Cosas que vienen al Caso
Domingo, 3 de junio de 2012
Llevo algún tiempo aparcando en el cabezal de la cama el libro «60 aniversario – El Caso semanario de sucesos (Juan Rada, 2011)» y leyendo antes de dormirme una hoja o dos de facsímil de periódico de los cincuenta. La forma de escribir es maravillosamente distinta a lo que hoy se estila. Ayer me zampé apasionado todas las páginas que el libro recoge dedicadas al «Misterio de las tres copas» acontecido en Mazarrón, con dos cadáveres encontrados en la playa que condujeron a una investigación donde cada averiguación destapaba un suceso más extraño que el anterior, desde el inicio del viaje en Haro hasta el enigmático desenlace. La historia sigue sin resolverse y es importante porque ha producido piezas de altísimo alcance: Fernando Fernán Gómez quiso enunciar su propia solución al misterio y por eso rodó El Extraño Viaje (1964) [aquí, la peli completa].
Los relatos actuales de aquel suceso, con la distancia de los años, ya tienen separado el grano de la paja y, pese a mantenerse aún velado, hay cosas que se saben troncales en la historia frente a otras auxiliares o innecesarias. Precisamente la lectura de los textos de época es maravillosa porque en aquel instante todo podía ser relevante. Les pongo a modo de ejemplo esta maravillosa historia, tangencial y accesoria pero arrebatadora, que aparece como comentario de pasada en el exhaustivo informe sobre el caso de Mazarrón:
Así que ahí me tienen, disfrutando las rebabas de las historias principales. En lugar de «el crimen de la mano cortada» o «el misterio del baúl» -que tienen su prestigio precisamente porque cada noticia abría la puerta día tras día a nuevos enigmas dentro del misterio-, me ciegan pequeños párrafos voladores.
Por ejemplo, aquí les dejo un detalle de las innovaciones de Pedro Alcalá de las Heras, un genio emprendedor que creó no una sino varias formas de timo insospechadas. Aquí detallan su ocurrencia para sacar tajada de los fallecimientos remotos:
Y por supuesto, piezas de altísimo valor celtibérico, como este titular que les pongo a continuación:
Rubén Lardín me lo filtró
como lectura de sillón
Bola extra: La portada del volumen, que siempre es de recibo incluirla
Conversacion en twitter sobre esta entrada:
?@Tyrexito: @raulsensato El timo del paquete a contrareembolso dirigido a un muerto es un clásico. Figura en el estupendo «El libro de los trucos».
@sinatributos : Y de eso vive Ryan O’Neal en Paper Moon. Biblias, en concreto. ¿Quién rechaza una biblia pedida por un muerto?
@Tyrexito: También estaba la varicación de enviar un libro titulado «Hacienda». Todo el mundo lo cogía por si acaso.
Comentario de Raul Sensato — junio 3, 2012 @ 5:06 pm
RSS suscripcion a los comentarios de esta entrada. TrackBack URI
Deja tu comentario
Debes identificarte para comentar.