Cuando la revolución sucede en las calles, la narra el rockanrol. Pero cuando la revolución sucede en el hogar, la forma de narrarlo es la propia de los patios de escalera: el cante flamenco.
Vean el sentido homenaje rociero al robot de cocina, el Thermomix, que facilita la tarea en la cocina,
y comparenlo con el que es a mi gusto el mejor anuncio de la historia de la televisión española: «Familia Phillips, familia feliz», que la pizpireta Carmen Sevilla convierte en familia filí. En ambos casos.
Noten en particular el arranque con transistores voladores y músico mod en «Flamenca Ye-yé».
Ahí van los dos videos. La comparación y los paralelismos los dejo al juicio de los lectores.
No es Don Alvaro de Marichalar. Es realismo sucio norteamericano contemporáneo.
No sé si han visto la película Ghost World. Espero que les haya servido para leer el tebeo. Y de paso engancharles a la lectura de Daniel Clowes. Clowes es un autor con un ojo analítico demoledor, un grafismo personalísimo y una claridad narraitva que consigue transmitir en tiempo record ideas y conceptos que, en general, necesitan desarrollos muy extensos. Y además, cuando el autor quiere que rías, te partes, y cuando el autor quiere que llores te agarra directamente por las tripas.
Para que entiendan la capacidad narrativa de Clowes, en breve llegará al cine la película «Art School Confidential». Hora y media de metraje que es la adaptación de cuatro (4) páginas de Daniel Clowes sobre su paso por la academia de Bellas Artes.
La obra de Clowes se ha articulado principalmente alrededor de su revista «Eightball» (Bola Ocho), que en España se ha publicado desordenada. Los chavales de ProjectW han colgado en internet todos los números de Eightball en inglés original, y no puedo menos que invitarles a su lectura. No hay desperdicio, y mejora según crecen los números. Magistral.
Esta portada, según cuenta Manel Fontdevila (hoy director de El Jueves), la copió a un número del fanzine Mr Brain que el autor español le envió por correo a Clowes.
Por sugerencia de los colosales C. Rancio y Mike Ibáñez,
la inenarrable canción del verano del intérprete gallego «Pichichi musical«.
El nombre artístico ya de por sí es espectacular. Pero no se pierdan esta mezcla de sicofonía y lamento yonqui reconvertidos en sugerencia veraniega. Ya les aviso que esta canción les va a acompañar durante días enteros. Tengan cerca a su siquiatra.
Aznar admite que promovió la guerra de Irak sin saber si había armas de destrucción masiva (noticia aquí), pero dice no tener nada de qué arrepentirse. Que eso de decirse un adalid contra el terrorismo y a la vez arrasar un país y llevarlo a una situación de decenas de muertos por día se puede conjugar tranquilamente.
Vamos, que resumido en gráfico vendría a ser algo así:
Manos blancas, en envío multimedia.
No hay que olvidar el otro gran logro de Chema en política internacional. En Irak se le dijo al presidente «dejanos mirar si tienes armas». Los enviados ONU dejaron claro que no había nada, y así el campo quedó libre para arrasar el país sin miedo a salir malparado, y el lider fue colgado en la horca.
En lógica, ahora los de Corea del Norte no dejan pasar a ningún analista extranjero ni se sienten obligados a dar explicaciones sobre su armamento. Y así, todos los que vengan. Qué gran paso para la paz mundial. Es-pa-ña, bom-bom-bom, Es-pa-ña,…
La nueva y flamante reforma del paseo Echegaray de Zaragoza ha dado luz a unas cuantas piezas celtibéricas de gran interés. A destacar las tapas de hierro colado con faltas de ortografía, como la de arriba. Pero la cosa es bastante más completita:
«El olvido de una ele en un registro del paseo de Echegaray y Caballero, que convirtió el «alumbrado público» en un erótico «alumbrado púbico«, ha puesto de manifiesto los numerosos errores ortográficos que acumulan las tapas de la luz, gas, teléfono, tráfico o agua. Aunque la empresa encargada de colocarlos los sustituyó rápidamente por otros con la palabra correcta, otras tapaderas de la ciudad esconden decenas de errores(…)
Por ejemplo, en las calles de Santa Teresa, Supervía, Manuel Lasala o Ram de Viu la variedad de registros es llamativa. De abreviaturas de la palabra Ayuntamiento o Excelentísimo, como «Aytº«, «Ayto» o «Exmº» , se pasa sin reparos a otras menos aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española. Así, en algún registro de agua, del año 1986, se puede leer claramente «Excemo Ayuntamiento de Zaragoza».
