teleoperasketch
Miércoles, 26 de abril de 2006
Yo tengo un telesketch en la estantería. Durante un tiempo, decía «Bienvenidos». Era un bienvenidos que presentaba una tipografía imperfecta pero cercana a la buena, todo un dechado de virtudes en un juguete muy poco intuitivo y de funcionamiento casi mágico, en el que los errores se pagaban con el borrado del dibujo y la repetición desde el inicio.
Con esos precedentes, entenderán que me asombre ante la tenacidad de los chavales que han construido esta máquina, un telesketch controlado por ordenador. Un canto al pulso falso. Y que pueden mostrar un bienvenidos perfecto.
Qué curioso. lo que más orgullo debería dar es justo lo que tienes que ocultar: la máquina que te deja escribir perfecto. Una paradoja que se borra agitándola boca abajo.