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post Casavella no quiere feos ni trepas

Martes, 27 de enero de 2009

Raul Sensato a eso de las 8:54 am

La fiesta no es para feos: no lo dice Peret, sino Casavella

Este viernes 30, en la sala barcelonesa Apolo 2, se celebrará una fiesta homenaje en memoria de Francisco Casavella.Homenaje al Hombre-tachán. La fiesta no es para trepas, ni para feos, solía decir.

Será a partir de la medianoche, tocarán en directo Pedro Burruezo Adjazzentes y luego después pincharán los DJs Xavier Cugat, Barracuda, El molestoso, Ragna y Miqui Otero. 13 euros con copa incluída.

de Mondo Sonoro

Habrá celebridades entre la concurrencia. No futbolistas ni famoseo: celebridades.  ¿Cuál fue la última fiesta en la que les garantizaron conversaciones de aúpa? A ello.

Pulsen en la imagen de arriba para ver el flier completo.

Bola extra: Supongo que conocen la enorme canción «La fiesta no es para feos«, de Peret. Himno de este blog.

 Gracias, JPA

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post Cerrando el año: ConspiraPoP

Lunes, 29 de diciembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 2:00 pm

Para cerrar el año, les dejo con la conferencia titulada ConspiraPoP, que realicé en el congreso Spectra que fue coordinado por Mike Ibáñez. Aquí pueden visitar la página oficial de Spectra.Con ustedes, ConspiraPop: una hora de canciones con mensajes ocultos, Paul McCartneys falsos, Elvis redivivos, payasos de la tele inquietantes,… y el Rey de España. Entre otras muchas cosas.

El audio mejora a partir de los tres minutos, no se me asusten.

Previo: presentación de Mike Ibáñez y Emili Payá

Parte 1:

Parte2:

Parte 3:

Parte 4:

Parte 5 y última:

.

Bola extra: Si quieren ver más conferencias del congreso Spectra, las tienen todas aquí.

Bola extra 2: Por si se la perdieron, esta canción habría entrado en la conferencia.

post Javier Marías y sus lectores, o internet como espejo

Martes, 16 de diciembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 7:45 am

Aquí el autor, aquí unos amigos.

El ordenador ha vuelto a no gustarme, lo siento; pero ya que lo tenía en mis manos durante unos días, aproveché para navegar un poco por Internet, por primera vez en mi vida o casi. (…) Lo que más me ha desagradado, sin embargo, son los llamados blogs y foros, por algunos de los cuales me he dado un paseo. No entiendo que tantos escritores tengan un blog propio y le dediquen, por fuerza, numerosas horas de su tiempo, porque me parece equivalente a esto: uno va a un bar, se sienta a una mesa y habla de lo que sea, y a continuación está expuesto a que cualquiera coja una silla y le suelte a su vez su rollo o -con demasiada frecuencia- sus imprecaciones. O bien a esto otro: uno inicia una conversación telefónica particular, y cualquier individuo puede colarse en ella y opinar lo que le plazca o ponerle verde a uno. No sé, para mí sería una pesadilla tener que escuchar pacientemente a personas que no he elegido, y con las que en algunos casos no quisiera ni cruzar media palabra. ¿Cuál es la gracia de estas tertulias escritas? ¿Ver que uno provoca reacciones? ¿Tener la comprobación inmediata de que lo que expone no cae en el vacío? ¿Llevar una vida «interactiva» (y perdonen el adjetivo)? Debe de haber mucha gente solitaria, o que aguanta la soledad -ese gran bien- pésimamente. Pero lo que más me ha desagradado es el frecuente tono insultante de los comentarios y el veneno que a menudo destilan. Amparados en el anonimato cobarde de los llamados nicks, no hay asunto que no les merezca a unos cuantos blogueros toda suerte de improperios. No veo que se discuta ni argumente apenas, sino que más bien se lanzan denuestos y groserías como en las tabernas más zafias. Hay en este mundo, o eso parece, una desproporcionada cantidad de odiadores, o llámenlos negativistas, resentidos, amargados, venados.

