rulururu

post Ha muerto Sergio Algora

Miércoles, 9 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 1:53 pm

El gran Sergio Algora

Uah. La noticia me ha pegado en el plexo solar. Donde duele. Me ha puesto el corazón chiquito. Me ha llenado de pena.

Sergio ha muerto.

Sergio Algora, el cantante de El Niño Gusano, de Muy Poca Gente, de La Costa Brava. El poeta. El hombre de los quemadillos tras la barra del Sopa de Letras. El de la cuidada elección de discos. El que siempre tenía una frase memorable en cada conversación. El titán que, sin saberlo, acarreaba el potencial eléctrico de toda Zaragoza. Si algo estaba a punto de explotar, siempre estaba cerca de Algora. Todos los que tenían inquietudes pasaban más tarde o más temprano por su lado, en otra conversación de frase memorable, en otra cerveza accidental en su novísimo bar, el Bar Bacharach. Algora era como el centro gravitatorio de lo que vendría, o lo que intentaría venir pero no llegaría nunca, o lo que deseas y estás a punto de alcanzar con la punta de los dedos.

Ha muerto Sergio. Y con él sólo he tenido conversaciones accidentales, excepto una larga, en casa de amigos comunes, siempre escuchándole el siguiente chiste, porque la poesía, lo relevante y el humor van siempre, siempre, de la mano.

No sé describir lo grande que ha sido la sombra de este enorme secundario de las vidas de todos los habitantes de una ciudad, de este protagonista de algunos de los proyectos que más hondo me calaron. De este coloso que impregnaba incluso a quienes no conocía.

Sólo sé acudir a mi copia de su poemario Paulus e Irene, y transcribir esta dedicatoria que me escribió a distancia:

Bueno, compañeros
El pretexto funciona
La coartada es casi perfecta
Y el vino es casi bueno.

¿Donde estás?
¿Qué haces?
Ven! Ven!

No le olvidaré. No le olvidaremos.

La noticia es del Heraldo de Aragón.

Bola extra:
Como indica Bambino, es el momento de escuchar con detalle la canción «El rey ha muerto» de El Niño Gusano.

Ciertamente, se cumplieron todos los deseos menos uno.
Ciertamente, los muñecos de nieve vienen a vernos, y nos dan su frío. Ciertamente, es el más triste final del cuento.

El Rey Ha Muerto – El Niño Gusano

post Avisos pertinentes

Miércoles, 9 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 12:16 pm

gracias por el consejo

De este rincón de flickr

Clasificado como: extraño,imagenes

post Monstruos modernos, o las píldoras de lo mostrenco

Martes, 8 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 7:10 pm

en el lomo pone Dariío Adanti, con dos íes, una acentuada

De todas las disciplinas minúsculas, una favorita es el titulado. Condensar en las mínimas palabras posibles el mayor porcentaje de descripción y de opinión. Supongo que es una disciplina a la que uno le toma cariño cuando la ejerce. Yo la practicaba en el webzine que realizaba en los noventa. Por si lo desean, aquí tienen un ejemplo.

Saco esto a colación por que este finde he disfrutado con la lectura del volumen Monstruos Modernos, de Jordi Costa y Darío Adanti. Una serie de artóculos telegráficos en los que no falta esa frase que, en cierta medida lo condensa todo: la visión desde dentro, la visión desde fuera, el arquetipo y la singularidad.

Así que, cuando encontraba frases como

Woody Allen ha sido el Andrés Pajares del Progre

o

Lo Petardo: El mini-yo de lo Divino

me llenaban de gozo, y de envidia.

Monstruos Modernos. Un digno compañero de las obras puntales de Costa: Vida Monstrenca, y, sobre todo, Mondo Bulldog.

Si no han leido ninguno, comiencen por este Monstruos. Luego, no podrán resistir la búsqueda de los otros tomos. Se lo digo por experiencia.

Bola extra: en la terminología de los autores, Lo Mostrenco es La Diferencia Irreductible. La resistencia a adaptarse según opiniones de terceros.

Bola extra 2: Repasando, veo que resumí a Pajares y Esteso como «Sementales de Extrarradio». Si Allen es el Pajares del Progre, tal vez el progre es necesariamente un urbanita, y la Nueva York con barrios conflictivos en el interior, es el mundo de aquí, girado como un guante.

A ver si tenía razón Guillermo Fatás al decir que todo está en los mapas, incluidos los urbanos.

Clasificado como: citas,libros

post Grandes momentos de la remezcla hispana: La serie Nada Que Ver

Lunes, 7 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 10:12 am

Mientras en España nos hartamos a series de vecinos en los que uno es marica, otro es un caradura, otro habla raro, y hay una vecina metomentodo que habla a gritos…

…y sólo se escapa Muchachada Nui (y gracias)…

…este programa Producido en Venezuela y Animado en Argentina pone el listón muy, muy arriba, y a ver quién se lo salta.

