En el suplemento Cultura|s que acompaña al ejemplar de hoy del diario La Vanguardia, participo en el especial dedicado a la serie Black Mirror comentando el capítulo «15 millones de méritos».
Hoy llega a quioscos el primer número de La Marea, un periódico mensual donde me han cedido el privilegio de ejercer de columnista con galones. Otras firmas incluyen: Antonio Baños, Nuria Varela, Alberto Garzón, Bob Pop, Isaac Rosa, Mónica G. Prieto, Juan Carlos Monedero, Pablo Soto y Juan Diego Botto. Además de las viñetas de Manel Fontdevila y Bernardo Vergara. Y por supuesto, el núcleo de redactores, el verdadero motor del periódico: Daniel Ayllón, Thilo Schäfer, Magda Bandera, y un generoso etcétera.
Tres eurillos a cambio de un rotativo independiente y propiedad de sus autores y lectores, nacido de la Cooperativa de extrabajadores de Público. En quioscos en Madrid, Barcelona y Valencia; para otras ciudades, aquí tienen puntos de venta y También se puede comprar por internet.
En 6 de julio de 2003, Joe Sacco -que presenta sus informes periodísticos en lenguaje de cómic- publicó en el diario New York Times la historieta «La Guerra subterránea en Gaza», donde los túneles hacia Egipto, que eran una amenaza para los israelíes, los usaban los soldados como excusa para arrasar con edificios enteros de los árabes. Ahora, recopilada en el volumen Reportajes, Sacco añade esta reveladora nota, que les pongo junto a la viñeta referida:
El artículo pasó por muchas manos e insistieron en que me adaptara a las indicaciones del manual de estilo. Además, tuve que asegurarle a Paul Tough, el redactor jefe del New York Times, que el rallado que hay en el fondo de la segunda viñeta en la última página no era un pretexto para poner decenas de pequeños crucifijos en mi historia.
«El Ayuntamiento de Borja ha encargado un informe sobre los daños ocasionados tras la intervención en una pintura del Ecce Homo, obra de Elías García Martínez, que decora uno de los muros de la iglesia del Santuario de la Misericordia. Una vez evaluados los desperfectos ocasionados por la actuación de una particular, que, según el Consistorio, actuó sin pedir permiso, se tomarán medidas para su posterior recuperación.»
La actitud de la espontánea octogenaria que -ante el visible deterioro del Cristo- decide proceder personalmente a su recuperación, y el resultado visual de la mejora, gradúan con honores esta pieza para nuestro museo celtibérico.
Lo publicó Elena Pérez Beriain
en un informe
publicado hoy en Heraldo de Aragón.
Bola extra 2: dos días después, medios de comunicación de toda Europa se han hecho eco de la restauración. Muchos artistas y estetas han salido en defensa de la pieza modificada. Aquí tienen un artículo crítico que la defiende a ultranza.
Bola extra 3: Sigo fascinado, cuatro días después, cómo cómo se multiplican las noticias sobe el Cristo de Borja. 500 noticias en inglés, cuenta hoy Google, incluido el New York Times. Flipo que la CNN para hablar del Cristo de Borja incluya en el titular las palabras «Mr. Bean» a causa de este sketch. El titular más llamativo: «Michael Jackson photoshopped on fresco» (Upi.com); aquí la noticia es el meme. Aquí una agencia de noticias nos regala el reportaje de RTVE limpio, sin locuciones, para posibles remixes.
Bola extra 4: Cuatro notas firmes:
-«For one thing, that fresco is, for today at least, the most famous art work in the world«. Ahora querer borrarlo es un error extremo.
– Los medios internacionales destacan mucho el «Behold the Monkey»=»Ecce Mono». Creacionismo frente a evolución con «Arte Ur» primitivista ultramoderno.
– Ahora no se acuerda nadie, pero el «mágico» interés que hay por la Gioconda en realidad se debe una oleada de prensa, igual a esta del Ecce Homo.
– Esta obra habla del momento actual en múltiples niveles, y la respuesta lo atestigua. Espero que los responsables lo entiendan y sepan valorarla.
La prensa local ofrece habitualmente un espacio donde los ciudadanos pueden felicitar a sus seres más cercanos, en sus onomásticas y por sus logros. Cumpleaños, doctorados y buenos deseos se formulan bajo fotografías enviadas por los lectores.
