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Lunes, 27 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 11:20 am
La alusión que hace Cifré desde esta página del número 132 de Pulgarcito revela que ya en esos tiempos había un acuerdo sobre directores malos. Nombres convenidos y compartidos, mucho antes de que las listas de «lo peor» del cine aparecieran en libros con lomo.
Más datos sobre el argentino Hugo del Carril en su perfil IMDB.
Viernes, 24 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 12:09 pm
Hoy estrenan El Gran Vázquez, la película de Oscar Aibar. La onomástica me tiene tan interesado como el primer día que supe del proyecto. Los críticos de cine la miran con los ojos de la cinefilia, de los ritmos y los encuadres y las escenaprimerainteriordía, cuando en realidad está por encima de eso: El Gran Vázquez está con el 12-0 a Malta, con el pezón saltarín de Sabrina Salerno, con la Mamá de Un millón para el mejor, con el beso Casillas-Carbonero. La película de Vázquez está más allá de la pantalla, no se puede acotar en términos de cinefilia.
Yo la vi el martes pasado, rodeado de gente del tebeo que conocían el mito oral de las aventuras de Vázquez. Allí estaba su familia y sus compañeros y sus colegas de profesión. Y en particular, estaba Ibáñez. Les he dicho que El Gran Vázquez está en la altura de esos momentos múltiplemente interesantes, pero además yo voy a guardar para siempre haberla visto en la misma proyección que Francisco Ibáñez. Manolo Solo hace un Ibáñez enorme, reconstruyendo esa forma de hablar que tiene el autor, que en las tres primeras sílabas te hace preguntarte «qué ha dicho», y cuando vas por la sexta sílaba ya has reconstruido perfectamente el inicio. Yo a Ibáñez le entrevisté en los noventa, le saqué un detalle que Antoni Guiral ha subrayado citando como «una entrevista de internet», recuerdo esa sensación en cada frase, mientras la realizaba. Tras la proyección, Absence escuchó a Ibáñez decir que a González lo habian clavado. González fue el jefe de los tebeos Bruguera, el artífice de Gusarapo, Ostrogodo, Percebe, Cetáceo y Hotentote como insultos (estos estan sacados del DDT 90, 1953), el director de esa troupe que fue lo más grande, aquellos cinco magnificos (Cifré, Conti, Giner, Peñarroya y Escobar) luego cegados por Vázquez, luego cegados por Ibáñez, todos sostenidamente enormes por motivos ya oscurecidos porque las reediciones se cortaron y sólo vimos cosas lavadas. Todo está clavado, es fiel en el espíritu, guarda el dato mínimo e imprescindible sobre el cual ya acotaremos en exactitud el mito. Las estatuas se comienzan por los grandes rasgos de los grandes.
El Gran Vázquez es un monumento a aquella cumbre, que es nuestra, que llevamos por las venas aunque no lo sepamos, que es puntal en lo que tenemos y en lo que compartimos, mientras los despistados se ciegan en volver a repetir el Quijote y a filmar La Regenta en 3D. Los españoles merecen conocer esa historia y saber que es la suya. Así que tomen a sus dos mejores amigos y vayan a ver la película. A la salida dirán que cinematográficamente no es una cima del medio, pero dos días después se habrán dado cuenta de la fibra que les ha tocado. Y entonces, la película toma toda su dimensión.
Bola extra: Rubén Lardín comenta aquí el conflicto entre mirarlo con los ojos de cinematografía y ese valor extra que solo tienen las grandes cosas que uno no puede saltarse. Yo he estado, y estoy, en el mismo punto. Y lo deseo para los demás.
Jueves, 23 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 11:24 am
Empujado por la dinámica twitter de mensajes telegráficos y observaciones concretas, he decidido ejecutar en El Butano Popular un remedo actualizado (que no mejorado) de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna, sustituyendo sus nubes y sus árboles por vehículos y anuncios y aparatos tecnológicos.
Se llaman Delasernas, subrayando el homenaje, y las iré desgranando en este rincón. Ahí me encontrarán, siguiendo ciegamente y refiriéndome a lo fabricado de forma escueta. O sea, Gregario pero sintético.
Jueves, 16 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 11:52 pm
Pulsen en la imagen, y asómbrense:
El gráfico inglés-español es obra del chileno Juan Pablo Bravo.
Ya hizo, en anteriores capítulos, Disney comparado (villanos aparte), Pixar comparado, y coches de cine comparados. Ahí es nada.
Jueves, 16 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 8:13 pm
Los círculos concéntricos de la fama, de menos a más, son: familiares – amigos – seguidores – fans – detractores. Cuando un grupo tiene detractores, sabes que lo está petando pero bien.
Yo, por ejemplo, en toda mi vida sólo he conocido detractores de Bisbal, La Oreja de Van Gogh, Alejandro Sanz, etc. No he conocido ni a un solo fan suyo. ¡Ni a uno! Sólo detractores, que llenan bares y plazas, y hacen cola en el súper.
Francisco Nixon, en su blog
Bola extra: Nixon en El Butano Popular.
Jueves, 16 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 6:11 pm
Hoy ha nacido El Butano Popular, un espacio de Librepensamiento y explicaciones que tiene un plantel de órdago:
Sr. Ausente * Carlos Acevedo * Jorge de Cascante * Borja Crespo * Mike Ibáñez * Ruben Lardín * Don Lindyhomer * Santiago Lorenzo * Raúl Minchinela * Grace Morales * Francisco Nixon * Miguel Noguera * Joan M. Oleaque * Carlo Padial * Marta Peirano * Javier Pérez Andújar * Joan Ripollès Iranzo * John Tones * Antonio Trashorras * Nacho Vigalondo
Como sé que ir a bulto les agobia, les dirijo a un trío de ejemplos por donde empezar a leer: Éste, éste y éste. [links actualizados]
Y luego me dicen si pueden parar de pasar páginas.
