Flores tatuadas
Miércoles, 1 de febrero de 2006
«Con esta impresora», dice el texto promocional,»se pueden colocar mensajes e imágenes en los delicados pétalos de las flores». No sé qué genio ha logrado diseñar un sistema que consigue localizar los pétalos de una flor, valorar más o menos su resistencia e imprimir en los pétalos la imagen que envíe el ordenador.
Como ingeniería de producción me parece impresionante. Pero me asombra incluir tanto esfuerzo en tatuar flores. Y en particular ver tantos escudos de marcas de coche en las imágenes de muestra que ofrece la página que vende la impresora para flores «Compact Impact Flower Printer».
Me hace pensar que, igual que imprime en un pétalo, perfectamente nos puede imprimir una imagen en la también delicada piel de nuestra mano, una forma de evitar el pulso irregular del tatuador (o ese «se me ha acabado la tinta» de leyenda urbana que convierte los textos en bromas).
Pero imprima manos o no, valga o no esa tecnología de impresión en superficies irregulares para menesteres no tan floridos, es necesario preguntarse: ¿es necesario tatuar las flores? ¿No son suficientemente hermosas?
La inyección a tinta ha convertido el «diselo con flores» en «díselo sobre flores». Debe ser la modernidad.