En la prensa local de Castellón, en particular en los diarios Mediterráneo y Heraldo de Castellón, hay lectores que han decidido usar la sección para comprobar si quienes la confeccionan manejan con soltura las traducciones, los buscadores de google o caras bien conocidas.
Les pongo aquí abajo una pequeña selección, todas extraídas del apartado Gente de Castellón del diario Mediterráneo:
Ayer estuve en la televisión pública TV3 hablando en riguroso directo sobre los lemas y consignas del movimiento 15M. Evidentemente, me habían invitado a causa de esta conferencia que impartí en el CCCB. El profesor de la UOC Lluis Pastor me acompañó en el temporal que nos preparó el programa diario Divendres («todos los días son viernes»), con el presentador Xavier Coral, el colaborador Pere Mas y un hierático público octogenario.
El resultado, tal y como salió por antena, aquí abajo:
Llevo algún tiempo aparcando en el cabezal de la cama el libro «60 aniversario – El Caso semanario de sucesos (Juan Rada, 2011)» y leyendo antes de dormirme una hoja o dos de facsímil de periódico de los cincuenta. La forma de escribir es maravillosamente distinta a lo que hoy se estila. Ayer me zampé apasionado todas las páginas que el libro recoge dedicadas al «Misterio de las tres copas» acontecido en Mazarrón, con dos cadáveres encontrados en la playa que condujeron a una investigación donde cada averiguación destapaba un suceso más extraño que el anterior, desde el inicio del viaje en Haro hasta el enigmático desenlace. La historia sigue sin resolverse y es importante porque ha producido piezas de altísimo alcance: Fernando Fernán Gómez quiso enunciar su propia solución al misterio y por eso rodó El Extraño Viaje (1964) [aquí, la peli completa].
Los relatos actuales de aquel suceso, con la distancia de los años, ya tienen separado el grano de la paja y, pese a mantenerse aún velado, hay cosas que se saben troncales en la historia frente a otras auxiliares o innecesarias. Precisamente la lectura de los textos de época es maravillosa porque en aquel instante todo podía ser relevante. Les pongo a modo de ejemplo esta maravillosa historia, tangencial y accesoria pero arrebatadora, que aparece como comentario de pasada en el exhaustivo informe sobre el caso de Mazarrón:
Así que ahí me tienen, disfrutando las rebabas de las historias principales. En lugar de «el crimen de la mano cortada» o «el misterio del baúl» -que tienen su prestigio precisamente porque cada noticia abría la puerta día tras día a nuevos enigmas dentro del misterio-, me ciegan pequeños párrafos voladores.
Por ejemplo, aquí les dejo un detalle de las innovaciones de Pedro Alcalá de las Heras, un genio emprendedor que creó no una sino varias formas de timo insospechadas. Aquí detallan su ocurrencia para sacar tajada de los fallecimientos remotos:
Y por supuesto, piezas de altísimo valor celtibérico, como este titular que les pongo a continuación:
Rubén Lardín me lo filtró
como lectura de sillón
Bola extra: La portada del volumen, que siempre es de recibo incluirla
Un pie de página de Joan Ripollés en el libro Ven y Mira me ha conducido al documental «Alarma!«, que acompaña al fotógrafo titular de la revista mexicana homónima.
En el recorrido se recorren las publicaciones de Nota Roja (es decir, de crímenes y venganzas) el culto a la Santísima muerte («a quien le rezan los ladrones pero también los policías»), las mujeres de veintiún dedos, las cinco cabezas de la pista de baile, las chicas cubanas que tal vez no saben dónde se anuncian, el hombre a quien le robaron la cara, y la redacción de titulares memorables como «violáronla y matáronla», que por algún motivo se lee en voz alta como «violarónla y matarónla».
Un trayecto en nueve partes que no puede dejar indiferente. Sólo para estómagos fuertes. Lo real está ahí fuera.
«Era 1959. El coche se había estampado contra un puente. El cuerpo se había quedado encajonado dentro, y sólo se podía ver desde un ángulo. La gente se bajó de los vehículos, y la cuestión es que se formó una cola de gente, de unos treinta metros, aguardando turno para mirar el cadáver. No sé cómo juzgarlo, pero me dije, tengo que hacer una película sobre accidentes»
Otro detalle memorable es que en aquella época, en EEUU, las ambulancias las gestionaban las funerarias. Y se tomaban -lógicamente- su tiempo para vestirse recién despertados por el teléfono y acudir al lugar del siniestro.
Breaking Bad y los telespectadores del ahora
