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post Dignificando el calimocho

Lunes, 13 de octubre de 2008

Raul Sensato a eso de las 12:37 pm

Dignificando el calimotxo

11 de octubre, zona del Tubo de Zaragoza, en plenas Fiestas del Pilar. Terraza Papamar.

Hay muchas formas de beber en fiestas. Puedes llevar la botella en la mano y beber siguiendo a una charanga. Puedes acudir a un bar de litros y consumir en bar, al por mayor, compartiendo morro o pajita. Puedes tomar tus combinados en un bar musical, en el que estás hombro con hombro con la concurrencia, de manera que tu espacio privado coincide exactamente con el contorno de tu cuerpo. O puedes ir a un lugar más caro, espacioso y con asientos, sólo frecuentado por personas ya de cierta edad, que se alejan del consumir en la acera, compartiendo o apretados.

La hostelería sabe de estas diferencias. En todos los ámbitos. Ya saben que hay restaurantes que, para marcarlas del todo, en lugar de decir «Alcachofas con queso», ponen en su menú cosas como «Corazón de alcachofas de Tudela rellenas de escalibada de queso Idiazábal con galleta crujiente de Jabugo sobre nido de fettuccini a la crema».

Esto llevó, en la fecha y el lugar detallados arriba, a un extraordinario momento celtibérico.

Estábamos enfilando la noche de fiestas -del 11 al 12- practicando el noble arte del vermú torero, que es salir de fiesta como si fuera una carrera de fondo. Estábamos en la parte de la primera copa, y en nuestra mesa -seríamos unos quince- la cosa se repartía entre los partidarios del gintonic y los partidarios del vodka. Entre nuestro grupo teníamos un par de encantadoras chicas vascas que, en lugar de entrar con los combinados, optó por bebidas de mantenimiento. Una pidió una cerveza. La otra, un calimocho. Alguno se giró con cara rara, porque el calimocho es una receta para beber de calle, que no encajaba en ese ambiente -terraza no barata de asientos y clientes con nómina-. Pero cada uno se pide lo que quiere, que para eso es cliente, maldita sea.

Cuando el camarero, tiempo después, llegó con las consumiciones, se aplicó a servirlas como mandan los cánones. Con el licor vertido en un vaso con hielo, y la botella de refresco, recien abierta, al lado y sin servir. Según colocaba cada vaso con botellín vecino, iba cantando: Bombay con Tónica, Absolut con Limón.

Y cuando le entregó la bebida a nuestra amiga bilbaína, dejó un vaso con tinto, y un botellín de cocacola light. Y dignificando el calimocho, en esa terraza que debe desmarcarse del consumo callejero, aportando un toque de distinción (ejem) con aroma reciamente celtibérico, dijo según servía la bebida:

«Rioja con Light.»

Ya hay 3 comentarios »

  1. Yo soy muy kalimotxero (siempre lo escribo así; herencia euskalduna), y lo tomo en casa, con las comidas, porque sí, parece que da vergüenza pedir kalimotxo fuera de casa. Lo consumo en la intimidad, sobre todo, o en bares donde sé que sí hay. En mi bar no lo tenemos en la carta, pero siempre que alguien me pide un kalimotxo (son pocos) se lo sirvo encantado, y lo cobro como tinto de verano, aunque sale más caro.

    En la wikipedia dicen que

    «En Argentina a dicha mezlca se la conoce como Rock ‘n roll. En Uruguay como «vino cortado» (ya que dicha mezcla recuerda la analogía con el café cortado). En Mozambique se la conoce como Catembe. En Brasil se la conoce como Diesel. En Chile se le conoce como Jote.».

    Lo que no pone es otro nombre más bonito y dignificante, incluso más soplagaitas que el que tú indicas: mi amiga la Noruega me asegura que en centroeuropa se le conoce como «golden wine», aunque no he podido comprobarlo en nadie más.

    Otro detalle de horror celtibérico son esos bares donde respetan al extremo la pasión del cliente por el kalimotxo, y sirven mil y un variedades. Como el Cherry, en Callao (Madrid), un bar anclado en La Movida donde tienen un cartelón con docenas de tipos de Calimocho. Desde el Caliguay hasta el Caliburro, pasando por el Calicherry, o el Calipollas en vinagre. Combinados de vinos de toda clase con licores azucarados y alcoholes blancos horripilantes de todo tipo.

    Comentario de Fruno — octubre 13, 2008 @ 1:50 pm

  2. Buenisimo. Y un pequeño apunte que lei en su momento en la wikipedia y que me encanta, antes se le llamaba cuba libre del pobre.

    Comentario de priest — octubre 13, 2008 @ 7:32 pm

  3. http://www.minutodigital.com/actualidad2/2008/10/13/iron-maiden-frente-a-la-ikurrina-en-navarra/

    Comentario de absence — octubre 15, 2008 @ 3:32 pm

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