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Jueves, 11 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 10:51 am
Insuperable título para este volumen de salud sexual, publicado en 1982:
El blog de Ciro Altabás muestra una página del interior del libro, y más portadas para leer en la piscina mientras nos miran raro el resto de asistentes. Véanlo aquí.
Regalazo de Bambino en los comentarios.
Jueves, 11 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 10:02 am
Hoy Jueves, a las 19h, en la Fnac de Plaza Catalunya de Barcelona (alias Fnac Triangle), ejerceré de padrino en la presentación del libro Mondo Pixel 2, una antología de artículos que buscan configurar una crítica de videojuegos que no se ciegue en la novedad :
Mondo Píxel es un proyecto nacido ante la necesidad de una prensa del videojuego en nuestro idioma más madura y menos pendiente de las ultimísimas novedades de la industria. Sin distinciones entre pasado, presente y futuro, de forma implacable pero apasionada, Mondo Píxel es a la vez una herramienta de análisis de un medio que exige cronistas a su altura y una obra construída por auténticos apasionados de los videojuegos.
de la web oficial
Allí estaré apostillando este párrafo, que tiene mucha enjundia.
Entre el público habrá mucho gamer, y ante ellos dejaré claras mis credenciales en el medio: no tengo ninguna consola en casa, ni modernas ni antiguas; siempre he jugado de prestado; pero lo que sí tengo y practico es una máquina recreativa de bar, una maca (que ahora está por fin decorada).
¿Permitirán los jugadores que hable, no de los videojuegos, sino de la crítica de videojuegos, un señor que no tiene ninguna consola, y que está lejísimos de estar al día? ¿Increparán al autor/editor por haberme invitado? ¿Es necesario poseer coches de carreras para hablar de la conducción? Todo ello, esta tarde, en el centro de Barcelona. Guardar partida.
¿Pero qué dices? ¡Mondo Pixel!
Bola extra: Me llama mucho la atención que en la agenda Fnac aparezca como «blogger», que es poco descriptivo, porque hay blogs de pornografía y blogs de fotografía y blogs de cortar y pegar enlaces. Que te presenten como blogger, que se centren en el continente, es un poco como decir «no tiene defectos al hablar». Supongo que algo tenía que poner.
El titulo de esta entrada
Martes, 9 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 6:53 pm
Enorme momento celtibérico a partir del 1:30:
Visto en Gorka (y en la tele)
Martes, 9 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 8:53 am
«Television: A medium – so called because it is neither rare nor well done. »
La frase puede ser de Ernie Kovacs (en la foto), o de Fred Allen;
lo que es seguro es que es de 1950, y que mantiene su vigencia sesenta años después.
Por si van flojos de ingles: «Se dice que la televisión es un medio (=vuelta y vuelta), porque ni es escasa (=poco hecha) ni está bien hecha.»
El paralelismo entre la televisión y el filete,
recuerda este conocido tema.
Bola extra: Decía el New York Times en 1939, «la televisión nunca será una competidora seria de la radio, porque la gente se ve obligada a sentarse y pegar los ojos al aparato; la familia media no tiene tiempo para ello».
Ahora, suenan los tambores, según los que vienen ven menos y menos la tele…
Lunes, 8 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 10:34 am
Juan Martinez de Irujo recupero ayer su corona manomanista. El Correo Digital lo narra con un resumen muy serio, con pocas alegorías. El informe del diario Deia se pone más creativo y centra sus metáforas en La Fragua, y por extensión, en la caldera de Pedro Botero, es decir, el infierno.
Pero miren las metáforas en las que ha abundado el informe del diario El Mundo Deportivo:
«Irujo estaba llamado a dinamitar la final con la mayor violencia»
«Asume menos riesgos, madura más el tanto y aplica en cada partido la carga de TNT necesaria.»
«La de ayer volvió a ser una explosión controlada. Con los cartuchos de dinamita necesarios, colocados estratégicamente».
Y por supuesto, el titular:
El original lo pueden leer aquí. Noten el «anonimato» de la autoría.
El informe, como comprenderán, pasa a engrosar nuestro museo celtibérico.
Gracias, Eu.
(El título de esta entrada es un guiño
a esta película de Julio Medem)
Viernes, 5 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 8:36 am
Con Absence, Rubén Lardín, Nacho Vigalondo… y todos los asistentes.
Pulsen en la imagen para ver la información completa:
No sabremos lo que saldrá, pero hay que vivirlo.
Bola extra: Las entradas están a la venta a partir de mañana día 6, en las taquillas del cine. No se pueden hacer reservas.
Jueves, 4 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 11:58 am
En el número de junio de Rockdelux hago una pequeña colaboración en la sección de cómics, que está coordinada por Pepo Pérez (su blog aquí). Hablo de Promethea, obra de Alan Moore, y de los tripis. No en ese orden.
El tebeando del título, viene de los pitufos,
que cuando se publicaban en el TBO,
se llamaban tebeítos,
y decían tebear en lugar del famoso pitufar.
(aquí dos muestras)
Lunes, 1 de junio de 2009
Raul Sensato a eso de las 8:03 am
No se imaginan cuánto he disfrutado la lectura «La Economía no existe», de Antonio Baños. Es un libro de economía que no juega al misterio y al «ustedes no saben y nosotros si y déjenlo en nuestras manos» que tanto se da en la literatura económica.
