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Miércoles, 30 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 8:02 am
La palabra mundo es traicionera. Originalmente, mundo era el nombre con el que se designaba el cofre de la novia. El lugar en el que se almacenaba el ajuar. El diccionario de la RAE muestra que la palabra mundo aún bautiza un tipo de baúl. El mundo es, en la tradición cristiana, el joyero en el que el Dios creador guardó las cosas más valiosas.
Dos personas que hablen de la paz mundial pueden estar refiriéndose a cosas diametralmente distintas, porque pueden considerar valiosas cosas distintas. El mundo es lo valioso. Y todo lo que está fuera de nuestro cofre, todo lo que no tiene valor, es lo inmundo.
En el suplemento Cultura|s que acompaña al ejemplar de hoy del diario La Vanguardia, hay un texto mío en el que, a través de los mapamundis digitales, el Google Earth, y las imágenes trucadas, hablo del mundo y de los mundos.
Tal vez sea de su gusto.
Los suscriptores la pueden leer aqui.
Miércoles, 30 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 7:46 am
El actor Andrés Pajares, de 68 años, fue detenido ayer en Madrid después de asaltar un despacho de abogados del centro de la capital. Pajares iba provisto de una pistola de juguete y un spray antiviolador, informaron fuentes policiales. [Ocultaba] su identidad disfrazado con una gorra y un bigote.
Según el portero de la finca en la que está el bufete, que llevaba temas fiscales del actor, Pajares golpeó con la culata de la pistola a la esposa del socio principal del despacho. El actor fue reducido por los empleados, quienes avisaron a la policía, que detuvo al intérprete y lo trasladó a la comisaría de Chamartín. Pajares, acusado de amenazas, ha pasado a disposición judicial, han precisado las fuentes consultadas. Una vez escuchada su declaración, el juez podría declarar la puesta en libertad o su ingreso en prisión. En todo caso, es probable que pase la noche en los calabozos policiales.
noticia original aqui
La noticia es extraordinaria, pero la recibimos como en el cuento de Pedro y el Lobo.
El problema del periodismo tabloide es que no le basta con que haya una noticia como ésta cada equis meses, y necesita inventarse una nueva cada semana para vender ejemplares.
Ese ruido nos impide valorar esta noticia en su verdadera medida, y este asalto de Pajares, rociando con espray antiviolación y golpeando a culatazos, acaba siendo una noticia extraordinaria del montón.
Martes, 29 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 10:58 am
Los críticos cinematográficos destacaron que la primera muestra del comportamiento de los zombies (más allá de la aparición por sorpresa en La Noche de los Muertos Vivientes), fuera su marcha en masa a pasear en los centros comerciales, tal y como mostraba la segunda cinta de la serie, El Amanecer de los Muertos.
Los zombies como retrato del consumo por inercia, a bulto, se ha mantenido en la fotografía de este icono del terror.
De modo que entenderán que, en medio de la avalancha de musicales con público que igual le da ocho que ochenta, que lo mismo le da Mecano que Cabaret que Sweeny Todd, pero que no soporta Juicio de Faldas,…
…me haya encantado esta imagen, que hace un bucle que refleja todo lo anterior de un plumazo. No me voy a acercar a este musical de Posesión Infernal ni con un palo. Pero el póster, definitivamente, tiene lo suyo.
La imagen original que está versionando, por si se les ha escapado, es esta.
Fue un bb.
Viernes, 25 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 11:19 am
Dos imágenes, en espejo, del pasado día de San Jorge, alias el día del libro:
1) Book Star
Me tiene muy desubicado la omnipresencia de Carlos Ruiz Zafón y su última novela, que en la tradición de los grandes superventas, se ha promocionado como gran éxito antes de vender el primer ejemplar. Pero es como debe ser.
Zafón es el primer escritor que veo señalado en medios como rock star literario. Un millón de ejemplares de tirada inicial es una cantidad deslumbrante, el equivalente de un escenario de cuarenta metros de altura y pantallas gigantes. Las ventas lo justifican, y me parece sano que, igual que hay estrellas del cine y de la música, también las haya de la literatura.
Lo gracioso es el conflicto de la estrella.
