«Tienes que luchar/por tu derecho/ a divertirte»
(Beastie Boys, Fight for your Right to Party, 1986, ¡¡era una profecía!!)

Lo que eran vándalos luego son héroes. Todos. Mayo del sesentayocho. Cuantas incautas han caido en la cama mientras un pesao les daba la brasa describiéndoles París en mayo del sesenta y ocho. Y como París, tantos enfrentamientos de toda una generación contra una Policía que -permítanme el reggetonazo– solo acude a porrear.

Los futuros héroes serán siempre los que se enfrenten a la policía por un motivo que sus vecinos vean loable o apoyable. La creación de héroes, por tanto, requiere a gente con una actividad reprimida que quieren ejercer, y a cretinos -y esto de cretinos lo pongo en concordancia con la insistencia represiva que a toro pasado le echaron en cara a la francia del 68- que pretendan solventar situaciones generacionales a base de antidisturbios.

La policía va a ir al encuentro de multitudes de toda España – fíjense lo que estamos diciendo- el próximo 17 de marzo.

Un pique entre ciudades, algo tan normal cuando el argumento son los equipos deportivos, pretende saber cuál puede organizar el botellón más grande.

Y las autoridades, con esa sabiduría, ese aprender histórico y ese saber leer los tiempos que corren, va a mandar a la policía. Toda una generación (te/se) va a preguntar si acudiste o te quedaste en casa jugando con la playstation. La situación ha llegado a un punto relevante.

Policía contra miles de ciudadanos en decenas de ciudades, simultáneamente.

Se está gestando la próxima generación de héroes.

Saber lo que verdaderamente representa nos costará algún tiempo, y muchas camas se llenarán mientras se relata la batalla.