De hecho, se puede decir que no es un libro económico, porque se entiende, porque se aprende un montón, y porque la lectura es una delicia. Es otro tipo de libro: de los que forman, informan y divierten. Un libro magnífico.
Cuando les conduzco a que se pasen por su librería cercana para distribuir entre sus amigos piezas como esta, lo habitual es poner un extracto. Aquí abajo les pongo uno, que explica que la economía se basa esencialmente en el hambre. Y que explica muchos, muchos procesos que siguen vivos hoy en día. (He puesto un par de negritas, para la gente con prisa):
Una de las más interesantes líneas que permiten rastrear el origen y el desarrollo de la «idea económica» y de su prosperidad está, ¡oh, paradoja!, en el estudio de los pobres. (…)
Durante buena parte de la Edad Media se entendía que hubiese ricos y poderosos, de la misma manera que había pobres y lisiados. Era el orden divino. Respecto a esas dos clases de seres, la teología parecía respetar a los primeros y alabar a los segundos acercándolos a los cielos. El pobre, si no santo, estaba más cerca de la santidad. (…) Los pobres servían para que los demás pudiesen ejercer la virtud de la caridad. (…)
En el siglo XIV, ya se sabe: la peste negra.(…)Y ahí apareció, ¡zas!, por primera vez una situación que nos acompañará hasta hoy: los conflictos entre ricos y pobres. La imagen del pobre sumiso, bendecido y sentado a la puerta de la parroquia fue reemplazada por la del superviviente que va de un lado a otro, incontrolable, y que ha descubierto el valor de sus brazos.
Y así nace la pobreza como «problema». Como un problema de orden público. Si los pobres se mueven libremente, pueden reunirse, crear revueltas, presionar a los señores. Al igual que ocurre hoy con las pateras que nos llegan de África, la preocupación de los señores no era la pobreza, sino la «movilidad del pobre».
Cuando llegamos al siglo XVI, la pobreza ha cambiado del todo su estatus. El cada vez más fuerte Estado debía hacerse cargo de que la gente estuviese en su sitio. Y la mejor manera de conseguirlo fue mediante otra magnífica invención: el empleo asalariado.
En esa época, la pobreza se convirtió en un asunto tratado en libros y debates entre intelectuales. Luis Vives, el célebre humanista valenciano, publicó con increíble éxito su Tratado del socorro de los pobres. En él se plantea la creación de unas «casa de Caridad» donde acoger (fijar, inmovilizar, controlar) a esa población cuyos pies traen tantos problemas.
Nacen entonces dos conceptos básicos: primero, el de la responsabilidad social del pobre. Y, segundo, la obligatoriedad del trabajo.(…)
El primer paso de esa «revolución de los ricos contra los pobres», como resume magistralmente Karl Polanyi, ya se había dado. Pero pronto se descubrió que había un medio más sofisticado para tener bajo control a la levantisca población. Algo más eficaz que los latigazos o las amputaciones por mendicidad: el hambre.
Joseph Townsend, un grandísimo hijo de puta y clérigo del siglo XVIII (que saldrá más en este libro porque un buen supervillano es fundamental para cualquier historia), aconsejó en su Dissertation on the Poor Laws: «El hambre domesticará a los animales más feroces, enseñará a los más perversos la decencia y la civilidad, la obediencia y la sujeción. En general, únicamente el hambre puede espolear y aguijonear [a los pobres] y obligarlos a trabajar».
¡Qué tío tan capitalista! Perversamente genial.
Y ahora una frase de Thomas Carlyle que prefigura el genocidio econocrático de los siglos xix y el xx: «Si se les hace la vida imposible, necesariamente se reducirá el número de mendigos: un método aún más rápido es el arsénico, incluso podía resultar más suave si estuviera permitido». ¿Quién dice que los nazis inventaron algo nuevo?
¡Magnífico! La cosa marcha. ¿Y cómo consiguieron los ricos generar la suficiente hambre a la vez que convencían a sus súbditos de que se pusiesen a trabajar? Pues poniendo puertas al campo. Esta vez en sentido literal.(…)
Los cercados, dichas enclosures, acabaron con estas tierras «de reserva» para convertirlas en pastos para las ovejas que sustentaban las crecientes exportaciones de lana inglesa.
Para la corona (impuestos), para los comerciantes (divisas) y para los señores (imperio) era mucho más interesante mantener vivas a las ovejas que a los campesinos. (No sé por qué, pero me da que esta afirmación no os habrá sorprendido.)
Los cercados obligaron a muchos jornaleros, que habían subsistido gracias a las tierras ahora valladas, a desplazarse a las ciudades. Allí se enteraron de que la reina Isabel I, esa que sale tan bien en las películas, había dictado la Poors Law de 1601. (…) Todo pobre que fuese útil (en la ley inglesa de 1576 se recogía ya una distinción: se habla de los pobres inútiles y de los able-bodied poors, los físicamente útiles) tenía que «encomendarse» a la workhouse de la parroquia donde estuviese registrado. Allí se les obligaba a trabajar a cambio de un salario de subsistencia. Así que, mientras los señores comerciaban con lana y la nación se enriquecía, crecía de manera nunca vista el número de pobres. (…) si no hay muchos pobres no se puede generar suficiente riqueza.(…) El ejército de reserva de trabajadores, del que hablará Engels más tarde, se recluta con un gran contingente de hambre y represión.
El libro lo publica Los libros del lince.
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