Bola extra: Es de recibo vincular en este rincón al que ha salido de mi puño. Va de anuncios de móvil y es éste.
Miércoles, 8 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 10:09 am
El suplemento Cultura|s del ejemplar de hoy del diario La Vanguardia dedica doble página y foto de portada a Trash Entre Amigos, con un texto firmado por Nacho Vigalondo y otro de mi puño y letra.
Martes, 7 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 5:36 pm
Ustedes ya saben de mi pasión por lo celtibérico, por lo de aquí. Es un interés que me han construido por oposición: lo español es sistemáticamente despreciado (y en consecuencia ignorado) por los propios españoles. El dibujo que nos hacen (nos hacemos) los medios es muy representativo: si hay un informe de varias páginas sobre twitter o facebook, se centra en usuarios extranjeros. Los españoles no salen por ningún lado. Igualmente, no hay retratos de la calle. Rtve emitía recientemente una crónica de la transición en la que todo el mundo estaba de acuerdo y las vías principales eran las vías únicas. La calle española es un problema, un silencio. No pasa nada. Circulen. Esto ha sido así, y sigue así.
En consecuencia, he disfrutado con la lectura de Noches de BV-80, de Valtueña. Un tochaco de mil y pico páginas que narra la Zaragoza subterránea, la del teatro improvisado y los grupos de rock incipientes y los chavales de sexo, drogas y volumen alto. Lo hace desde la barra de un bar del que se sale para ir de putas, ser atracado a punta de navaja y comprar discos, que empezaban a aparecer las tiendas. Si fuera Nueva York, estarían todos babeando. Pero habla de aquí, les explica a ustedes. Le da marco al contexto en el que estamos, que creemos que ha caído del cielo.
El privilegio del BV80 es que fue un vórtice. Mientras en otras ciudades los punks iban por su lado y los jevis por su otro y los pintores por allá y los poetas por el suyo, en Zaragoza entre 1981 y 1983 todos pasaban por ese lugar, porque no había otro. Allí tenías performances y guitarreros y recitados y cante jondo, con los consiguientes conflictos entre tipologías de público, porque les recuerdo que en los ochenta las diferencias de tribu se resolvían a palos. La historia del BV-80 puede ser la historia canon de la Transición subterránea porque no separa ni encapsula: están todos en el mismo lugar, los conflictos y las relaciones están a la vista. El bar, ese bar, es el modelo a escala de todas las calles en la máxima efervescencia.
Mil páginas dan para mucho, y por ahí verán a mucha gente que les sonará. Aparece Sabina, y Krahe, y Loquillo, y Miguel Ríos, y Manolo García, todos como actores secundarios, como cameos insignificantes, en una historia que tiene el centro en otro lado, en ese lugar que nunca aparece en los documentales. Que explica lo que luego, en los estudios, se reconstruye teorizando.
La cultura de la ciudad se propaga en los bares, y se revela donde solo había uno. Allí tocó por primera vez un quinceañero colegial que sería Enrique Bunbury, allí pululaba el malogrado Mauricio Aznar, hacía la suya La Polla Records. Allí meaba a la concurrencia Dionisio Sánchez, epataba el Grifo invadiendo de Guardia Civiles. Allí pasaba todo, en un imprevisto diario, que es el ideal de la vida urbana fuera de programa.
Así que ahí les dirijo, a ese Juan Valdivia que no se atrevía a tocar, a ese Félix Romeo que mareaba con su tumulto de tertulianos, a ese Alfredo Saez que entró en la espiral que desembocó en el Butoh y el Premio Nacional, a esos estudiantes de medicina que se iban de marcha armados con navaja, a los gitanos que asaltaban la caja empuñando recortada, a los quinquis («payos agitanados», los define) que lo mismo eran el mal que eran lo peor. Querrán entrar buscando nombres, que es lo que tienen ustedes por costumbre, y encontrarán la locura coral, metropolitana, donde se cruzaban los delincuentes y los políticos y los estetas. Donde todos son tan protagonistas como secundarios.
Procuraré presentarles algunos extractos en este rincón, como este tomado de la pág 210:
En el 68, Alfonso pertenecía a Los Cheyenes, primera tribu urbana de Zaragoza, más broncas que The Warriors. Fueron detenidos en su guarida durante un guateque (donde cobraban entrada) el cabecilla, diecisiete de sus rockeros y veintidós «tontitas» de entre catorce y diecinueve años, hijas de la alta burguesía.
Lo que más llamó la atención fue descubrir el sistema de sorteo empleado para ver cuál se tiraba cada quien. Las nenas, gustosas, se quitaban las braguitas nada más entrar, metiéndolas en un cesto. Sólo era cuestión de cerrar los ojos y escarbar.
Eso era en los sesenta. En los ochenta llegó la locura. Esa es la historia que polariza el BV-80.
Lo publica Libros del Innombrable.
Bola extra: el blog sobre el BV-80.
Lunes, 6 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 12:10 pm
El próximo sábado 11, en medio de los fastos de La Noche en Blanco madrileña, Trash entre amigos tendrá una nueva edición a medianoche en La Casa Encendida.
La película: Roma año 2072 d.c. Los Gladiadores (Lucio Fulci, 1984)
Entrada gratuita hasta completar aforo. Tienen todos los datos en la página del evento, en la web de La Casa Encendida y en la central de Trash entre Amigos.
La imagen corresponde a la postal promocional de la sesión que han distribuido en la capital. Pulsando se amplía.
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