El mercado de las toallitas húmedas para la higiene ha llevado a piezas muy extrañas con tal de no hablar, para decirlo en plata, de la mierda. Un anuncio dedicado a los gays y a los galleteros mostraba una mano manchada con crema que se limpiaba con una toallita húmeda; un anuncio de lo más esotérico que dejaba poco claro su objetivo a la clientela recién levantada. Los primeros anuncios infantiles venía a decir «tú cómpralas y ya sabrás qué hacer con ellas».
El público infantil no respondía correctamente a ese «ya te apañarás«, y la conocida marca dodot ha realizado un anuncio en el que una simpática rana iba a servir, en principio, para mostrar cómo se usaba el producto. Pero de nuevo, el tema de las heces hizo modificar los planes. El resultado es esta pieza con uno de los cierres más extraños de la publicidad mundial:
Ahí lo tienen. Como muestra la televisión y las compañías fabricantes, el uso correcto de la toallita húmeda consiste en metértela en el culo y dejarla allí bien sonriente.
Y después de la cortinilla, colosos como Solzhenitsyn (no en la imagen)
En 1972, vía ese consumidor musical llamado Jose María Iñigo, había programas de máxima audiencia con sintonías del calibre de esta joya:
A ver quién tiene el coraje de encontrar hoy un programa de prime time con un encabezado tan glorioso como el Psyché Rock de Pierre Henry. Yo diría que vamos a peor.
«Nuestra ascociación exige que a estos chicos se les prohiba jugar a baloncesto.
O al menos, que lo hagan a cubierto, donde no les vea nadie.»
Una pausa para la publicidad y para la reflexión.
A través del siempre sobresaliente «lo mejor del mes» que recopila regularmente Queco en su esquina La página 36, encuentro esta recopilación de anuncios españoles censurados, que incluye piezas célebres como las peleas culturales de Alex de la Iglesia para Fnac, los campesinos hiperrealistas de Bocatta, y las chicas del desodorante Axe, siempre propensas a frotarse.
Quien hace la selección y el comentario es Hernan Ciascari en su esquina Espoiler en El Pais. La reflexión mola. El catálogo de vídeos está en la parte final de la entrada. Incluye a Leti y muebles rey, y ahí nos han ganao.
Las lectoras de Danielle Steele, que se centra en protagonistas recatadas desatadas por la pasión, se aseguran de que ese día menos pensado les pille con el pelo en perfectas condiciones.
Desde que en octubre pasado Lindyhomer me incitó al consumo de studio 60, todo ha sido asombro. La serie está escrita de forma exquisita. Todo el peso de las historias lo llevan los personajes con conversaciones aceleradas e incisivas. Sin desperdicio.
Como cabía prever con las genialidades, la serie ha sido un fracaso en EEUU y ya les han desmontado los decorados.
No voy a meterme en disquisiciones sobre qué hace de esta serie una joya de la tele. Les voy a dirigir directamente a su visionado.
Y lo voy a hacer aplicando una recomendación de Fruno. Ahora hay una variante del Youtube que tiene películas y episodios enteros en una calidad muy superior.
En los vínculos de abajo, pulsen «Ficha» para cada capítulo, y cuando vean el vídeo (creo que tendrán que descargarse un codec; firefox lo pone fácil) pulsen el botón «ver a toda pantalla». Mucho mejor que el youtube.
Ya saben que, mientras la mayoría de los blogs pierden el trasero en comentar las novedades de la cadena sueca Ikea, en este humilde rincón nuestra preferencia en muebles se inclina definitivamente por los zaragozanos Muebles Rey. Pero no por la calidad o la estética de sus productos, sino por sus tremendas campañas celtibéricas, que hemos repasado en esta entrada -que recorría el histórico- y en esta otra.
Para promocionar las rebajas de este año, y siendo consecuentes con la trayectoria que hemos venido narrando, han optado por el eslógan «ofertones de la Pradera«.
La figura, no podía ser de otro modo, es el colosal Chiquito de la Calzada, rebautizado como Chiquito de las Rebajas.
El punto celtibérico diferencial de este año lo encontrarán en su portada. Les he colocado el Flash gemelo, pero desde aquí no pueden escucharlo; deben acudir a la portada de mueblesrey.com. En la película flash, encontrarán un link con el texto «actuación exclusiva». Lo que escucharán tras pulsarlo es, estrictamente, la versión internáutica de las casetes de humor de gasolinera.
Un revival necesario que, como es tradicional, las personas con miras cortas verán como una paletada, porque necesitan que estas resurrecciones las hagan las revistas de tendencias con un guiño irónico patrocinado por una cara marca de zapatillas deportivas. Espero que no sean tan cortos de mollera y lo vean como lo que es. Un nuevo paso para seguir abundando en la publicidad celtibérica y en el entertainment «de toda la vida» como forma de destacar en el competido -o apisonado, según como vean Ikea– mundo de la venta de muebles.
Una cosa monumental. Y la frase «vengan sin miedo, que nadie les va a quitar el monedero» es digna de grabarse en cobre y ser colocada en todas las tiendas de la cadena.
Para escucharla, acudan a la portada de muebles rey. com siguiendo este vínculo y pulsen «actuación exclusiva» en la ventana que tiene el aspecto de la imagen de abajo.
Un saxofonista que hace solos con los instrumentos más inesperados
«Pep Pascual que nos deleitó con alguna de las piezas mas impresionantes; en plena cortina de sonido llevaba la voz cantante desinflando un globo, soplando pajitas de refresco y cambiando las notas a base de cortarla con una tijeras, o una batería de timbres ding dong de puerta.»
Este fin de semana estuve en Francia, asisitiendo al homenaje de un torero francés fallecido. Su hermano mayor leyó a Lorca en escena y en Francés. Delante, el público tenía una sólida mayoría de personas con canas, sección pelo completamente blanco. Del tipo que, tradicionalmente, es poco permeable a las innovaciones juguetonas.
Ese público aplaudía entregado pidiendo un bis de la actuación del dúo Enric Casasses-Pascal Comelade. Poesía más piano de juguete. Pero lo que les había llevado a dejarse las palmas pidiendo unos minutos más no era ninguno de estos nombres que aparecían en el programa.
El que les había seducido hasta la médula era el extraordinario Pep Pascual, que les había desplegado unos solos de sierra con arco, de campanas de mano, de trompetillas de feria, y, sobre todo , de -como mentaban arriba- pajitas de refresco que iba cortando para conseguir notas progresivamente más altas.
Pese a que le había visto repetidamente en Barcelona, con este mismo espectáculo y alineación, Con Comelade y Roger y el Gran Oriol Luna, Pascual simplemente resplandecía. En un ambiente estirado y formal y con cuerpo de documental de canal arte, las cuchufletas y los martillos de feria y los monos de plástico fueron reyes.
Pep Pascual es grande. Y alguien tiene que decirlo.
Pueden visitar su web en Tot Bufant (juego de palabras entre «todo soplando» y «en un plis plas»).