Con verrugas y todo
Miércoles, 19 de mayo de 2010
Me quedé con el nombre de Joan Cornellá cuando vi en El Jueves sus caricaturas ampolladas y varicosas. Están derivadas, inspiradas, impulsadas, por las que realiza Drew Friedman; yo lo celebro, porque hay que minar donde el metal es valioso, y porque requiere talento hacerlo y hacerlo bien.
Joan me regaló su Abulio, porque por esas casualidades había visto alguna entrega de Repronto, y he disfrutado tanto de su lectura que debía dirigirles desde aquí. Extraño y cercano, con un mundo deformado que vertebra un apocalipsis patético, geriátrico y humano. Muchos de mis fantasmas, que intuyo nuestros, de usted y yo, están ahí, repasados obscenamente con incansables regueros de tinta.
Dice la bio del autor que Joan Cornellá es descendiente consanguíneo de Manuel Vazquez, así que más tarde o más temprano le dirán que de casta le viene al galgo. Yo al leerlo entreveo, tras el abismo gráfico, la obra de Paco Alcázar (quizá influido por Absence, que lo sacó a colación la noche en que lo recibí). Friedman, Vazquez, Alcázar. Cuando hablo de Abulio, como ven, me pongo a decir nombres a ver si echando manos a todas partes encuentro un norte fiable para orientarles, pero fallo. Tendrán que asomarse al tebeo, leerlo sujetándose el estómago. No saldrán indemnes.