El artista Brian Bolland, en uno de sus Mr. Mamoulian, hacía un chiste con uno de los clásicos de la música electroacústica: el tema «I am sitting in a room». Era el chiste más difícil de pillar que había visto en mi vida, o al menos el más arriesgado. La música electroacústica, pese a ser impartida en las escuelas de música, ha sido tradicionalmente muy (subrayen muy) minoritaria y marginal. Hacer un chiste sobre un corte específico de una disciplina poco conocida era un riesgo asombroso. Pero me estaba arrancado carcajadas. Así que debo creer en la música electroacústica.
Con t0odo, me ha sorprendido mucho esta versión electroacústica del tema Nude de Radiohead. Es una gran solución para mostrar las veleidades de la música electroacústica, que evidentemente genera texturas sonoras muy particulares.
La gracia es que no es una pieza creada como pieza musical, sino como pieza de vídeo. La diferencia es abismal. Es esa inconsciencia la que hace avanzar a las vanguardias: el no ser consciente no solo de las normas de la disciplina, sino de la disciplina en sí misma.
No hay nada en ese mundo que pueda interesarme, para mí es exactamente como la asociación de amigos de la zarzuela; no tengo un interés particular, ni para mal ni para bien, en hacer capillitas o tomar cafés… eso es mucho de aquí. Se participa en estas cosas por necesidad, no por gusto, los autores se involucran porque así sobreviven: un trabajito por aquí o por allí; todo lo que se dice en esos ámbitos es por intereses disfrazados de principios. He tenido la buena fortuna de poder pasar de lado de todo eso. El supuesto mundillo literario es 1% literario y 99% mundillo. Uno entra en él, insisto, porque no tiene más remedio, porque quien tiene remedio, no entra.
El 99% de la mejor narrativa que se hace hoy, de la literatura de calidad, de la gente profesional sin pretensiones ni pedantería ni pose, de la que de verdad sabe construir personajes e historias, o sea, de los que de verdad saben escribir, está en la televisión o en el cine, pero sobre todo en la primera. Gente con ambición, oficio y talento ya prácticamente no está trabajando en literatura. Ésta se ha convertido en un gueto de mediocridad, de aburrimiento, de pretensión y de pose.
En música, en cine, en narrativa… En España vivimos en la burocratización, mediatización y mediocrización de la cultura, parece que la Administración nos haya de decir qué es la cultura. Hay una cantidad de consejos organizadores y subvencionadores brutal. Eso genera mediocridad.
Claro, todo esto los lectores lo perciben rápidamente porque están muy por delante del comentario oficial de la crítica, ese búnker de los años setenta que se ha quedado clavado y al que la gente le ha pasado por encima. Cualquier lector tiene ahora una cultura cinematográfica, televisiva, del cómic o de la fotografía… Hay tantas cosas que sabemos leer y que ya son referentes inconscientes…
El relevo generacional nos pillará viejos, y habremos perdido medio siglo, o sea, nuestro tiempo.
(Los observadores modernos y la blogosfera con criterio, además de la tele y el cine, también ven despuntar la modernidad -que en realidad, dbeería ser la actualidad– en los tebeos. Zafón tal vez no lee tebeos, lo que lleva a que se deslumbre doblemente con la televisión moderna. Es lógico.)
El relato «El ruido de un trueno» de Ray Bradbury habla de un viaje en el tiempo en el que un viajero despistado pisa una mariposa, y ve las consecuencias cuando vuelve a casa. El efecto mariposa trastemporal tiene muchas lecturas. Una es la del desastre. Otra es la del humor. Otra, aparentemente paradójica, es la de que hay algo extraño, pero que en realidad, no es MUY extraño.
El tercer caso lo muestra este ejemplo de logotipos intercambiados. Nos producen extrañeza por el bombardeo al que hemos sido sometidos. Pero no hay nada en ellos que sea imposible ni improbable. Es perfectamente factible imaginarse a una serie de diseñadores que hubieran elegido estas opciones en lugar de las que conocemos.
Lo que nos extraña de estas imágenes es puramente abstracto. Son graciosas, pero cando uno piensa por qué lo son, es cuando empieza a plantearse donde está esa mariposa. La estética es una gran herramienta para comprimir información. Y sobre todo, deja claro que la estética es independiente de su registrador. Es muy reconfortante.
Tienen más Marcas Trocadas aquí.
Los críticos cinematográficos destacaron que la primera muestra del comportamiento de los zombies (más allá de la aparición por sorpresa en La Noche de los Muertos Vivientes), fuera su marcha en masa a pasear en los centros comerciales, tal y como mostraba la segunda cinta de la serie, El Amanecer de los Muertos.
Los zombies como retrato del consumo por inercia, a bulto, se ha mantenido en la fotografía de este icono del terror.
De modo que entenderán que, en medio de la avalancha de musicales con público que igual le da ocho que ochenta, que lo mismo le da Mecano que Cabaret que Sweeny Todd, pero que no soporta Juicio de Faldas,…
…me haya encantado esta imagen, que hace un bucle que refleja todo lo anterior de un plumazo. No me voy a acercar a este musical de Posesión Infernal ni con un palo. Pero el póster, definitivamente, tiene lo suyo.
La imagen original que está versionando, por si se les ha escapado, es esta.