Viendo Sicko de Michael Moore
Jueves, 9 de agosto de 2007
No era fácil de decir, y este hombre lo expresa magistralmente.
La línea que encabeza el cartel del nuevo documental Sicko de Michael Moore no puede ser más descriptiva: «esto igual duele un poco».
Internet mediante, anoche estuve viendo la película y aún estoy intentando digerirla. Quiero decir, tenía una cierta idea de cómo funcionaba el sistema sanitario norteamericano, pero lo que cuenta el documental, estaba fuera de lo que sabía y de lo que esperaba.
Entiéndanme. Las péliculas de Moore han sido siempre más largas de lo necesario. Si yo ahora les hablo de tal persona y les digo que es un borrachín, el tema queda saldado así de rápido. Sin embargo, si estoy hablando directamente con esa persona, a la frase «es que eres un borracho», le sigue una larga discusión: «cómo que soy un borracho», «cuándo me has visto beber a mi», etc, etc. Las películas de Moore anteriores, hablan del público norteamericano al público norteamericano, y además les intenta convencer, con lo que siempre tienen más extensión de lo necesario para un espectador extranjero.
Sicko no. Aunque Sicko está dirigida al público norteamericano y pretende convencerlo, no tiene exceso de metraje porque habla de cosas que los norteamericanos ignoran, y que a los extranjeros, nos producen una sensación enorme de asombro y de vergüenza. La duración no se hace larga para un no-norteamericano porque el contenido no abunda en dar vueltas para convencer, sino en presentar constantemente situaciones nuevas que reflejan una única cosa.
Básicamente el resumen es este: en Estados Unidos el juramento hipocrático es ciencia ficción.
La máxima médica que dice «Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi conocimiento, evitando todo mal e injusticia.» funciona precisamente a la inversa en los EUA. Los médicos no fijan el tratamiento más conveniente evitando todo mal e injusticia. Es muy, muy, muy al contrario. Y verlo es increíblemente doloroso.
El retrato que hace Moore es atroz, y logra articular el discurso de forma sobresaliente, aun a sabiendas de que en dos horas de explicación apenas puedes rascar la superficie del problema. Comparar Sicko con La mano contra la piedra, que pretende enunciar el problema vasco y no lo rasca siquiera, muestra que el documental de Moore es una maravilla en claridad y en articulación.
Sus detractores hablarán de la técnica del documental, que utiliza trucos sensibleros y humorísticos, poniendo música de violín en los tristes y efectos de sonido en los cómicos. Yo los encuentro más que apropiados, necesarios, para convencer a los espectadores de una situación que prefieren no ver. La sensiblería es una herramienta a la disposición de todos los autores audiovisuales, no es una exclusividad de los programas de sucesos. Utilizarla para conseguir el efecto deseado es tan admirable como hacer un plano secuencia para conseguir el efecto deseado.
No quiero enumerar los elementos en pantalla, pero les diré que en un par de instantes se me congeló el corazón. Hay un minuto de una cámara de vigilancia en la que no estaba dando crédito. Y sólo era una persona bajando del taxi.
Tienen que ver Sicko. Sirve no sólo para entender que los médicos pueden ser conducidos al mal, sino para entender Estados Unidos en general: la gente se alista como soldado porque tienen menos probabilidades de morir en combate que de morir enfermos en casa, el ciudadano medio es totalmente dependiente de sus empleadores…
… y también explica, pero eso no aparece en la película, por qué el suplemento dominical de su periódico favorito tiene una sección de ejercicio y aerobic.
Robert Anton Wilson decía que los EUA solo garantizan la sanidad de los criminales; solo tienen acceso gratuito a los médicos los presos y los diputados.
Ver las consecuencias es aterrador.
Tal vez sea el equivalente audiovisual de lo que significó «Archipiélago Gulag» (mi libro-documental favorito, en tres tomos) para el sistema soviético.
Muy buena y muy reveladora. Deben verla.
Bola extra: Espero que nadie tenga la idea de añadir como coda (epílogo) de la película la intervención de Mariano Rajoy en el programa «Hay una pregunta para usted», en la que citaba como modelo a los norteamericanos repetidamente, y discutía el sistema sanitario. Eso no sería nada beneficioso para el líder de la oposición.
