RACISTA y al ver a alguien NO BLANCO como cualquier otro CATALAN NO PIENSA QUE SEA CATALAN, que hable su lengua.
Comentario de ulrike meinhoff — febrero 20, 2009 @ 4:34 pm
okeyyyy makeyyyy!
Comentario de alex — febrero 21, 2009 @ 7:39 pm
En general me gusta bastante su blog (lo he descubierto hace poco a través reflexiones de repronto).
Soy barcelonés y el castellano es mi lengua materna (mis 4 abuelos son de Almería) no he leído el artículo de el país pero he visto el anuncio.
En mi opinión su entrada (lo siento mucho) está completamente descontextualizada. El anuncio no incita a priorizar hablar el catalán por encima de la prioridad de comunicación que tiene toda conversación.
El anuncio, lo único que promueve es que la primera frase de la conversación de un cataloohablante sea en catalán. ¿Por qué, pues porque a priori no sabemos si la otra persona nos entenderá o no. Así que si pasamos directamente al castellano estamos perdiendo la oportunidad de hablar en la otra lengua sin nisiquiera intentarlo.
El chico del espot vive en ctaluña y habla (mejor que yo) y entiende (entender el catalán no es nada difícil) el catalán perfectamente. ¿No sería absurdo que la gente al verlo le hablase directamente en castellano?
si a eso le sumoamos que un catalanohablante al ser interpelado en castellano suele pasarse al castellano automaticamente (siempre hay excepciones claro) podriamos tener el caso de que este chico contestase en castellano y que dos personas catalanohablantes acabasen manteniendo una conversacion en un idioma que les es menos propio.
El otrao debate es si se debe conservar la diferentes lenguas. Yo creo que son un rasgo identitario del que las habla y que por lo tanto deben conservarse mientras queden hablantes que se sientan más comodos hablando ese idioma que otro. Es normal que un castllanohablante quiera que los guiris que se mudan a su pueblo aprendan a hablar su idioma. Pues lo mismo en cataluña con el catalan.
Evidentemente si la conversación no funciona en catalan pues te pasas al castellano y listos. ningun problema pero ¿que hay de malo en haberlo intentado?
Comparar sacarse la chorra con empezar la conversación con un «bon dia, que desitja» implica que para susted que se dirijan en un idioma que no es el suyo es una experiencia harto desagradable. Que le dejará un daño psiquico por mucho que con un «perdon es que no entiendo el catalan» se cambie la situación.
Comentario de Jose — marzo 15, 2009 @ 1:48 pm
En todo caso es un problema de cortesía: Ramón el panadero sospecha que va a resultar más cortés hablarle a Swapnil Gutta en castellano porque estudió probabilidad en sus años mozos, y Swapnil quizá quiera practicar catalán pero por cortesía contesta en castellano por si es la lengua que prefiere Ramón. Pero la lengua, si no la toquiteas a conciencia desde los megáfonos, se autorregula sola, y Gutta y Ramón probablemente conseguirán practicar el catalán el primero y el experimentar el alivio de hablar la lengua que controla mejor el segundo. Claro que esto es discutible y quizá veas preferible empezar a hablar en catalán. Natural: las normas de cortesía son un campo abonado para la discusión. La clave aquí es ¿el gobierno qué narices tiene que ver?
Y es que lo asombroso aquí es que el gobernante se ve capacitado para decidir qué es lo más cortés y gastar dinero público en intervenir en canales privados. Carod habla de «la amabilidad y la simpatía de contagiar el goce del idioma catalán», aunque no se le pasaría por la cabeza, al menos por ahora, hablar de la amabilidad de contagiar el amor por el BDSM (otro asunto que se suele acordar en el ámbito privado y en el que hay problemas de cortesía al presuponer las preferencias del otro en un primer contacto).
O claro, quizá dictar las normas de cortesía sea un medio para el fin de preservar una lengua. Pero en ese caso que no se presente con otro envoltorio, porque algunos aún se cabrean si les tratan de imbéciles.
En Cataluña hay un fenómeno muy curioso con los filólogos y los políticos. No sé si habrá otra parte del mundo donde a un filólogo se le suponga un conocimiento de los problemas políticos de la zona.
Esto lo dice mejor Xavier Pericay: «Un filòleg català no tan sols és un expert en la variació lingüística, o en la scripta i la projecció diatòpica, o en l’etnopoètica, en el positivisme literari, tal com es desprèn dels programes universitaris de tercer cicle, sinó que pel mateix preu, se li reconeix una autoritat en tot el que guarda relació amb Catalunya i els seus problemes». Ahí están todos los filólogos políticos del parlament. A la inversa pasa igual: el político se siente capacitado para intervenir en el ámbito lingüístico con un par. Y si a eso le juntamos que en general a los gobernantes les gusta tocorrear las palabras a voluntad (porque es más fácil cambiar el mapa que el territorio, y por http://textos.elvarapalo.com/blog/politica/la-lengua-del-tercer-reich-victor-klemperer), pues así estamos.
Comentario de Bogavante — marzo 18, 2009 @ 5:07 pm
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