El que escribe lo de arriba es el novelista Javier Marías, en este articulo de El País. El artículo me lo remite Absence, que es un «nick de anonimato cobarde» que esconde al señor que ha ganado el Bitácoras de este año a mejor blog cultural, y que es uno de los referentes de la blogosfera, usen la escala humana o mecánica que deseen.

Supongo que antes de continuar la lectura de este texto, deberían leer el artículo completo. Les espero.

Leer el artículo saca carcajadas al más pintado. Pero tal vez conviene repasar las implicaciones con detalle.

La primera cuestión que apunta el novelista es que, cielos, la audiencia contesta. O como él dice, uno «está expuesto». Marías hace el autorretrato del autor que vive en su torre de marfil, ajeno al, estrictamente hablando, mundanal ruido. Dicho de otro modo, la influencia en el personal le da como igual. Supongo que sus seguidores estarán un poco inquietos, porque Marías no escribe para el lector, sino para una voluntad superior, para la intocable diosa cultura, que Gustavo Bueno ya puso en su sitio. Los sacerdotes hablan también con ficticias identidades superiores, esperando la misma respuesta, léase, ninguna.

En la repulsión a la respuesta -y de paso, a toda participación/conversación ajena-, Marías va más allá: se autoinbuye de la potestad de hablar, por el hecho de que es un profesional de las palabras. Que es como si Nacho Vidal dijera que no entiende que el personal folle gratis. Y se extraña que se haga en público, tal vez poniendo en paralelo el hablar con el acostarse, porque la conversación es una cosa, digamos, impúdica. La tradición española es alejar a los niños para las conversaciones serias, y vigilando porque  los muros tienen oídos. En esa misma época, lo de ir por la calle cogidos de la mano también estaba muy mal.

La cuestión es que los legos en la materia no tienen ningún interés. Hablemos, como paralelo revelador, de la economía. Si uno quiere ser economista profesional, tiene que dejar claro que las crisis están firmemente apoyadas en la inflación. Cualquier economista que quiera dudar de la inflación o proponer alternativas, es sistemáticamente fulminado. De modo que la resistencia a la inflación viene de gente que ha tenido que pasar décadas camuflada, acuclillada, escribiendo artículo tras artículo con la fe general, hasta poder tener una posición en la que tener ligeras y moderadas diferencias, que arriba tampoco es todo jauja. En lógica paralela, entenderán que, desde dentro, practicar el arte del juntaletras sin beneficio industrial es una cosa detestable.

Marías se autorretrata como esa figura trasnochada y polvorienta que retrató el crítico literario Eloy Fernández Porta en Afterpop: «La literatura entendida como Refugio de la Cultura contra la barbarie audiovisual. La cultura reducida a literatura über alles«. Con el extra de que lo aplica a la conversación pública (digital y, por extensión, de café) de los demás. No sólo el escritor purificado por sí mismo debe aislarse del mundo, sino que el mundo -atentos- debe aislarse entre sí. Marías dice que, como hay tanta conversación digital, «debe de haber mucha gente solitaria». Nos lo dice, no lo olvidemos, desde su torre de marfil. Y además le asombra que opten por los «improperios», «denuestos y groserías». Cuando la razón principal de ese proceso está a la vista (y la pueden recordar aquí).

El artículo dibuja el desprecio radical por la insolencia de lo que en otros tiempos se llamaba la chusma. Marías tiene el tic fascipocho de Manuel Fraga, cuando al hilo de los Goya con lemas de «No a la guerra», dijo que «pagar para que le insulten a uno, no lo hace más que un tonto«. Sí señor, el dinero de todos es de Fraga, y en la misma lógica, el uso de las palabras es del Señor Marías y de aquellos a los que él vea con buenos ojos.

Es lo que tiene intentar confundir fondo y forma. Una cosa es venderte como propietario de las palabras – que manda narices-, y otra, como propietario de lo que se puede decir. La ejemplar gestión de licencias de televisión, que hace que todos los canales emitan lo mismo en canales simultáneos, lleva a estas confusiones entre potestad sobre el medio y potestad sobre el mensaje, rudo o cursi.

