Golpe a la nueva canción protesta
Martes, 6 de febrero de 2007
Ya son viejas noticias: Ronaldo y Beckham abandonan el futbol español, que es lo mismo que decir que abandonan el país. Hago la diferencia porque ambos habían servido de catalizadores para una variante musical que me ha interesado mucho: la nueva canción social.
La nueva canción social ha tomado el mismo giro que el dio periodista Wolfe en los ochenta: lo que importa de la sociedad son los poderosos. Cuando abandonó su línea inicial (que es deslumbrante: «Lo que hay que tener», «Las décadas púrpura», «Ponche de ácido lisérgico»… todas espectaculares), optó por ficcionar los altos perfiles norteamericanos: los brokers en «La Hoguera de las vanidades», el duelo empresario-banquero en «Todo un hombre», la perversión de la élite futura en «Yo soy Charlotte Simmons»,…
En España, las nuevas canciones protesta son la respuesta a unos medios de comunicación que saturan con celebridades cuyo magnetismo reside en el dinero, y que han creado una generación que ha construido así su futuro ideal. Las encuestas alarman diciendo que la juventud quiere ser como los oportunistas de la tele, y simultáneamente hacemos Princesa de España a la presentadora del telediario.
Este tipo de canción social, que hablaba principalmente del desencanto de no ser famoso -un pilar del imprescindible «El club de la Lucha»- tenía la necesidad de recurrir a nombres propios para aprovecharse de su simbología. El ejemplo base de esta nueva canción social es el disco «Llamadas perdidas» de La Costa Brava, que pueden descargar íntegro aquí (vía manchas solares)
De los varios temas que aplican la filosofía comentada arriba, me sumerge particularmente la canción «el cumpleaños de Ronaldo»: aprovechando el revuelo que montó esa orgía de guante blanco del siglo XXI, realiza un canto a la chica que va a pescar millonarios a la fiesta y sale escaldada.
Ronaldo y Beckham se van, pero la situación que procura reflejar la nueva canción social sigue presente. Una descripción no solo del vacío de la existencia -esa es la canción protesta tradicional- sino también del vacío de las esperanzas. Donde antes queríamos paz ahora queremos sexo recalentado con tarjetas de crédito. Ahora perseguimos imágenes que, en la mejor de las ofertas de La Costa Brava, nos las cambian por amor. Se van pero permanecen. Ahora toca buscar nuevas metáforas.
[…] La Costa Brava atinarán la forma de condensarlo. El problema sigue vivo y les rodea. Algunos lo llaman la modernidad. Yo me niego a pensar que es […]
Pingback de No Recomendable » Sincronía fúnebre: el suicido de Erika Ortiz — mayo 19, 2008 @ 12:52 pm
[…] [Supongo que recuerdan que hemos hablado de obras de Fran Nixon, de su grupo La Costa Brava, y en particular de sus obras mayores de lo que llamamos la nueva canción protesta: “el cumpleaños de Ronaldo” y “Adoro a las pijas de mi ciudad”. Lo hicimos aquí.] […]
Pingback de No Recomendable » Un buen día — octubre 23, 2008 @ 3:10 pm
[…] suena en el ecuador del programa es la enorme “El cumpleaños de Ronaldo”, de la que ya hablamos en esta entrada. Clasificado como: repronto, lo_digital, periodismo, […]
Pingback de No Recomendable » Arengando en Radio Pica — abril 13, 2009 @ 3:07 pm
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