Mosqueteros en el siglo XXI
Lunes, 26 de octubre de 2009
Sergio [Algora] andaba por la calle con un saco de dormir al hombro. Su novia le había echado de casa y quitado la tarjeta de crédito (era la tarjeta del bar, común a los dos). Habían discutido y Sergio le contó que estaba enamorado de una chica que vivía en una ciudad de la costa.
Tras un rato de deambular, se fue al bar de El Francés, donde solía tomarse los últimos gin-tonics después de cerrar, un bar estilo lounge que siempre era de los últimos en echar la persiana. Cuando El Francés vio entrar a Sergio, le preguntó dónde iba con el saco de dormir y ese aspecto de perro apaleado. Sergio le puso en antecedentes.
El Francés entró en la trastienda y salió de allí con una cesta de mimbre que contenía una camiseta de Gautier de manga larga (con llamas estampadas en las mangas) y unos calzoncillos, y se la entregó a Sergio junto a unos billetes. No recuerdo la cantidad.
Resulta que el dueño del bar era un aristócrata, miembro de la orden de Los Mosqueteros. Un mosquetero de verdad, vaya.
Sergio me contó que llegó a enseñarle una especie de placa identificativa, y todo. Y como «nobleza obliga», se encargó de facilitarle a Sergio los medios para reunirse con su amiga. Uno para todos, etc.
Lo cuenta Fran Nixon en su glosa del añorado Sergio Algora. Leanla completa aquí.
Publicado en la revista Eñe,
parcialmente en PDF aquí.
Bola extra: hay un extracto recitado.
Muy simpatico este texto, sorprende la relacion con los mosqueteros en el siglo XXI
Comentario de marce para miapuesta — noviembre 7, 2009 @ 4:22 pm
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