Pero por encima de todo, este artículo da fe del recorrido vital del novelista. En su navegación, la densidad de conversaciones insulsas no le lleva a pensar que en alguna parte las hay interesantes, sino a confirmar con total seguridad que no hay ninguna interesante. Lo que indica que en su experiencia, las personas que se ha cruzado accidentalmente no han tenido ningún interés. Es de suponer que esas personas, en su caso, son principalmente las que le atienden en las compras y las que asisten a sus firmas.

Queda claro, pues, que ni el panadero que le atiende, ni los lectores de sus obras, son interesantes. Al final resultará que no haber leído un libro de Javier Marías va a terminar siendo un galón. Reformula el adagio: mas vale no abrir un libro y parecer anodino, que ser visto con uno de don Javier y eliminar todo asomo de duda. Estos arranques de sinceridad son dignos de agradecer.

Bola extra: Este documento sonoro.

post Macarras de la literatura

Miércoles, 26 de noviembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 8:01 am

del volumen Foto Ramblas

En cierta ocasión se encontraba Unamuno en la ciudad de Salamanca visitando una exposición de pintura contemporanea. El pintor reconoció a Unamuno. Interesado se acercó a el para hablar.
-¿Le gusta mi pintura?
-No
El pintor un tanto preocupado, intentó dar una explicación, justificarse más bien.
-Esto…mi pintura representa como la vida, es decir, la manera en que yo veo el mundo.
-Pues si lo vé así de feo ¿Para que se toma la molestia de pintarlo, pollo?

Anécdotas para el name-dropping de carajillo a media tarde, todas de gran asueto y divertimento, que está recopilando el blog Bertrand Rusell y su conjunto tropical:

Alejandro Dumas (Padre)
Charles Baudelaire
Lope de Vega
Unamuno
Valle Inclán
Voltaire
Wenceslao Fernández Florez
Jacinto Benavente

Bola extra: ¿Por qué, al buscar imágenes en google que ilustren el concepto literatura, los resultados son tan, pero tan tan ñoños? ¿No se dan cuenta de que es una ficción que no encaja con las muestras de arriba?

Clasificado como: celtiberismo,citas,libros

post Homo Sampler, de Eloy Fernandez Porta

Lunes, 27 de octubre de 2008

Raul Sensato a eso de las 12:44 am

esta portada la he hecho yo con el photoshop: se parece pero no es la misma

Ed. Anagrama. 371 págs. 19,50 €
A la venta a partir del 6 de noviembre.

Casi nada. He mirado en Google y por lo que parece esta va a ser la primera reseña sobre «Homo Sampler: Tiempo y consumo en la Era Afterpop«, el nuevo y reluciente libro de Eloy Fernandez Porta. Es un privilegio. Ya saben de mi fascinación por su anterior libro, Afterpop, que ha aparecido con frecuencia en este blog. No es impedimento para decir, desde el primer párrafo, que el libro de Eloy es extraordinario.

Comentar un libro y destripar su contenido son dos cosas al parecer paralelas en los textos de Ensayo. Por ejemplo, entre mis amigos bromeamos diciendo que los libros «populares» de Gustavo Bueno, se leen mirando el índice: es un listado de las opciones que va descartando hasta decantarse por la que aparece en el último epígrafe. Afortunadamente, en el caso de Homo Sampler, se puede hacer a la inversa. Se pueden plantear las preguntas que resuelve, y dejar intuir el enorme armazón explicativo que las revela. Y son preguntas que, con frecuencia, han aparecido, no ya en este blog, sino en los rincones en que se comenta cultura popular. Por ejemplo:

– ¿Por qué el epígrafe cultura basura se aplica a las revistas y las películas, pero nunca al teatro, los textos ensayistas o las editoriales literarias?

– ¿Por qué los programas del corazón y los presentadores de Reality Shows nos parecen -abiertamente, notablemente- fachas?

– ¿Cómo dinamitar la creencia pacata de que «la tecnología nos está creando un falso tiempo acelerado»? ¿Por qué mantenemos la figura del artista resistente al tiempo?

– ¿Cómo es que la publicidad actual está tan centrada en los eslóganes ecologistas, en los discursos anticapitalistas underground (con frases tomadas de epítomes de la cultura combativa) y en los ecos de lo atávico («vuelve a la naturaleza»)?