Y éste no es un caso aislado. Los fallos se encuentran cada pocos metros según las calles. En el paseo de Fernando el Católico, a la altura de la calle de Serrano Sanz, una de las tapas reza de forma equivocada, evidentemente, «Aynutamiento de Zaragoza» en lugar de Ayuntamiento. Y llamativos también resultan los numerosos fallos de los registros que se extienden a lo largo de todo el paseo de la Independencia, cuya reforma se llevó a cabo hace tan sólo cuatro años.
Cada 100 o 200 metros, los viandantes pueden encontrar errores. Tapas de tráfico con la palabra «Ayuntmiento» o bien las del suministro de luz con el lema «Aluobrado público», a la altura del McDonald’s, de la plaza de Santa Engracia, Correos o la calle de Juan Bruil. Algunas, incluso, una a pocos centímetros de la otra.
Manuel Torreiglesias, presentador del programa geriátrico de TVE «Saber Vivir», además de dar consejos para la artritis y la hipertensión, ofrece esta curiosa invitación al sexo geriátrico, mediante el montaje de APM. Autoexamínense y al grano.
Bola extra: otra gran intervención televisiva nos sugiere una visita al noble país de Octania. video aquí.
un saludo a la TV3 catalana, un medio público que ha puesto unos videos que, segun ostentan en su web, no se pueden ver con Firefox. Que una cosa es ser público y otra mezclarse con la gentuza de la calle… querran que tomemos ejemplo de los de Microsoft, que son unos caballeros…
Una bombilla en el momento de fundirse.
Una fotografía de Rich Legg
Esta mañana ha aparecido muerta Erika Ortiz, la hermana de la princesa Letizia. Todos las noticias evitan ponerle un nombre a la causa de la muerte. El único que ha puesto una hipótesis en público ha sido el periodista Jaime Peñafiel, que ha dicho que se trata de un suicidio.
No puedo evitar vincular la muerte de la hermana al último post de este blog. El sueño de alcanzar la gloria a través de la televisión tiene un lado oscuro. El de los familiares que no alcanzan el sueño, y que notan la presión en el cogote que les dice que no son suficientemente buenos. Según como sean sus amigos, ustedes también lo notan. Cuando tu círculo cercano ha alcanzado el éxito completo, sólo puedes huir completamente.
Ya son viejas noticias: Ronaldo y Beckham abandonan el futbol español, que es lo mismo que decir que abandonan el país. Hago la diferencia porque ambos habían servido de catalizadores para una variante musical que me ha interesado mucho: la nueva canción social.
La nueva canción social ha tomado el mismo giro que el dio periodista Wolfe en los ochenta: lo que importa de la sociedad son los poderosos. Cuando abandonó su línea inicial (que es deslumbrante: «Lo que hay que tener», «Las décadas púrpura», «Ponche de ácido lisérgico»… todas espectaculares), optó por ficcionar los altos perfiles norteamericanos: los brokers en «La Hoguera de las vanidades», el duelo empresario-banquero en «Todo un hombre», la perversión de la élite futura en «Yo soy Charlotte Simmons»,…
En España, las nuevas canciones protesta son la respuesta a unos medios de comunicación que saturan con celebridades cuyo magnetismo reside en el dinero, y que han creado una generación que ha construido así su futuro ideal. Las encuestas alarman diciendo que la juventud quiere ser como los oportunistas de la tele, y simultáneamente hacemos Princesa de España a la presentadora del telediario.
Este tipo de canción social, que hablaba principalmente del desencanto de no ser famoso -un pilar del imprescindible «El club de la Lucha»- tenía la necesidad de recurrir a nombres propios para aprovecharse de su simbología. El ejemplo base de esta nueva canción social es el disco «Llamadas perdidas» de La Costa Brava, que pueden descargar íntegro aquí (vía manchas solares)
De los varios temas que aplican la filosofía comentada arriba, me sumerge particularmente la canción «el cumpleaños de Ronaldo»: aprovechando el revuelo que montó esa orgía de guante blanco del siglo XXI, realiza un canto a la chica que va a pescar millonarios a la fiesta y sale escaldada.
Ronaldo y Beckham se van, pero la situación que procura reflejar la nueva canción social sigue presente. Una descripción no solo del vacío de la existencia -esa es la canción protesta tradicional- sino también del vacío de las esperanzas. Donde antes queríamos paz ahora queremos sexo recalentado con tarjetas de crédito. Ahora perseguimos imágenes que, en la mejor de las ofertas de La Costa Brava, nos las cambian por amor. Se van pero permanecen. Ahora toca buscar nuevas metáforas.