Ya ponían esto hace veinticinco años, y la música está hoy más sana…
Requieren muchas horas de «Operación Triunfo » fabricar un Camilo Sesto…

Hay una genial frase de El Perich que se me ha grabado a fuego en la memoria: «si haces caso a los consejos de los demás, irán mucho mejor las cosas… de los demás».

El Ministerio de Educación va a invertir una espectacular cantidad de dinero público en defender los intereses… de los demás. Lean, lean:

Yo estaba seguro de que ese tipo de artimañas de manipulación (como lo es la de incluir mensajes para favorecer el interés privado de una determinada industria en una serie de éxito) se hacían pero no se decían. Pero no, el Ministerio de Cultura declara con agrado a EL PAIS que la campaña «antipiratería» se difundirá por diversos medios, entre ellos «acciones especiales como la guionización de series de éxito o la presentación de programas de entretenimiento con menciones específicas al tema».

Es decir, la idea es más o menos la siguiente. No sabes nada del asunto de las descargas. Como mucho lo haces como todos tus amigos y poco más. Te sientas ante el televisor a ver Los Serrano. Estás relajado y con la autodefensa intelectual bajo mínimos teniendo en cuenta que estás viendo una serie que no te exige el trabajo de más de dos neuronas para seguirle el hilo. En ese momento, Antonio Resines, un tipo que nunca te ha caído ni remotamente mal, está hablando con su hijo. En la escena, justo después de contar un par de chistes, y como quien no quiere la cosa, le dice a Guille algo del tipo: «no te descargues música de Internet que matas a la música» (con lo irónico que es además que se lo diga a uno de los componentes del Santa Justa Klan, pero eso es otra historia y además no caeremos en ello porque estamos cansados y además sabemos perdonar). La frase de Resines entrará como el agua.

David Bravo escribiendo esta entrada de su blog

Del mismo blog, sobresalientes las declaraciones de Juan y Eva Amaral en esta otra entrada. Particularmente por que el anterior grupo de Juan -no puedo recordar el nombre, pero tenía una balada espectacular titulada «Dulce de Lis«- fue maltratado y desmontado por la empresa discográfica con la que firmaron. El grupo era tremendo, pero no fue su música la que decidió su destino, sino las mesas. Juan ha aprendido la lección y no tiene problema en compartirla con quien quiera escucharle.

El ministerio está vendido. Cualquier ministerio de Cultura. Pero no «a la cultura», sino a la necesidad de salir en las fotos con las celebridades musicales y teatrales en tiempo de campaña electoral; que se abracen a ellos, y no al partido político rival. Ese privilegio vale mucho dinero… de los demás.

Sinceridad ante todo. Tomado de aqui.

Vale que no hay una ley que impida mentir en los carteles de las manifestaciones, pero me revienta que encima que tienen a los políticos -y por tanto a los polis- de su lado, mientan tan abiertamente. La iglesia toca niños y trafica, pero al menos no lo niegan en mayúsculas con cuerpo 120. Lo digo como aviso para navegantes. Monten ustedes una discográfica así, rollo independiente, y descubrirán que eso de «nosotros pagamos» es dolorosamente inexacto. Claro que tampoco dicen a quién. Probablemente se refieren a los fabricantes de chalecos fosforescentes. En cuanto a lo de amenaza mortal, es una exageración. Pero amenazar de muerte con los políticos de tu lado es algo serio. Pregunten por el Polonio 210.