Buscando alusiones a Repronto en el periodo vacacional (las encontradas se almacenan aquí), he encontrado con deleite que el histórico diario ABC ha digitalizado su hemeroteca y la ha puesto a disposición del respetable. Un conjunto de tesoros que hay que agradecer y que nos traerá grandes alegrías.

Tiene, eso sí, errores imperdonables en una edición digital: 1) no ofrece vínculos directos a las páginas (!!), y 2) los pdfs descargados requieren una contraseña para proceder al recorte. De modo que vayan preparando sus herramientas de captura para compartir los resultados con el mundo. Espero que lo solventen en breve, porque, en particular el de los vínculos, es un defecto insalvable.

Tienen la hemeroteca de ABC aquí.

Actualización: Jocantaro, en meneame, muestra cómo vincular páginas directamente. La correspondiente a esta ilustración de arriba sería así:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/Madrid/ABC/1910/01/12/019.html

Hoy, encabezando la portada de Soitu.es, encontrarán una entrevista sobre Reflexiones de Repronto. Pueden leerla aquí.

Todos los que hemos pasado por la facultad de ingeniería industrial, más allá de las separaciones entre provinicias, hemos acudido al lamento humorístico. Nuestros vecinos universitarios se iban de farra con constancia, y nosotros pasábamos los fines de semana, mañana, tarde y noche, haciendo y rehaciendo integrales y rotacionales. Esos vecinos hacían codos un par de semanas antes, y sacaban un bien alto, y tú sangrabas los codos para descubrir que tenías un tres. Un cuatro, fantástico. Y te desfogabas en el humor.

En Zaragoza teníamos una revista, En El Qulo Del Mundo se llamaba, que se publicaba una vez al año. (Años después, la revista El Jueves publicaría un especial Estudiantes, y no estaban muy lejos el uno del otro, si me entienden). Hay un ejemplar del que yo hice una parte desproporcionada de textos y dibujos. Tal era mi rabia, y así de efectiva era-es reconvertirla en parodia.

Así que me ha llegado al corazoncito este video realizado por los estudiantes de la Politécnica de Madrid, que es lo de siempre, pero distinto. Nosotros hacíamos textos -un año, hasta hicieron un memorable videojuego, que hubo que modificar por severas amenazas- pero lo que toca, a fecha de hoy, es hacer vídeos. como el de abajo.

Todo lo que dicen es cierto. Yo también sudé sangre para superar Ampliación de cálculo, que ellos llaman Cálculo II. Yo he sido uno de estos chavales.

Bola extra: Retrato de la redaccion del Qulo en la época del «Joven Aunque Sobradamente Preparado», el J.A.S.P. que popularizó este anuncio de televisión.
En la foto, yo soy el que está en el centro.

Video visto al Rebullón
Foto recuperada por Ana y Juanjo

«Cuando vi que se formaba la estrella roja de ocho puntas en el agua, lo tuve claro: la victoria era nuestra»

Hasta que en el minuto 1:20 se muestra el truco, me ha tenido impresionado.
Bueno, incluso después de saberlo, sigue siendo imposible evitar el asombro y la sonrisa.

Los entresijos, y los recursos por si quieren hacer la suya, en White Glove Tracking

via Eunice

Magistral, Futbol, Basketbol, Autorrally, Safari, Pesca, Victoria, Esnáiper («francotirador») y otras vistosas máquinas recreativas soviéticas, aquí.

Via GL

De un tiempo a esta parte, he estado en media docena de fiestas a domicilio en la que la música se ponía usando el programa Spotify. Allí suelen aflorar las ganas de cambiar de música (una manía de la que ya no hay retorno: todo el mundo es dj); cuando se pone el corte que a uno le apetece, se pone a bailar con los amigos, y a falta de treinta segundos se pone a pensar qué demonios poner como siguiente canción, y viene el bloqueo de indecisión. Porque además, cuando buscas en el Spotify un título, está rodeado de versiones y de adaptaciones para abaratar recopilatorios, que no son las que quieres escuchar -«¿cuál es la buena? ¿cómo se llamaba el grupo original?»-. Luego, otra persona repite el bucle. Y otra. Ustedes ya saben de qué hablo.

Esta noche, medio país -yo incluido- va a celebrar la noche de San Juan con una severa borrachera en la que la música debe acompañar el encuentro y favorecer la interacción humana.

De modo que, por si ustedes acuden a una fiesta en la que suena el Spotify y ven que se repite esa dinámica, les he preparado un compilado de canciones de fiesta.

Ojo: no es una lista para reproducir, sino un catálogo-arsenal para salir de esos bloqueos. Doscientas y muchas canciones, más de 12 horas, que van desde Radio Futura hasta la Gasolina, pasando por rompepistas olvidados (In the Name of the Father suele ser bien recibido) o «Beber es en un gran placer» interpretada por una charanga del sur de Francia. Nombres que le deben sacar del bloqueo, para cuidar la curva permanentemente ascendente que es toda fiesta memorable.

Instrucciones de uso:

–  como selectores de la música de una fiesta, su labor no es la de educar a nadie; y si no logra que los asistentes bailen, está usted fallando. Da igual lo bueno que piense que es lo que está haciendo sonar.

–  su objetivo no es que salga a la pista el tipo que está arrinconado con su cerveza, sino darle cancha a las parejas que juegan al escarceo. Tenga buen ojo.

Con eso dicho, aquí les dejo el

Arsenal para fiestas- lista de Spotify

Que lo disfruten. Los que le rodean.

  Un servicio público de No Recomendable

Bola extra: Nótese que hay un algunos nombres equivocados (vean los de Kortatu o Franz Ferdinand); Spotify a veces traiciona, lo que añade razones a la utilidad del almacen.

 Hay caretos de gente que llevo viendo tanto tiempo en lo de «gente que tal vez conozcas» de Facebook que ya me parecen como de mi familia.

Bartual, en su Twitter.

Claro. En lo del conocer, también, a la fuerza ahorcan.

Compruebo con horror que, en mi teclado, están visiblemente más gastadas las letras «s» y «c». Guardar y copiar. Supongo que esto dibuja un perfil de usuario. Lo fascinante es que la «v» está casi intacta, lo que quiere decir que copio mucho más de lo que pego. ¿Dónde van todos los copiados que no pegas? ¿Existe el limbo digital del portapapeles? ¿Y por qué diablos la tercera tecla más gastada es la «d»? Este es el existencialismo de las teclas. Una mezcla de evidencia y memoria borrada a corto plazo. Mirando mi teclado, no me entiendo.

Los videojuegos no lograrán ser considerados cultura académica mientras no se pueda comer y jugar al mismo tiempo.

Sebastián G. Ferro,
en la presentación en Barcelona de Mondo Pixel vol.2

Denle vueltas. Poca broma.

Esta imagen confirma el mito: John Tones también parpadea.

 La foto está sacada de esta crónica