Es reconfortante leer las últimas noticias de Kike Narcea, que premian el esfuerzo y el talento:
Hacia marzo recibo una llamada de una de esas megacorporaciones del audiovisual nacional (de Globomedia, vamos): resulta que quieren los números de teléfono de Mariam Hernández y Esther Rivas (sobradamente conocidas por los lectores de este espacio por las porfiadas entregas de «Tía, no te saltes el eje»). Pues bien, yo los facilito, claro. Siempre me hace ilusión que sucedan este tipo de cosas. Tiempo atrás, Javier Fesser me había escrito al correo con la intención de darle a Esther un pequeño papel en su última película, y así fue y a mí me hizo «ilu». El caso es que en esta ocasión, ambas dos, se presentan al casting y las cogen. Van a hacer una serie para La Sexta en la que interpretan ¡a dos chonis!… mi mente comienza entonces a retorcerse. «¿Y mi dinero?», pienso como con un resorte rapiñero. «Esta macroempresa tan forrada ha plagiado mis personajes y todo va a suceder ante mis narices». «Acabaré con ellos», imaginaba yo; «en cuanto la retiren de la parrilla porque nadie la vea (como sucede con prácticamente toda serie ahora mismo) y así no peligre el trabajo de las chicas, acudiré a la Sgae y sus abogados y detonaré una guerra entre titanes que desembocará en catástrofe empresarial». Muy flipado, sí. Y más cuando, ahora mismo, meses después, no sólo no pienso hacer nada, sino que ruego porque dicha parrilla mantenga la serie de la que les hablo: «La Tira».
No me entretendré explicándoles la sinopsis del programa ni quién sale o cuándo la emiten. La mayoría de ustedes, si no hacen como yo y ven la tele aunque sea de vez en cuando, sabrá de sobra qué es «La Tira». Los demás programas de La Sexta (incluído el fútbol), la prensa y las marquesinas de los autobuses llevan promocionando la serie incesantemente en las últimas semanas. Sólo decirles que las cosas cambiaron de la noche a la mañana. Que los altos gerifaltes del programa decidieron añadir un director más al equipo para agilizar el trabajo, que hice una prueba y que… bueno, ¡voilá! Ahora trabajo, soy un tío responsable, mi madre está contenta, madrugo, me pagan, monto en autobús de esos verdes que salen de Plaza Castilla y dentro de poco sere uno de esos pelmazos que sólo hablan de lo que les pasa en el trabajo.
Las influencias de las películas de Regaliz hay que decirlas abiertamente y sin miedo
La literatura, el cine, la tele, los tebeos y el resto del mundo de la ficción se ha encargado desde siempre de alimentar el gusto por el peligro light. Esto es, la aventura de gran riesgo pero carente de consecuencias fatales, y poco baja en violencia, muerte y destrozos corporales serios. Todo un mundo de acción y trepidancia, apto para menores. El gran héroe adulto lleno de poder y facultades suprahumanas, da en ocasiones paso al chavalín, de similar edad que la de su consumidor y, lo que antes se resolvía con acrobáticas piruetas, furibundos golpes y certeros disparos, se resuelve en el espectáculo childxploitation en soluciones periciosas, astucia pueril y mucha huida. Eso sí, se siguen viviendo situaciones de peligro (con las únicas dosis de tragedia volcadas sólo en animales), intensas historias de amor (sin nada picante, claro) e incluso abracadabrescos acontecimientos.Y con éstas, me saco yo de la manga uno de mis rankings molones. Que nadie espere ver a Huckleberry Finn, ni a Son Goku, por la cosa va de pandillas; de grupos de chavales que conforman escuadrones para la aventura. La cosa constará de tres entregas, hasta completar un élite de veinticinco clubes, los mejores, ordenados en orden inverso, es decir, del menos molón a los reyes del mambo.
El maestro Efraín Parrilla Kike Narcea (al que conocemos de El Eje, Tía y de Guris Guiris) está confeccionando un hilarante top 25 de películas de pandillas juveniles y sus aventuras en el cine. De momento lleva dos entregas de tres en las que está repasando las pandillas aventureras del cine (desde Parchís a Spy Kids, pasando por lo que quieran imaginarse).
Como el autor es muy punki (ya me entienden), las dos entregas se han realizado en blogs distintos. Pero no se preocupen que aquí debajo les pongo los rincones y el orden.
Yo me he echado unas risas considerables, y seguro que ustedes disfrutarán este repaso juvenil en el que el autor no pierde detalle. Pero ni uno. Atención a su ojo en los cameos españoles. Una delicia y una risa:
No es una frase oída a una seguidora del Partido Popular, que siguiendo a sus líderes llama a todo lo que se resiste a ser estadounidense «el eje del mal». Tía, no te saltes el eje es un cortometraje del dúo estrella Kike Narcea + Efraín Parrilla del que ya les hablé anteriormente, que hace metacine sin dar el coñazo y haciendo las cosas bien. Lo que les falta a la mayoría de los participantes en concursos de cortos.
El jurado, que sabe de cine y ha estado en unos cuantos, les ha concedido el Premio Ex Aequo del Jurado a la Mejor Película de Ficción del Notodofilmfest 2007.