– ¿Por qué estamos habituados a reflexiones del estilo «en mis tiempos, sí había pop de verdad; el de ahora -esta subescena pop salpimentada con soflamas de resistencia política y delirios de alternativa comercial- es casi peor que el pop para las masas«?

El centro de Homo Sampler es el tiempo. El tiempo como elemento consciente y subconsciente en la creación y en el consumo (incluyendo, cuando vamos a comprar el diario, o un reloj). Y sobre él, F.Porta construye dos conceptos cuya utilidad sabremos en el futuro. El primero es el concepto de «Tiempo» (vean abajo la nota *) en oposición al tiempo real (esa cosa que va a segundo por segundo). El segundo es el concepto de «Ur-Pop«, que va intrínsecamente ligado al primero, pero que es el que antes se presenta en la obra.

El Ur-pop es el levantamiento de acta de la emergencia inesperada de figuras, valores o emociones primitivos en un espacio ultramoderno. Como en la imagen de la portada, en la que un menú de fastfood forma parte de una talla precolombina que retrata un pasado que nunca existió. El Ur-pop (y aquí pongo tres ejemplos que NO salen en el libro) se reflejaría en las fotos porno realizadas en punto de cruz en la exposición de Mauro Entrialgo (el trabajo manual, pretecnológico, da credibilidad a la obra), en la fijación que tiene Boing Boing (el blog de más éxito mundial) por los tricotados con motivos contemporáneos, y -tirando del hilo hasta el final- en los nacionalismos/regionalismos de montaña y boy-scout con rastas, que reclaman, como esas tallas del macdonalds, un pasado reescrito y, por tanto, sugerente.

El Tiempo(insisto: vean nota *) es la concepción espectacularizada del tiempo real. Como enuncia F.Porta cuando introduce ese Homo Sampler que titula el libro, el tiempo real (el de a segundo por segundo) nos viene elaborado y mezclado de fábrica. Y lo que hacemos con él es samplearlo. Crear momentos de más intensidad que otros (en realidad, una pura pugna por conseguir el momento de más intensidad, momento tras momento [**]) y después, a posteriori, justificar una continuidad.

El libro se remata con un último tercio dedicado a la cultura basura, que toma el discurso donde lo dejaron la exposición Cultura Basura de Jordi Costa y la sección Planeta Enfermo de Manuel Valencia, y lo lleva a donde los analistas culturales -como el eslogan de Star Trek- no se atreven a acercarse.

La maestría de Fernández Porta no consiste en depurar las preguntas correctas, sino en retratar que esas corrientes existen, simultáneamente, en todos los estratos de la comunicación cultural. Saca ejemplos de todos los ámbitos: las películas, los tebeos, la literatura, la fotografía, la televisión, las artes plásticas… y teje con todos un tapiz que muestra a la luz el dibujo subyaciente. Da la impresión de que F.Porta es un erudito en todo, por la simple razón de que nadie practica una reflexión tan audaz, tan actual, tan profunda y tan diversa de lo que es -en todos los sentidos culturales de la palabra- el ahora.

Tienen que entender mi asombro. Yo tengo mucho pudor antes de hablar de Mr. Brain, la colección de fanzines que publicaba el hoy luego director de El Jueves Manel Fontdevila. Pienso que no hay tantas copias y que comentar la pasión de Fontdevila por las claves del humor (como su análisis del chiste Miss Tetas) es una arrogancia de coleccionista («¡ustedes fueron unos despistados: deberían tenerlo en su estantería!»). F.Porta hace justo lo contrario. No sólo abunda en Mr Brain, y en fotografías premiadas y en ferias de arte de vanguardia de público escaso. Lo toma todo y hace un enorme collage anatómico en el que te presenta cada singularidad como partes de un todo. Del mismo todo que te hace plantearte las preguntas ante la tele o en el cine o leyendo un periódico, porque allí ese todo también asoma (y los caza).