No somos conscientes, pero tenemos un arquetipo de estrella que está totalmente importado. Y la estrella es una persona con dinero para realizar excesos y que hace ostentación de su condición. Ahí está, por ejemplo, el problema de la ACB. Los chavales del baloncesto leen más que los del futbol, y el estandar del chuloputas se da con nula frecuencia. En la NBA, es otra cosa, con los jugadores que viajan con joyas en los maletines para regalarlas a la concubina voluntaria de la noche. En el cine y en la música, evidentemente, hay más de lo mismo.
Y a Zafón le pasa como a las estrellas de la ACB. Está atrapado entre dos mundos, con dificil reconciliación. Por una parte, está el prestigio de escritor, y en las promociones responde con aplomo. Por otra, no niega nada, no afirma nada, no resuelve nada en sus declaraciones. Todo es constantemente neutro, igual que el modelo -dificilísimo modelo- de Britney Spears, que ha logrado -chapó por ella- que «la niña de doce la vea como héroe, el chico de veinte como estrella porno, y la novia del chico de veinte como un ejemplo de por qué las mujeres se odian». Este equilibrio del vacío en el que todos obtienen lo que quieren, que se manifiesta en el gris de las respuestas de Zafón sobre su obra, se derrumba ante la firme decisión del escritor de no caer en el paripé. Zafón es una estrella en la que todo es una estrella menos la estrella.
No puedo evitar compararle con Michel Houellebecq, que, con lo que muchos dicen que es astucia, pero que -a la vista de lo expuesto- es ser puramente consecuente, es el escritor rock star francés. Con un consciente perfil de chuloputas, ajustado a la figura de la estrella.
Lamento no haber pasado de la página cien de La Sombra del Viento, que abandoné, porque debería consumirlo igual que los discos de pop y las comedias norteamericanas. Los de Houellebecq, casualmente, me los terminé todos.
Así es la estrella de rock española. Debe ser guay, pero se resiste a ser guay, porque moralmente, internamente, no puede ser demasiado guay. Y les remito a este ejemplo ya expuesto.
2) Liber Nui
En la gala de San Jorge emitida por la 2, salió al escenario Joaquin Reyes, pieza fundamental de Muchachada Nui/La Hora Chanante, haciendo en directo una entrega de Celebrities/Testimonios, caracterizado de Denzel Washington.
Según hacía su monólogo, repetía incesantemente su nombre -en la tradición de la sección que representaba- y miraba al público asumiendo la situación. Estaba siendo recibido en un absoluto silencio. O peor, como si fuera una actuación de bar de carretera, de teatro cantante desconchado.
En el día del libro, con señores vestidos de traje ostentando el sagrado nombre de la literatura como un fular de seda cara, se despreciaba sonoramente (con todo el ruido del silencio) la presencia de Reyes.
Era la misma tipología que, en otros tiempos, celebraba al humorista andaluz que se hacía pasar por hombre del campo o por homosexual encubierto. Igual no entendían por qué interpretaba a un actor, pero para imitar es necesario tener un arquetipo, así que sólo podría haber imitado a Houellebecq. Imitar a Antonio Gala lo habría hecho caer, simultáneamente, en los dos casos mencionados.
Pero creo que la base estaba en la dicción. En Reyes, todas las figuras hablan con acento de Albacete, tienen coletillas de abuelo, y miran el mundo del lujo con los dos pies en el suelo. Tiendo a pensar que lo imperdonable era el acento de Albacete. En cierta medida, Reyes es tan rock star como Zafón, y sufre de la misma reticencia a ejercer de estrella.
Jueves, 24 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 10:24 am
¿Qué sucede cuando eliminamos a los actores y ponemos en su lugar a creadores? ¿Qué sucede si en lugar de celebrar los focos y los trajes entallados, destacamos a un compositor poco atractivo, un hombre de la parte de atrás del proceso teatral? Les digo lo que sucede: no puedes dejar de pensar en la ropa y en los peinados.
Sigan leyendo aquí.