Nada Que Ver. Dirigido por Juan Andrés Ravell y Oswaldo Graziani. Un programa que se anunciaba con el eslogan «A alguien van a echar por esto«. Y han tardado tres entregas en recibir palos, porque es material peligroso.

Diversión remezclada en lo que ellos, como de pasada, llaman Medley Television.

Coges «lo mejor de», lo agitas un poco, le pones un trapo en el cuello y le prendes fuego.

Vean aquí abajo las dos primeras entregas. Busquen un asiento cómodo.


post Chiquito de la Calzada, Otaku

Viernes, 4 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 12:49 pm

El blog de Joan Navarro Badía, director de la filial española de la editorial Glenat, abunda en páginas de cómic del pasado y en la afición enciclopédica, de detalle, del autor.

Además de cómic español y europeo, Navarro también incluye portadas y merchandising de cómic del Japón, ese país en el que Gregorio Sánchez, alias Chiquito de la Calzada, pasó años siendo palmero de un grupo flamenco.

En las entradas más recientes del blog, y uniendo lo mentado, he encontrado estos tres detalles:

el muñeco fistr

el muñeco jander

el muñeco jandemor

Oh.

The FISTR. The JANDER. The JANDEMOR.

¿Pretende Joan Navarro hacer una broma? ¿O sus traducciones son, cuanto menos, fonéticas?

De ser así, esa forma de hablar de Chiquito es herencia de su estancia en Japón.

Y, particularmente, el chiquitistaní es otaku.

¿Alguien que sepa leer japonés, en la sala?

Pueden ver la secuencia de muñecos en su blog Viñetas,
en la sección dedicada a cajas.

Acutalización: Mauro Entrialgo, en el privado, confirma que en hiragana no pone nada parecido. Joan Navarro también tiene sus momentos de asueto, y la carcajada no nos la quita nadie.

post Los cronocrímenes, rebobinando

Miércoles, 2 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 4:07 pm

Los cronocrímenes es una película estupenda de Nacho Vigalondo. Si no la han visto, dejen de leer y acudan a su sala más cercana. Lo que viene a continuación destripa la peli: incluye, como diría Alvy Singer, espoileracos. Y ustedes quieren ver la peli sin saber nada excepto el título. Créanme. Hasta luego.

¿Sólo quedamos los que ya la han visto? Procedamos, entonces.

cartel alternativo

Hay dos teorías sobre los viajes temporales. Una dice que ya sabemos que nunca habrá máquinas del tiempo, porque si se pudiera viajar en el tiempo, ya lo sabríamos. Yo soy de esa creencia.

Hay otra que dice que sólo se puede viajar en el tiempo desde el momento en que existe una máquina del tiempo. Esa es la teoría de los cronocrímenes. Y es una teoría que, por obligación, incluye un corolario que aparece en la película. El investigador que la desarrolle no tiene tiempo de comprobar si la máquina funciona. En el mismo momento en que se conecta, empieza a aparecer gente. (Gente, en el mejor de los casos.)

Después de ver la peli, acudí a la web de la película. Allí vi a los ganadores del concurso, cuyo premio era un viaje en el tiempo y cuyo resultado era un vuelo a las canarias, donde viven una hora antes. Los viajes en el tiempo, como ven, tienen siempre muchas lecturas.

En particular me interesó la crítica de la película que hizo Jordi Costa para el diario El País. Allí decía que

Nacho Vigalondo ha hecho la primera película española genuinamente adscrita al género de la ciencia- ficción. Podría sonar como un chiste decir que Los cronocrimenes es la mejor película de ciencia-ficción en la historia del cine español, porque este debut no tiene modelos con los que batirse y / o medirse.

Ese titular, «la mejor película española de ciencia ficción», ya es sobresaliente. Principalmente porque Costa es un titán que tiene como costumbre equivocarse poco.

Pero la parte de la crítica de Costa que más me interesaba era otra frase aparentemente al azar. Me explico.

El motor de arranque de la película es una chica desnuda en el bosque. Cuando la cámara entra en el motivo por el que se desnuda, descubrimos que es por ningún motivo en particular: es para reconstruir ese primer visionado.

Nadie toma la decisión de que la chica se desnude.
No es ninguna decisión. Sale, literalmente, de la nada.

Este tipo de bucles son los que a mi más me descolocan, así que pasé buena parte del segundo rollo agarrado a ese desnudo. Específicamente, me planteaba que tal vez no era el número dos el que le preparaba el escenario al número uno, sino que la chica era otra viajera en el tiempo que estaba ejecutando sobre Héctor la estructura necesaria para conseguir unos objetivos que aún desconocíamos. Sería la misma estructura repetida perversamente. En parte tenía razón, pero finalmente no era la chica. Lo que me dejaba de nuevo en el mismo lugar. ¿De dónde salía ese desnudo?