La mayor virtud de Porta es sin duda que, con todo lo profundo del texto, logra arrancarte permanentemente carcajadas. Te hace una reducción al absurdo de ti mismo. Te retrata en tus tics y en tus maneras y en la forma que tienes de relacionarte con lo que te rodea. Y lo hace alternando lo sesudo con lo hilarante, con su pasión por los términos híbridos, y las denominaciones con® marcas© -qué tan bien usa la blogosfera entendida y que tanto le debe al gran Mike Ibáñez-. Lo mejor de Homo Sampler es que hay tramos que se pueden recitar en voz alta, y -lo he comprobado- obtienen  la admiración del respetable tanto por la forma como por el contenido. Porque forman y porque divierten.

¿Es todo bueno en Homo Sampler? No; todo tiene un pero. En España, las cosas que hacen gracia siempre son tildadas de superficiales, cuando no directamente de vacías. Así que Fernandez Porta arranca el tomo con una introducción densa, tirando a difícil, que es un manifiesto que en esencia dice «todo lo que viene detrás va en serio«. Esas primeras veinticinco páginas pueden hacer desistir a los lectores accidentales, pero ustedes ya están sobre aviso. Cuando después de la lectura de los textos mayores acudan a esa entradilla, todos los conceptos presentados les serán mucho menos arduos.

Por otro lado, el desarrollo del Ur-pop que realiza Fernández Porta (y que ocupa un tercio del libro, poca broma) lleva en ocasiones a la confusión. El autor alterna a lo largo del texto la perspectiva cínica («lo que hacen los demás») y la perspectiva estoica («esto nos pasa a todos»), y esos cambios nos hacen dudar si es un síntoma para el que hay salida, o es un «cambio atmosférico» de la época cultural (Ortega y Gasset lo llamaría una vigencia). Ese cambio de lente en el discurso puede impedir que cuaje el término Ur-Pop con la fuerza con el que cuajó su término Afterpop.

Con todo, Homo Sampler supera a Afterpop. Es mejor libro. Hay más porcentaje de material interesante para el hombre de la calle y para el comentarista inquieto. Y tiene dos partes (la del Tiempo™ y la del TrashDeLuxe, casi doscientas páginas) que son para enmarcar.

En serio. Un libro para quitarse el sombrero. De lectura obligatoria.

__________

(*) En realidad, F. Porta llama RealTime al tiempo «civilizado falso/remezclado», y Tiempo™ al tiempo de reloj. Me parece que la forma intuitiva de llamarlos es, precisamente, a la inversa. ¿Por qué oso a darles la vuelta para este comentario? Porque el tiempo «civilizado / distinto del real» es consensuado por los grandes intereses (esa sensación de que el tiempo se acelera, esa necesidad de tener noticias constantes aunque no sean suficientemente importantes como para cambiar la web del periódico) y, porque es sampleado, de ahí lo de Homo Sampler, lo cual le da un extra de idea humana registrable. La partícula «™» condensa todo eso de un vistazo. Como ésta es una revisión telegráfica, prefiero los grosso-modo visuales. Al fin y al cabo, lo importante es transmitir la idea que enuncia y desarrolla don Eloy.

[**] En un fingido crescendo hacia un supuesto momento máximo que nunca sucede. Como decía Althusser: “la hora solitaria de la ‘ultima instancia’ no llega nunca

 

Recuerden. Lo vieron primero aquí.

post Personajes que se propasan con figuras históricas

Jueves, 9 de octubre de 2008

Raul Sensato a eso de las 8:47 am

aventuras de tocon

En el libro que remata la pila de la imagen, supongo que el viril Anibal estaba muy mosqueado por la insistencia de este niño en violar su espacio personal.

En Tocón y Los Vikingos, es de adivinar que el protagonista disfrutó mucho más.

Tocón es obra de Berti Aldo.
El anuncio está sacado de la Revista Trinca.

Clasificado como: extraño,libros

post Aburrirse es besar a la muerte

Viernes, 26 de septiembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 9:58 am

Lecturas de fin de semana: las imbatibles e inmarcesibles Greguerías de Ramón Gómez de la Serna.

Entre ellas, la que sirve de título para esta entrada.

