Todavía nos llama la atención que noticias como ésta entren en la prensa: Retiran un vehículo que estaba mal estacionado («gracias a dios no hubo víctimas mortales«, comentaban en twitter, al enlazar la noticia). Al fin y al cabo, cuando aparecen son sólo una pequeña mención, una aparición puntual, entre noticias de mayor alcance.
Las retrospectivas que entresacan una noticia de hace 50 o 25 años tienen todo el diario para elegir una, para subrayar la más representativa. Permiten una visión donde, a posteriori, se localiza lo que terminaría siendo importante. Bajo esa luz, atentos a la selección que publicó ayer El Progreso de Lugo, donde eligen las noticias más relevantes en los rotativos del pasado:
Hace cien años: la niña aprueba piano; hace 75, se ha perdido una pistola que se llama sospechosamente como un conocido humorista -el rigor periodístico invita a conservar el nombre-; hace 50, vamos a salir por la tele («¿Cuando sale esto?», «pues mire, saldrá otra vez el siglo que viene, en una retrospectiva de prensa»). Una selección que pasa con honores a nuestro museo celtibérico.
Advertencia colocada en los cines ACEC de Cornellá (donde se proyecta la película El Árbol de la vida) inmortalizada en el ejemplar de hoy de El periódico de Cataluña:
Actualización: en Estados Unidos la película ha forzado la aparición de un cartel similar, con el detalle de que allí no hay alusión sobre el molestar a otros espectadores. Lo que dice es que ni entres:
En el último ejemplar del Culturas de La Vanguardia hablo de Newstweek, un aparato que mete quirúrgicamente contenidos falsos en webs fiables dentro del ámbito de wifis públicas. Aquí tienen su sitio oficial.
[Se cuenta que el notable] Soler de Villardell fue dotado con una espada milagrosa por un mendigo al que había socorrido, y con la cual mató al dragón de Sant Celoni. [La espada pasó posteriormente a manos] de un tal Bernat de Centelles, que venció con ella en un torneo a Arnau de Cabrera, pero habiéndose demostrado que la espada era milagrosa, contraviniendo las leyes de caballería, Jaime I declaró nula la victoria de Centelles, según sentencia que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón.
J.M. Carandell,
Nueva guía secreta de Barcelona, p.234
Los dos nobles se habían enfrentado en duelo al no reconocer vasallaje Cabrera a Centelles. Éste había violado los usos del duelo, que prescribían igualdad entre los combatientes, pues había usado contra Arnau la espada de Vilardell, además de llevar una cota de malla que le aseguraba no ser derrotado en combate y ocultar entre sus ropas una piedra mágica conocida como «diamàs» que evita que se quiebren los huesos del portador. Como queda dicho, Arnau recurrió ante el rey, que le dio la razón en la disputa. (A todo esto hay que decir que Jaime I había sido amante de la madre de Cabrera y en aquel momento lo era también de la mujer del mismo.)
Pese a la perspectiva prosaica que aporta la nota final, no podemos dejar de maravillarnos de la anulación por milagro. Para nuestro museo de la celtiberia medieval.