Bola extra dos: El título Sicko pretende aunar»Sick» (enfermo) y «Psycho»(sicosis/sicótico, como el film de Hitchcock).
Bola extra tres: Admiro que los norteamericanos puedan realizar estas películas. Anhelo el día en que en España se puede hacer algo similar sobre las recalificaciones, la gestión portuaria o la influencia de La Caixa. Los impedimentos sanitarios en EUA son los impedimentos audiovisuales en España: dinero, dependencia y sumisión.
AVISO: CONTIENE SPOILERS.
Tambien la vi ayer por internet y confirmo que deja bastante mal cuerpo. Es, para que nos hagamos una idea, trasladar el problema inmobiliario español a la cuestión sanitaria con la diferencia que en vez de no tener casa propia en la vida lo que ocurre es que te mueres.
Yendo a lo personal, solo con echar un vistazo a la larga lista de antecedentes médicos que te impiden asegurarte alli, yo y muchos de los podamos ver la película aqui estariamos fuera del sistema sanitario estadounidense.
Como suele pasar en tu blog, queda poco que comentar de la pelicula que no hayas dicho ya: «Tienen que ver Sicko. Sirve […] para entender Estados Unidos en general: la gente se alista como soldado porque tienen menos probabilidades de morir en combate que de morir enfermos en casa, el ciudadano medio es totalmente dependiente de sus empleadores…».
Después de verla ya no se puede decir que no podamos entender porque hacen las cosas que hacen, desde sus guerras a sus muertos por el robo de unas zapatillas.
Y la comparación con «Archipielago Gulag» no está de más, se entiende despues de oir la conversación grabada con Nixon que el planteamiento de este sistema era el de tener un medio de control y exterminio de la población con menos recursos del pais, en los fabulosos años sesenta.
Solo pensar en las cantidades prohibitivas de dinero de las que se hablan… ¡…sólo para que te cosan un dedo!
Comentario de Infinitos — agosto 9, 2007 @ 12:50 pm
«Como suele pasar en tu blog, queda poco que comentar de la pelicula que no hayas dicho ya».
Eso es un halago y lo demás son tonterías.
Comentario de raul sensato — agosto 9, 2007 @ 1:28 pm
Desgraciadamente, en España hasta los reportajes periodísticos de denuncia se financian con subvenciones de bancos y otras organizaciones dependientes de organismos con poder. ¿A qué nadie critica al Corte Inglés?
Comentario de Ronroneo — agosto 9, 2007 @ 2:24 pm
«Admiro que los norteamericanos puedan realizar estas películas»
Yo no confiaría en la libertad de expresión de ese país. A Moore le hacen constantemente propaganda negativa y lo han citado a la corte por haber ido a Cuba para esta misma película (áun cuando al ser periodista/documentarista es libre de hacerlo).
Comentario de Hernan — agosto 14, 2007 @ 4:54 am
Pero la película no solo se realiza sino que se distribuye. ¿Recuerda el libro sobre los tejemanejes de Operación Triunfo en el que se detallaba el funcionamiento interno del promgrama y los contratos con los concursantes?
¿Recuerda que un juez español lo secuestró de forma cautelar? ¿Lo ha visto usted publicado? Yo tampoco.
Si estamos así con productoras de televisión,repito: admiro que los norteamericanos puedan hacer y distribuir cintas como Sicko.
Comentario de Raul Sensato — agosto 14, 2007 @ 9:16 am
Escribí un comentario larguísimo aquí y se borró, y nunca saco ganas para repetirlo…
En fin, me limitaré a decir que a mí no me entusiasmó. En particular, pintar Guantánamo como un lugar maravilloso donde todos los estadounidenses querrían vivir me pareció muy tramposo e irresponsable.
Comentario de marmota — agosto 14, 2007 @ 9:05 pm
Marta, no es irresponsable. Es la forma de decir sin palabras lo que enunció RAW y que incluí en el post:
«los EUA solo garantizan la sanidad de los criminales; solo tienen acceso gratuito a los médicos los presos y los diputados.»
pero contándolo con imágenes. Que es de lo que trata el cine.