La respuesta la daba Costa en su crítica en esta frase aparentemente trivial:

A esta miniatura esquinada de viajes en el tiempo hay que darle, precisamente, tiempo, volver a ella para descubrir los matices de su juego, sus múltiples lecturas, entre la metaficción (su desmontaje de situaciones y arquetipos es soberbio) y la metáfora psicoanalítica (el héroe de la película construye y destruye su propia fantasía sexual para sobrevivir).

El desnudo en el campo era la fantasía erótica del protagonista, que ya desde el principio era un mirón que dirigía sus prismáticos al campo no precisamente para ver plantas. Pero la frase de Costa, al dar una respuesta, generaba dos preguntas: la primera es, ese sobrevivir que dice, ¿es sobrevivir a la aventura de la película, o bien sobrevivir a su vida normal? (Como al final de la película retoma su vida normal, suponemos que ese sobrevivir es a la aventura, pero ya les digo que Costa tiene unos ojos más agudos que los míos). La segunda es: ¿quién genera la fantasía? O mejor dicho ¿quién la lleva a cabo? Las dos preguntas me devolvían al bucle inicial. El protagonista debía sobrevivir a una aventura que comenzaba con una chica que se desnuda. La fantasía se materializaba, pero nadie tomaba la decisión de realizarla. Ahora sabía que era la fantasía del protagonista, pero las dudas quedaban intactas.

Vigalondo resume la cinta diciendo que cuando somos más hijos de puta es cuando nos enfrentamos a nosotros mismos, que es un eslógan que describe las guerras civiles. Pero el hijoputa que desnuda a una tía porque sabe que es un cebo seguro, es el mismo hijoputa que, enmarcándose los ojos con los dedos, nos había demostrado que quería sobre todo ser fiel al guión, léase, al pasado, léase, al futuro.

Todo lo anterior, inconscientemente, me sigue diciendo que la culpa de todo la tiene la chica. Probablemente, porque es de la que sabemos menos cosas. Probablemente, porque ese vacío me permite pintar dentro lo que considere oportuno. O probablemente, porque me ponen una chica guapa desnuda y no puedo pensar en otra cosa.

Lo más admirable de los Cronocrímenes es que todo tiene múltiples lecturas. Su desarrollo en tiempo real (que es el tipo de película que más me gusta, aunque sean romanticonas pastosas como Antes del Atardecer) es a la vez «en tiempo real repitiendo tiempos», convirtiendo la expresión «tiempo real» en un doble juego de palabras.

Vigalondo hace el retruécano de encarnar a un personaje que actúa, y no sabemos si Vigalondo intérprete es un gran actor que clava ser alguien que actúa o si es un actor solvente al que se le intuye la interpretación. Todo en la película sale de lo banal y roza lo magistral. Todo tiene espejos. Y tras alguno de esos, está la respuesta a mi duda que lo origina todo. Quién, y cuando, decide que haya una chica desnuda en el bosque. La opción dos es que la reproducción tenga vida propia. Ese sería otro discurso.

Bola extra:

«El problema de Internet es que no puedes esconderte. Tienes que aprender a que te den. La gente te ama o te odia sin conocerte. No es la primera vez que alguien, después de charlar un rato conmigo, me reconoce que no me parezco en nada a lo que se imaginaba de mí, que soy majo. O que me discuten que yo he dicho algo -alguna barbaridad- que en mi vida he soltado»

Vigalondo, aquí.

Bola extra 2: Mi también admirado Grant Morrison ha enunciado en Final Crisis num.2 cómo es el cronocrimen perfecto.

Lo que viaja en el tiempo es la bala. No deja rastro.

Me gusta la idea.

Bola extra 3: ¿Mi historia favorita de viajes en el tiempo? Cronocops, de Alan Moore y Dave Gibbons. Incluida en este tomo.

Clasificado como: cine,citas,consumo

post La Sandía y el mito

Miércoles, 2 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 10:59 am

Detalle número 1 (de aquí):

Detalle número 2 (de aquí):la sandia, el deseo y el tamaño

El tópico sureño y las propiedades de la fruta desembocan, sumados, en el célebre mito del negro hipersexuado y titilante.

No hay que descartar que sea uno de esos titulares veraniegos. Porque aquí se necesita toda esta explicación, pero un norteamericano suma todo eso al vuelo, sólo leyendo el encabezado…

Fue un soplo de Bambino

Clasificado como: extraño

« Entradas mas recientes

ruldrurd
Blog programado en WordPress. Se distribuye según licencia ColorIuris amarilla.
El diseño está basado en una plantilla de Laurentiu Piron
Suscríbete a este blog (RSS) o Suscríbete a los comentarios (RSS)