En anteriores capítulos…
Miércoles, 23 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 9:01 am
Vestida (ejem) con la camiseta de la selección española de fútbol (manda narices), la Eva original aparece en esta página de la edición brasileña de Playboy:
Claro que también es posible que se hayan pasado con el photoshop y le hayan borrado el ombligo…
Visto aquí
Martes, 22 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 4:50 pm
Semiótica de las gafas en este anuncio de óptica:
De arriba abajo:
Carnicero – Artista
Angel del Infierno – Diseñador de moda
Chica fácil – Chica difícil
Martes, 22 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 10:48 am
Refexión sobre la cobertura desde diciembre de las primarias norteamericanas del partido republicano demócrata, en las que deciden su candidato para las elecciones de verdad, que vendrán luego, después de ver veinte minutos íntegros dedicados al tema ayer, y otros veinte hoy, en informativos generalistas:
Ya basta.
Muchas gracias.
Lunes, 21 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 9:10 pm
Les voy a contar una historia.
Hubo una vez un hombre que quería hacer una acrobacia complicada. Consistía en convencer al público de justo lo contrario de lo que pensaban. Era una pieza muy elaborada, en la que el tronco se presentaba al principio, por sorpresa, y después la alfombra se desenrollaba de tal manera que terminaba a los pies del público. De forma que los asistentes al principio pensaban que era una cosa externa, mientras que al final resultaba que hablaba de ellos. La idea era tan loca, que varios de sus amigos se habían reído comentándolo, con él presente. Varias frases comenzaban con «cómo se te ocurre». El hombre se defendía diciendo: «ya veréis».
La acrobacia, el mecanismo de la acrobacia, eran muy complicados. El hombre repasó múltiples veces la sucesión del engranaje. Todo lo que no estaba a la vista, pero que hacía funcionar el truco. Había realizado otros artefactos, pero algo le decía que este era especial, que era más complejo, que era más enrevesado. Mientras trabajaba en otras cosas, de pronto se sorprendía repasando ésta. Una y otra vez. Intentando encontrar la mella en la secuencia, lubricando cuidadosamente. Horas y horas, asegurando la gran actuación. Una actuación a la que sólo acudirían los que entenderían el juego de la alfombra. Una actuación donde sólo estaban aquellos que habían de cambiar de idea. El estaba más expectante que nadie. Estaba obsesionado por averiguar si su mecanismo iba a servir para su función. Si lo iba a lograr o iba a ser un fracaso. Esa duda le había hecho repasar, casi a diario, los engranajes.
En los preparativos del gran día, aparecieron el resto de autores del cartel, con piezas terminadas a última hora. Para cuando comenzó la secuencia de actuaciones el jefe de pista se dio cuenta. Había que recortar.
De modo que nuestro hombre, en escena, iluminado, cuando había comenzado a desenrollar su alfombra para que comenzara su extraño periplo que debía terminar a los pies del público, vio como de pronto se apagaron las luces y cayó el telón.
El jefe de pista entró pidiéndole disculpas y contándole la situación. «La próxima actuación – le repetía- puede hacer la otra mitad. A partir de la alfombra parcialmente desenrollada».
El hombre miró al jefe de pista. Recordaba ese repasar casi enfermizo, ese anhelo por saber si servía de algo.
«O lo puede hacer entero la próxima temporada»
«Pero esta temporada usted ya sabía lo que duraba mi número».
El director se encogió de hombros. Se disculpó de nuevo, y se fue a seguir resolviendo problemas.
El hombre decidió entre presentar la alfombra parcial, o seguir inmerso en la obsesión de repasar la maquinaria de nuevo, de forma enfermiza, incapaz de resolver en su esquina si era o no util para el público objetivo. Decidió salir de la obsesión, aunque significara romper la pieza. Tomaba demasiado tiempo.
Su número fue, durante meses, una alfombra a ninguna parte. En breve, vería a los amigos del «como se te ocurre», finiquitado su argumento de «ya veréis». Miraría con ojos perdidos, y volvería su vista al plato. Tal vez no era algo tan complicado. Tal vez nunca valió la pena. Entre el eco sordo de los cubiertos, aún se oyen las risas.
Lunes, 21 de abril de 2008
Raul Sensato a eso de las 11:03 am
Coloriuris arranca su formato para compartir videos cumpliendo la legislación española, y luchando contra la apisonadora norteamericana que hace que los videos de ustedes se emitan por el morro acreditando al almacen y no al autor. El objetivo: «compartir sin perder la autoría … compartir con respeto al autor.» (cita)
Noten el vínculo de «descargar en formato original», que lleva a las condiciones del autor, y que permite el visionado en mejor calidad de imagen.
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