El problema está en que presentan la solución
Lunes, 10 de agosto de 2009
Manuel Serrano-Ríos, catedrático de Medicina Interna de la Universidad Complutense y miembro de la Real Academia de Medicina, opina que «globalmente, una mala nutrición es un factor de riesgo más grave que el tabaco, ya que su impacto es mayor sobre muchos sistemas«.
Pilar Cervera, ex directora del Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética, también opina que las secuelas de comer mal se extienden más que las del tabaco. «Por eso tienen efecto las luchas contra el tabaco, porque se habla de consecuencias más concretas», asegura Cervera.
Unos datos poco alentadores y mucho peores en equilibrio que los de los últimos años: «Antes era menos habitual que los jóvenes tomaran tantas calorías y no estaba en este peligro la dieta mediterránea; no sabemos por qué, pero aunque cada vez somos más exigentes con la salud y con la alimentación, al final nos cuidamos menos y nos alimentamos peor», afirma Isabel Ávila.
En mi opinión, la diferencia no está en la concreción de las consecuencias, sino en que en el mundo moderno estamos bombardeados con las soluciones.
El tabaco no tiene más solución que dejar de fumar, pero la mala alimentación, según nos insisten nuestras pantallas, se endereza tomando actimeles y danacoles y omegatreses. Son vacunas, son remedios. Supuestas medicinas que «curan».
Se emite y se repite y se bombardea un mensaje (con interés industrial) muy definido: hay remedio y lo tengo a la vuelta de la esquina.
En esas condiciones. el problema no existe.
Curiosamente, la persona citada en el último párrafo es miembro del instituto Danone. Un detalle que cierra el círculo.
Yo debo ser una rara avis: he dejado el tabaco, la bebida, las mujeres y la mala comida (y no me refiero a eso que estás pensando).
Comentario de Serwan — agosto 10, 2009 @ 1:49 pm
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