Un momento troncal de lo contemporáneo
Miércoles, 9 de diciembre de 2009
A ustedes les sonará a anécdota tonta. Pero si lo que detalla este párrafo es exacto, aquí tenemos un punto troncal sobre la cultura: un ejemplo en el que las etiquetas se cruzan con el metabolismo (marcado por la medicina).
Insisto: no la obra, no la materia de la obra, sino la etiqueta.
Esto es monumental. Denle vueltas:
Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz
Larry Ochs despertó ayer por la mañana tras una noche de pesadilla. Tras medio siglo en la primera línea del jazz más creativo, y próximo a su jubilación como músico en ejercicio, el fundador del influyente grupo Rova Quartet no se había visto en nada parecido a lo vivido la noche del lunes en una pequeña localidad castellana. Su concierto, que ponía el punto final al V Festival de Jazz de Sigüenza, a punto estuvo de ser cancelado manu militari por la autoridad competente. Motivo: la música del saxofonista, a juicio de un espectador y sus acompañantes, no era jazz sino «música contemporánea», género que el denunciado tiene «contraindicado psicológicamente» por prescripción facultativa. Así consta en la hoja de reclamación cumplimentada en el lugar de los hechos, previa a la denuncia.
Que opinaría Lisa Simpson de esto? Porque este tipo es el de los Simpsons, no? (ahhhhhhh, que le vamos a hacer si las referencias culturales que tenemos tienen orígenes televisivos…..)
Miedo me da como puedo acabar teniendo en cuenta que gracias a mis hijos veo varias horas al día de playhousedisney…
Comentario de Fernando — diciembre 9, 2009 @ 1:15 pm
No, no, esto no puede ser. Han escrito la inocentada del 28 de Diciembre con antelación, y se les ha escapado en la edición de hoy por error.
«género que el denunciado tiene “contraindicado psicológicamente” por prescripción facultativa.»
¡Ahíva colega!, yo quiero conocer al psicólogo que te prescribe una prohibición de la música contemporánea. Seguro que comparte consulta con el décimo dentista cabrón que recomienda chicles con azúcar
(por cierto, que hay una errata en el artículo El País, será el denunciante y no el denunciado el que no pueda escuchar música contemporánea, ¿no?)
«uno de los uniformados, tal vez sobrado de conocimientos sobre la materia, sometió la música de Ochs a una suerte de juicio sumarísimo. Lo más sorprendente, se llegó a una conclusión coincidente con la del denunciante: la música del saxofonista no es jazz»
Vamos, anda, esto parece una escena de Amanece que no es Poco. Y que conste que no pongo en duda que un picoleto sepa de Jazz; lo que digo es que los guardias civiles son gente profesional, y no se meterían en un berenjenal semejante.
Comentario de enri-que — diciembre 9, 2009 @ 2:03 pm
Me recuerda aquel bonito día en el que un juez norteamericano decidió qué era el arte…
Comentario de João França — diciembre 9, 2009 @ 2:10 pm
cuando lo he visto el el pais he pensado q se la habian colado de «el mundo today»…
… y aun no me lo explico…
Comentario de javi — diciembre 9, 2009 @ 6:41 pm
Pues la cosa sigue y ahora además, sacralizada por una de las vacas sagradas del Jazz
Comentario de Guillermo Zapata — diciembre 22, 2009 @ 7:36 pm
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