El viaje a guantánamo, por tanto, está en las antípodas de lo irresponsable. Hace lo que debe hacer: ensayo con imágenes.
Poque el cine consiste en contar una historia con imágenes. Articular un discurso con imágenes. O dicho en plata: no dar la brasa.
Lo de «lugar maravilloso» es una conclusión personal tuya, y si me lo perrmites, errónea. No está en el discurso del director. Solo está la opinión de RAW. Ni más ni menos.
Comentario de raul sensato — agosto 15, 2007 @ 1:36 pm
Mmmhhh…
Bueno, partiendo de la base que los documentales de Michael Moore están dirigidos fundamentalmente a un público norteamericano (y yo creo que este también lo está), sí me parece irrresponsable presentar esa visión de Guantánamo. No sé hasta qué punto el ciudadanos medio estadounidense está al corriente de la situación del lugar, y mostrar únicamente que los «malos» tienen asistencia sanitaria cuando los «buenos» no la tienen, es muy tramposo y muy parcial (y sí me parece que está en su discurso el enfatizar este punto y oocultar cualquier otro, aunque quizá debería verlo otra vez). Sí, está hablando de la sanidad y no de otras cosas, pero aun así creo que debería ser más cuidadoso en ciertos aspectos.
Por otra parte, me gustaría saber hasta qué punto algunas cosas que dice (por ejemplo del sistema francés) son ciertas. No tengo ningún dato, pero algunas afirmaciones me sonaron un poco dudosas.
Comentario de marmota — agosto 19, 2007 @ 12:13 pm
Este documental es muy bueno. Refleja lo sucios que son los giringos incluso con sus conciudadanos solamente para ganar dinero. Agradezco a Dios vivir en un país con salud universal que es Costa Rica, el cual se ubica un puesto mejor en los sistemas de salud, según el documental mismo.
Comentario de Carlos Andrés Solís — octubre 11, 2007 @ 2:19 am
me encanto, senti verguenza ajena, no olvideis si vais de vacaciones a usa tener seguro porque imaginate que te pasa algo alli.
es vergonzoso que sigan votando a sus politicos y nosotros a los nuestros con nuestras cosas
Comentario de miguel — diciembre 24, 2007 @ 2:17 am
[…] un puro al novio. Me siento obligado a anotar: estas cosas no pasan cuando los médicos son gratis. Cuando tienes que pagar cada visita, aparecen casos como […]
Pingback de No Recomendable » Abrazado por tu piel — marzo 13, 2008 @ 10:01 pm
aswaefrwrgtsdrfgawegfasefasfwefwsef
Comentario de Anónimo — marzo 17, 2008 @ 12:30 am
soy estudiante de odonol
Comentario de Anonimo — mayo 28, 2008 @ 5:22 pm
Y MOORE lo hizo de nuevo!Sicko es una maciza muestra del perverso,discriminador,y planeadamente egoista sistema de salud americano,aca nos damos cuenta que la «caridad no empieza por casa»,la discriminaciòn SÌ!…El gran negociado de las aseguradoras,cadenas de farmacias y medicos todos unidos en pos del lucro queda de manifiesto descarnadamente ene sta gran cinta,ciudadanos como nosotros muertos,cancerosos,agravados en condiciones antes perfectamente tratables,solo porque no»califican»para su sietema de beneficios,hasta el punto de tener nque dejar la «tierra de la libertad»emigrar a canada,francia,cuba buscando respueta a sus dramaticas y urgentes necesidades de salud!…Perfectamente podria nhaber un segundo o tercer»Sicko»,porque lo tocado en la cinta es solo la punta de un gigantesco iceberg que sobretodo nos muestra como actuan el dinero,la politica,y las compañias de seguro cuando se unen sin buscar el bien de las personas!…Gracias Mr MOORE por otra gran muestra documental!!….
Comentario de ROGER CLAUSEN — junio 5, 2008 @ 11:35 pm
Si quiere porofundizar para no quedarse en la superficie (dolorosa, pero superficie),
le remito al libro «Cultura de la Satisfaccion» de J. K. Galbraith
Comentario de Raul Sensato — junio 6, 2008 @ 3:25 pm
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