La misma página ofrece ilustraciones del autor, como las que aquí incluimos, por que las Greguerías no sólo fueron palabras.

El humor, la poesía evocadora y las verdades profundas se mezclan hasta no distinguir la sublimación de la carcajada. Y eso es lo que las hace grandes.

post La prensa del corazón, explicada

Jueves, 18 de septiembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 1:46 pm

portada del corazon

Cuando yo estaba en sexto curso había un muchacho en quinto al que todos llamaban Ippy. (…) Era precoz, inteligente y popular. (…) Pero entonces Ippy pasó a sexto. Y de repente, y sin ninguna razón aparente, todo el mundo decidió que le odiaba. Durante los dos años siguientes, Ippy fue atacado a diario sin piedad. (…) ¿Cómo fue posible que todo el mundo se pusiera de acuerdo en algo que nadie podía justificar?

(…)

Así funciona la cultura: te convences de que compartes algo que además no existe. Todos los días, programas de TV como Access Hollywood obligan a dos millones de amas de casa a preguntarse a quién le importa con quién se ha acostado Lindsey Lohan. ¿Y sabes cuál es la respuesta?  Prácticamente a nadie.  (…) Pero aun así es algo que tienen que saber. Eso se debe a que todas esas personas se interesan muchísimo por otra cuestión: les preocupa la posibilidad de que todo el mundo sepa algo que ellas ignoran. Y ese es el mismo miedo que me hizo odiar a una persona tan absolutamente amable de 1985 a 1986.

Chuck Klosterman, en Pégate un tiro para sobrevivir.
Ed. Mondadori, 2006.
Págs 79-81

post Ahora ya se puede

Lunes, 15 de septiembre de 2008

Raul Sensato a eso de las 1:33 pm

la expo, con letras

Ahora que ha terminado la Expo de Zaragoza, se pueden decir un par de verdades íntimas que no he visto impresas en tinta.

Leanlas aquí

Un crossover accidental
entre este blog y El Blog Ausente.

Bola extra: Ha muerto David Foster Wallace.  Relean en su honor la monumental «Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer».  Se lo ruego.

Bola extra 2: Lector constante le recuerda aquí.

post Lecturas de pausa veraniega: Mondo Brutto

Jueves, 31 de julio de 2008

Raul Sensato a eso de las 8:47 am

Mientras este blog se toma un paréntesis veraniego, les dejo un buen montón de lectura moderna, divertida y provechosa:

Con ustedes: Mondo Brutto

“El Mondo Brutto ha sido (y es) toda una institución cuya influencia contagia los más diversos ámbitos de la cultura popular de nuestro país. Irreverentes, estilosos, subversivos cronistas y obsesivos exegetas de la cultura trash, nadie puede negar lo merecido del estatus que gozan”.

de Karpov

Mondo Brutto viene siendo en los últimos años el principal referente de la cultura alternativa en España. Pero MB es mucho más que eso: sus autores han sido capaces de crear no sólo un verdadero estilo literario, sino una forma tan inteligente como insólita de mirar la sociedad y el mundo que los/nos rodea, con aportaciones tan fundamentales como la difusión del concepto de lo “bizarro” (en el sentido anglosajón de bizarre, o sea, raro, estrafalario), una palabra extendida hoy entre la gente progre y snob (cabe sospechar que para irritación de los propios redactores de MB).

de Futuropasado

Mondo brutto es, sencillamente la biblia. TODO lo que sale es interesante y NADA sale en ningún otro medio. ELLOS fueron (y son) los primeros.

de Lluis en SinButaca

Con estas citas introductorias, les invito a la lectura compulsiva de números antiguos de Mondo Brutto, disponibles en la red gracias al escáner de Frunobulax.

Los pueden descargar en esta página. Casi veinte números, nada menos.

Luego, acudan a sus tiendas y compren los de años subsiguientes, porque toda persona de bien debe leer Mondo Brutto.

Bola extra: Que yo sea colaborador de Mondo Brutto desde hace un lustro, no es impedimento para decir abiertamente que ninguna otra revista me ofrece tanto como lector. Insisto: ya tienen lectura de verano. Zapeen a gusto entre los ejemplares.

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